Es noticia
Todo Oriente Medio es un polvorín y no paramos de comprar papeletas para que empiece a arder
  1. Mundo
se consolida la guerra 'multifrente'

Todo Oriente Medio es un polvorín y no paramos de comprar papeletas para que empiece a arder

Tras más de 100 días de la guerra contra Hamás en Gaza, la tensión se ha incrementado en el mar Rojo tras los ataques de EEUU a los hutíes, y por los bombardeos entre Israel y Hezbolá

Foto: Un soldado israelí, en la Franja de Gaza. (Reuters)
Un soldado israelí, en la Franja de Gaza. (Reuters)

En un solo día, Oriente Medio parece estar implosionando. Los hutíes de Yemen lanzaron un ataque contra un buque de guerra de las fuerzas navales de EEUU, que estas interceptaron y evitaron una segunda ofensiva por parte de la milicia. En Tel Aviv, al menos 18 israelíes fueron víctimas de un atentado que involucró atropello y apuñalamiento. Horas después, Irán atacó con misiles la capital del Kurdistán iraquí y mató a cuatro personas, en una misión destinada presuntamente a acabar con un centro de espionaje israelí. Este jueves, se ha abierto un nuevo foco de tensión entre Irán y Pakistán, que atacaron objetivos específicos a cada lado de sus fronteras.

Todos estos sucesos han tenido lugar mientras Israel continúa su guerra contra Hamás en Gaza y muestran una temporada de inestabilidad inédita. La ofensiva de las fuerzas de Tel Aviv ha traspasado las fronteras de la Franja y ha aumentado la tensión regional. Uno de los episodios más preocupantes ha sido los ataques de Estados Unidos y Reino Unido contra posiciones de los hutíes en Yemen en respuesta a la ofensiva de la milicia en el mar Rojo.

"Nadie quiere ver una escalada", dijo Antony Blinken, el jefe de la diplomacia estadounidense, antes de poner fin a su gira por Oriente Medio para fomentar un plan que pusiera fin a la guerra en Gaza y a sus consecuencias. "Israel no quiere [una escalada], Líbano tampoco, y creo que ni siquiera Hezbolá lo quiere", sostuvo.

Sin embargo, unas horas después, Joe Biden ponía en peligro, con su misión militar, el que había sido hasta ahora uno de sus principales objetivos: evitar una guerra en la región. Desde que las fuerzas de Tel Aviv iniciaron la oleada de bombardeos en Gaza, el grupo respaldado por Irán había llevado a cabo cerca de 27 ataques en la zona.

"Estos ataques han puesto en peligro al personal estadounidense, a los marineros civiles y a nuestros socios, han puesto en peligro el comercio y amenazado la libertad de navegación", dijo el presidente estadounidense. "No dudaré en tomar medidas adicionales para proteger a nuestra gente y el libre flujo del comercio internacional según sea necesario".

Dos días después del ataque, un avión de combate estadounidense derribó un misil de crucero disparado desde una zona de Yemen controlada por los hutíes. El misil tenía como objetivo el buque de guerra USS Laboon en el mar Rojo y ha sido la primera respuesta —aunque fallida— por parte de la milicia.

A pesar de que no se reportaron daños ni víctimas, el intento de acabar con un barco estadounidense ha potenciado la posibilidad de que se amplíen los frentes de la guerra de Israel. La ofensiva contra los hutíes ha tenido lugar en el momento en que se cumplen más de 100 días de la guerra de Israel contra Hamás en Gaza. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, afirmó que los bombardeos continuarán sin descanso y que ni siquiera las acusaciones de genocidio contra el pueblo palestino conseguirán que abandone su objetivo. "Nadie nos detendrá, ni La Haya, ni el eje del mal, ni nadie más", dijo Netanyahu.

Desde el ataque sin precedentes de Hamás, cerca de 24.000 palestinos han muerto y 7.000 están desaparecidos por los ataques de Tel Aviv, que todavía no ha logrado rescatar a todos los secuestrados ni acabar con el grupo yihadista, dos de sus objetivos más importantes en la Franja.

El conflicto 'multifrente'

Por otro lado, se ha intensificado la preocupación por la situación en la frontera de Israel y el Líbano por los ataques entre las fuerzas de Tel Aviv y Hezbolá. Dos recientes asesinatos de comandantes de la milicia en el Líbano han aumentado los temores de un estallido de la guerra en el norte de Israel. El ministro de Exteriores de Reino Unido, David Cameron, reconoció que es "difícil pensar en un momento en el que ha habido tanto peligro, inseguridad e inestabilidad en el mundo". "Las luces están absolutamente parpadeando en rojo", alertó.

En la misma línea se posicionó Julien Barnes-Dacey, director del programa de Oriente Medio y Norte de África del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR). "Creo que este es uno de los momentos más peligrosos que hemos vivido en el contexto de la guerra en Gaza y que estamos pasando a vivir un conflicto multifrente. En cualquier momento se puede ir todo de control, tanto en el frente de Hezbolá como en el del mar Rojo", explica en entrevista con El Confidencial.

