Fortalezas y puntos débiles del Ejército de Israel: ¿puede derrotar a Hamás?

• Guerra entre Israel y Hamás, en directo: última hora de la Franja de Gaza

El asalto de los milicianos palestinos del grupo islamista Hamás ha supuesto una humillación sin precedentes para el poderoso ejército israelí y sus reputados servicios de inteligencia. El estallido de violencia es considerado ya el 11-S del estado judío, que ha activado una de las maquinarias de guerra más eficaces del mundo. La respuesta, aseguran, no tendrá precedentes.

La potente industria militar de Israel es la base sobre la que se ha desarrollado el poderío de sus fuerzas armadas. Israel lleva décadas cultivando una formidable reputación como proveedor de armamiento, avalada con equipos de calidad y última tecnología en prácticamente todos los sectores. Israel fabrica desde pistolas a cohetes de largo alcance de radios portátiles a carros de combate. En su catálogo apenas faltan aviones, helicópteros y buques mayores que una corbeta.

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Pero incluso en estas tres categorías, la industria es capaz de proporcionar toda clase de sistemas electrónicos y de armas, muchos orientados a la protección activa de las tropas sobre el terreno, como es el caso del sistema de protección para carros de combate Trophy, que se instalará también en los Abrams estadounidenses y los Leopard alemanes.

La agresión de Hamás llega con el sector en un momento de bonanza sin precedentes, con ventas récord en 2022, impulsado por la guerra de Ucrania y las compras militares de los países árabes facilitadas por los acuerdos de Abraham. Israel ha conseguido mantener un delicado equilibrio geopolítico con Rusia, por el cual no ha autorizado la llegada de material militar a las fuerzas ucranianas sin que haya empañado su cordial relación con Occidente.

Su lista de clientes es interminable. Es capaz de vender tanto sistemas avanzados con electrónica compleja a los mismísimos Estados Unidos u otros países occidentales, como puede igualmente vender sistemas simples y fiables. En África subsahariana, las diferencias culturales e imperativos geoestratégicos no han sido tampoco un obstáculo. No hay un solo factor detrás del éxito israelí, sino una combinación de elementos internos y externos que han moldeado el crecimiento de una industria de defensa nacional puntera y rentable, comenzando por el sello "probado en combate", que también ha pesado de forma determinante el apoyo incondicional de Estados Unidos, inyectando miles de millones de dólares cada año al presupuesto de defensa israelí.