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Polonia abre la puerta al cambio y apuesta por el fin de la hegemonía política del PiS
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¿Adiós al rey de las urnas?

Polonia abre la puerta al cambio y apuesta por el fin de la hegemonía política del PiS

Las encuestas a pie de urna dan la mayoría para gobernar a la coalición de Donald Tusk, mientras que el partido ultraconservador no consigue el apoyo necesario para formar Ejecutivo

Foto: Donald Tusk, el 15 de octubre de 2023. (Kapcer Pempel/Reuters)
Donald Tusk, el 15 de octubre de 2023. (Kapcer Pempel/Reuters)

Una oportunidad para Donald Tusk y un fiasco para el partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS). Este es el spoiler que se puede leer de las encuestas a pie de urna después de que los polacos salieron a las calles para votar por un futuro que todavía parece incierto. La oposición liderada por la centroderecha de Plataforma Cívica (PO) del ex primer ministro Tusk ha conseguido la mayoría necesaria para liderar el país, de acuerdo con las encuestas a pie de urna. Por el otro lado, el partido de Jaroslaw Kaczynski ha logrado otra victoria en las elecciones parlamentarias de Polonia celebradas este domingo, pero ha perdido la mayoría absoluta y la suficiente para gobernar.

Los ultraconservadores consiguieron el 36,8% de los votos, traducidos en 200 escaños, pero su alianza con la Confederación (Konfederacja), también escorada a la derecha y con 12 escaños, no les permite llegar a la mayoría de 231 para formar un Gobierno. El resultado, aunque todavía basado en encuestas a pie de urna, es el mayor mazazo para el que ha sido hasta ahora el rey de las urnas con gobiernos en solitario desde el 2015.

Foto: Jaroslaw Kaczynski, presidente de PiS. (Reuters/Kacper Pempel)

El deseo de cambio de la sociedad polaca también se ha materializado por la caída del apoyo a Konfederacja, con líderes abiertamente prorrusos y que se habían llegado a posicionar como la tercera fuerza política el pasado mes de septiembre. Su principal líder no ha escondido su decepción. "Es una encuesta, pero no podemos negar que hemos fracasado. Se suponía que íbamos a ser una de las grandes sorpresas de la noche", dijo Slawomiz Mentzen a la agencia de noticias polaca (PAP).

Las palabras de Mentzen se contraponen a la ilusión de Donald Tusk por obtener, según los resultados provisionales, la mayoría suficiente para gobernar. "Nunca he estado más feliz en mi vida. Ha ganado Polonia, ha ganado la democracia. Les hemos echado del poder", pronunció en su comparecencia poco después de cerrarse los colegios electorales. Esta es la primera vez que el PiS no le hace sombra a la Plataforma Cívica del expremier, y los sondeos la dan un 31,6% de los votos, traducidos en 163 escaños. Cuentan, además, con los 55 de Tercera Vía, y los 30 de Lewica, lo que les permite llegar a los 246 suficientes para gobernar.

A medida que iban pasando las horas en la jornada electoral, parecía más obvio que Tusk habría logrado movilizar a esa multitudinaria marea que hace tan solo un par de semanas salieron a las calles de Varsovia para manifestarse en contra del Gobierno ultraconservador. La participación apunta, según la encuesta a pie de urna, a una participación del 72,9%, un nuevo récord que supera el 62,7% de las elecciones de 1989, las primeras celebradas tras la caída de la Unión Soviética.

Hambre de cambio

Las ganas de ejercer el derecho a voto no se ha extrapolado, sin embargo, al referéndum antimigratorio aprobado in extremis este verano por el Ejecutivo, en el que también podían participar los polacos este domingo. Habría quedado, de hecho, bastante descafeinado pese a que, en algunos colegios electorales, tal y como ha denunciado la Comisión Electoral Nacional, algunos de los diputados del PIS han estado intentando convencer a los electores de que participaran. "Estamos recibiendo noticias de que en algunos colegios se está violando la ley del silencio electoral polaca. Los diputados no pueden preguntar a los electores si quieren participar en el referéndum". Nada de eso ha funcionado y, con tan solo un 40% de participación, el plebiscito quedaría invalidado.