Foto: Un hombre usa un cuchillo para dañar una bandera israelí durante una manifestación para protestar por los bombardeos de Estados Unidos y Reino Unido sobre bases militares hutíes. (EFE/Yahya Arhab)

Además, subraya el peligro de que aumenten las tensiones en otros países como Irak después de los ataques de grupos locales a las bases estadounidenses en la zona. "El verdadero riesgo en la región es que se puede acrecentar el conflicto entre Irán y Estados Unidos, que cada uno escoja su bando y que entremos de verdad en una guerra regional", alerta.

Tanto Estados Unidos como Irán se han mostrado ahora con muchas reservas a la hora de tomar acción en uno de los frentes, aunque Washington ha hecho la primera excepción con los hutíes de Yemen. "Esperan que la ronda inicial de ataques sirva como elemento disuasorio para los hutíes, pero obviamente ellos han dicho que responderán de la misma manera. Estamos en un momento en que Occidente podría estar a punto de entrar en un conflicto más profundo y continuo", sostiene Barnes-Dacey a este periódico.

El objetivo en el mar Rojo

Por parte de Estados Unidos, el foco principal está ahora puesto en el mar Rojo. Desde mediados de diciembre, la coalición naval internacional Prosperity Guardian ha interceptado casi todos los drones y misiles lanzados por los hutíes contra las embarcaciones. Sin embargo, bastaría con que uno de sus proyectiles atravesara esas defensas e impactara contra uno de los barcos para que se desatara un conflicto geopolítico. El objetivo de los ataques de EEUU era evitarlo, pero algunos analistas cuestionan la estrategia. "Se trata de enviar un mensaje, pero creo que la pregunta clave es otra. Si el mensaje no llega, ¿cuál es el siguiente paso que Estados Unidos y Reino Unido tienen a su disposición? ¿Simplemente bombardear más objetivos? ¿Bombardearán durante más tiempo?", se preguntó Gregory Johnsen, miembro del Instituto de los Estados Árabes del Golfo en Washington, a The Guardian.

Algunos funcionarios estadounidenses afirmaron que si la ofensiva sobre posiciones de hutíes en Yemen no tiene el resultado esperado, al menos se podría acabar con algunos de los centros de mando y bases. Acabar con la milicia no es una tarea fácil y están acostumbrados a resistir a pesar de grandes bombardeos, recuerda Johnsen. "Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos bombardearon Yemen durante varios años y no pudieron doblegar a los hutíes". Por su parte, Abdul Malik al-Houthi, líder de la milicia, afirmó el pasado 11 de enero que planean continuar con su objetivo en el mar Rojo. "Nosotros, el pueblo yemení, no estamos entre los que temen a Estados Unidos", dijo.

Por el contrario, otros expertos sostienen que Estados Unidos ha atacado a los hutíes, respaldados por Irán, y no se ha involucrado de forma tan activa en otros frentes como el de Hezbolá porque la milicia tiene unas capacidades ofensivas limitadas. "Las posibilidades de cambiar el curso de la guerra por parte de los hutíes es anecdótica y por eso Irán activó este frente antes que el de Hezbolá, porque no busca llevar el conflicto más allá, a una guerra regional", explica Gerard Dotti, experto en relaciones internacionales especializado en Oriente Medio, a El Confidencial.

Este es el mismo contexto en el que Estados Unidos lideró la ofensiva contra las posiciones de los hutíes en Yemen. "Es un aviso, es una disuasión, quieren mostrar que van en serio y que si la guerra va más allá, ellos intervendrán, aunque no sea lo que quieren en un principio", añade Dotti.

El peor error de cálculo

Por otra parte, Israel y Hezbolá han intercambiado ataques aéreos y bombardeos desde el pasado 7 de octubre, en los que han muerto cerca de 160 personas en Líbano y 13 en Israel. Washington lleva desde el ataque sin precedentes de Hamás intentando negociar en la sombra un acuerdo que puedan reducir las hostilidades ante el miedo de que un error de cálculo pueda desencadenar una guerra regional todavía mayor.

La tensión en este frente se incrementó después del asesinato de Saleh al Arur, número dos de Hamás, y de un comandante de Hezbolá. En un ataque que Tel Aviv no ha reclamado pero que Beirut ha asumido como su responsabilidad, la milicia respondió con más de 60 cohetes desde la frontera sur del Líbano. La ofensiva en varios puntos de Israel se ha considerado como la más intensa desde el inicio de la guerra en Gaza.

Israel ha desplegado más de 200.000 soldados en su frontera norte y ha evacuado a más de 80.000 personas. Líbano, por su parte, ha desplegado a más de 70.000 civiles. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, sostiene que las tropas libanesas tienen hasta 150.000 misiles apuntando al país y que han entrenado a las fuerzas de élite Radwan para una invasión transfronteriza.

En este sentido, la preocupación de Washington es que sea Tel Aviv el que ataque primero y ha condicionado su apoyo a Israel solo si es Hezbolá el que cruza la frontera, según apuntaron funcionarios a The New York Times. Los temores de Estados Unidos es que este frente pueda ser utilizado políticamente por el primer ministro Benjamín Netanyahu. "Él sabe que es un cadáver político, y que cuando acabe esta guerra pueden echarle del Gobierno. Está en una cruzada particular para resucitarse políticamente y puede creer que si consigue aniquilar a Hamás del todo, y si Hezbolá se presenta como otra amenaza existencial, se verá obligado a acabar con ellos también. Y eso significará invadir el sur del Líbano para poder resucitar políticamente. Se está planteando hacerlo y por eso se han intensificado los esfuerzos diplomáticos, para que no pase", destaca Gerard Dotti.

La estrategia de los 'proxies'

Todos los ataques y aumento de las tensiones se enmarcan bajo la sombra de Irán y el miedo de que escale un conflicto mayor con Occidente. Hasta ahora, Teherán ha dejado claro que no quiere entrar de lleno en un conflicto regional más amplio. "Irán actúa en la zona gris, actuando mediante proxies intentando mantener una cierta negación plausible. Pasar a formas de acción más directa no parece una posibilidad actual para Irán, puesto que las reacciones de otros estados pasarían a ser contra el régimen de los ayatolás y no sus proxies”, afirma Martí Segura, politólogo y experto en el mundo árabe.

Foto: Un soldado de Pakistán en una imagen de archivo. (EFE)

Las señales que ha enviado Irán se enmarcan en el ataque lanzado este lunes sobre Erbil, capital del Kurdistán iraquí. La Guardia Revolucionaria iraní afirmó en un comunicado que su objetivo eran centros del espionaje de Israel, pero los analistas apuntan a que se trata de una respuesta al bombardeo que mató, en diciembre, al comandante iraní de la Guardia Revolucionaria Razi Musavi y del que Teherán culpa a Israel.

La tensión aumentó después de que Irán bombardeara localizaciones en Pakistán vinculadas al grupo Jaish al Adl, un grupo sunita que ha atacado el país en el pasado. A pesar de que los objetivos no eran civiles, el Gobierno de Pakistán consideró la operación aérea como un "acto ilegal y una violación no provocada de su espacio aéreo". Este jueves respondió lanzando misiles contra "escondites terroristas" dentro de territorio iraní, en la provincia fronteriza de Sistán y Baluchistán, donde murieron al menos nueve personas según reportes de medios estatales de Irán.

"El terrorismo es la excusa de los últimos ataques de Irán en Iraq, Siria y Pakistán. Sin embargo, son la respuesta ante la escalada de tensiones en la región. El régimen tiene que dar respuesta al último atentado y a la creciente tensión derivada de la guerra de Gaza. El objetivo es alejar cualquier posible amenaza de sus fronteras y dejar claro que tiene capacidad de acción dentro de su esfera de influencia", explica Daniel Bashandeh, analista político especializado en Oriente Medio e Irán.

Foto: Galia Shofer, en la terraza del hotel donde se encuentra reubicada su familia. (A. Requeijo)

Además, Bashandeh sostiene que al régimen de Irán le beneficia un estado de tensión "ya que puede justificar la idea del enemigo externo para desviar la atención y aprovecharlo en clave nacional para dividir a la población entre simpatizantes y enemigos. Este es un patrón que se ha intensificado con las últimas protestas". En este contexto, Teherán puede realizar operaciones fuera de su esfera de influencia, como puede ser Irak, para alejar la amenaza de sus fronteras. "El objetivo es no entrar en un fuego directo", subraya.

Esta es una de las máximas del Gobierno iraní, continúa el experto, y está perfilando su política exterior pensando en la continuidad. "No le interesa entrar en ningún conflicto total ya que les pondría a ellos en peligro. Toda acción está cuidadosamente calculada. El único objetivo del régimen es su supervivencia en Irán", concluye Bashandeh.

A pesar de los temores de una escalada que pueda provocar una guerra regional, Estados Unidos, Irán e Israel están en medio de un baile lleno de señales y ataques contenidos. La gran incógnita es cuánto durará ese baile y qué puede ser la mecha que pueda provocar un incendio. "Sin duda, este es uno de los momentos más tensos, después de unos años en los que parecía que la región se destensaba, como los Acuerdos de Abraham, pero el actual conflicto ha frenado estos impulsos", lamenta Martí Segura.

En un solo día, Oriente Medio parece estar implosionando. Los hutíes de Yemen lanzaron un ataque contra un buque de guerra de las fuerzas navales de EEUU, que estas interceptaron y evitaron una segunda ofensiva por parte de la milicia. En Tel Aviv, al menos 18 israelíes fueron víctimas de un atentado que involucró atropello y apuñalamiento. Horas después, Irán atacó con misiles la capital del Kurdistán iraquí y mató a cuatro personas, en una misión destinada presuntamente a acabar con un centro de espionaje israelí. Este jueves, se ha abierto un nuevo foco de tensión entre Irán y Pakistán, que atacaron objetivos específicos a cada lado de sus fronteras.

Conflicto árabe-israelí Gaza Irán
El redactor recomienda