La de este domingo no ha sido, sin duda, la mejor noche electoral para el PiS. La victoria que le dan las encuestas a pie de urna es agridulce y la primera reacción del todavía primer ministro, Mateusz Morawiecki, ha sido lanzar un tuit en el que escribía: "Somos el partido ganador de las elecciones 2023. ¡Gracias! Larga vida a Polonia". La postura del histórico líder Kaczynski ha sido diferente. "Nos esperan días de lucha y tensión. No vamos a dejar que traicionen a Polonia", escribió el presidente de la formación ultraconservadora.

Foto: El primer ministro polaco, Jaroslaw Kaczynski, en una rueda de prensa de su partido, PIS. (EFE/ Radek Pietruszka)

Estos datos, a la espera de la confirmación definitiva, mostrarían que la sociedad polaca tiene hambre de cambio político. Piotr Buras, responsable del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, enumera tres razones que ayudan a entender cómo el PiS ha podido perder su hegemonía. "La victoria de la oposición es el resultado de una creciente fatiga en la sociedad hacia este Gobierno, más allá de los grupos que apoyan habitualmente a los liberales. El deterioro de la situación económica, la alta inflación y su incompetencia han llevado al PiS a perder su mayoría absoluta", explica para El Confidencial.

Otros factores apuntan al abandono de la educación y la sanidad pública, así como las condiciones económicas de los profesores y profesionales de la sanidad. El deterioro fue el foco de protestas en septiembre, en las que grupos de profesores se concentraron frente al Ministerio de Educación pidiendo un aumento del salario, la modernización de la educación y el fin de la "politización" del sistema educativo.

Buenas noticias para Ucrania

La llegada de un nuevo Gobierno al Ejecutivo de Varsovia podría poner fin a una época marcada por políticas que, según este analista, han dañado al sistema democrático polaco y, como consecuencia, sus relaciones con Bruselas. Todo podría cambiar con Donald Tusk, expresidente del Consejo Europeo de 2007 a 2014, al frente del país. "Polonia bajo un Ejecutivo de Tusk será un actor mucho más constructivo con la UE, algo que ayudará a mejorar sus relaciones. Su principal objetivo será recuperar los fondos congelados por la Comisión Europea que les impuso por el déficit en el Estado de derecho polaco".

Sin embargo, advierte que no será fácil teniendo en la oposición a un PiS que discrepa de la mayoría de las propuestas de la UE, sobre todo en temas migratorios, y al apoyo de Confederación, que cuenta en su programa electoral con la propuesta de Polexit para la salida de Polonia de la UE.

Foto: Vista general del paso fronterizo cerrado entre Polonia y Ucrania. (EFE/Markiian Lyseiki)

Si Tusk consigue gobernar, podría dar también un respiro a Ucrania, que ha tenido varios encontronazos con el Gobierno polaco. La idea de que un partido prorruso hubiera podido ser el nuevo socio de PiS también preocupaba al Gobierno de Zelenski, aunque, durante este más de año y medio de invasión, el compromiso del partido ultraconservador con la invasión rusa ha sido incuestionable en materia de ayuda militar y humanitaria.

Tampoco tendrán fácil hacer cambios en la política de casa por una sencilla razón: la presidencia está en manos de Andrzej Duda hasta 2024. "El problema aquí es que Duda tiene capacidad de veto y puede aplicarlo en los proyectos de ley y, puesto que el nuevo Gobierno no tendrá la mayoría necesaria para anularlo, les será más difícil poner en marcha esos cambios", añade. Aun así, apunta a que este nuevo Ejecutivo buscará acabar con los símbolos del Ejecutivo todavía en el poder como la televisión pública, acusada por diferentes organismos periodísticos de haber sido el canal propagandístico del PiS durante estos dos últimos mandatos.

Una oportunidad para Donald Tusk y un fiasco para el partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS). Este es el spoiler que se puede leer de las encuestas a pie de urna después de que los polacos salieron a las calles para votar por un futuro que todavía parece incierto. La oposición liderada por la centroderecha de Plataforma Cívica (PO) del ex primer ministro Tusk ha conseguido la mayoría necesaria para liderar el país, de acuerdo con las encuestas a pie de urna. Por el otro lado, el partido de Jaroslaw Kaczynski ha logrado otra victoria en las elecciones parlamentarias de Polonia celebradas este domingo, pero ha perdido la mayoría absoluta y la suficiente para gobernar.

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