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Orbán cede y la UE aprueba el paquete con 50.000 millones de apoyo a Ucrania
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Bastaron seis minutos

Orbán cede y la UE aprueba el paquete con 50.000 millones de apoyo a Ucrania

Los Veintisiete acuerdan la revisión del Marco Financiero Plurianual (MFP) a pesar de la amenaza de veto de Orbán. Además, discutirán sobre la situación en Oriente Próximo

Foto: El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, durante el Consejo Europeo. (EFE/Olivier Hoslet)
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, durante el Consejo Europeo. (EFE/Olivier Hoslet)

Todo el mundo en Bruselas preveía una cumbre difícil, tensa, en la que había mucho “nerviosismo” por el posible bloqueo de Viktor Orbán a una revisión intermedia del Marco Financiero Plurianual (MFP), el presupuesto europeo. Dado que esta revisión permitiría desbloquear los 50.000 millones de euros de apoyo financiero a Ucrania —17.000 millones en forma de transferencias y 33.000 millones en forma de créditos— y el primer ministro húngaro había reiterado hasta la saciedad su descontento con el respaldo económico a Kiev, la batalla parecía garantizada. “Estamos condenados a la unanimidad”, comentaba con desánimo una fuente europea este martes. Pero, tras días de discusiones previas y una amplia coreografía centrada en hacer entender a Orbán que estaba solo y que no tenía margen de maniobra, este acabó cediendo y otorgando su apoyo a la revisión del MFP, desbloqueando también la ayuda ucraniana.

Entre el inicio del Consejo Europeo y el anuncio de un acuerdo han pasado únicamente seis minutos. Inicialmente, Orbán quería que los 50.000 millones se canalizaran a Kiev desde fuera del MFP, con algún tipo de acuerdo intergubernamental entre el resto de Estados miembros. Ese era el plan B que Bruselas contemplaba si el húngaro decidía bloquear el acuerdo de revisión intermedia, para el que se requiere unanimidad, algo que ocurrió en el Consejo Europeo de diciembre. Pero en los días y semanas siguientes la inmensa mayoría de Estados miembros expresaron su prioridad por un acuerdo dentro del marco presupuestario europeo. Así que el objetivo de cara a esta reunión extraordinaria era claro: hacer que Orbán cediera.

Convencer a Orbán

El primer ministro húngaro mantuvo a primera hora de la mañana de este jueves un encuentro con Charles Michel, presidente del Consejo Europeo; Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea; Emmanuel Macron, presidente francés; Olaf Scholz, canciller alemán, y Giorgia Meloni, primera ministra italiana. La base de esa reunión era otra celebrada anoche, entre las 22:30 y la medianoche, cuando Michel ya había estado tanteando posibles opciones con Scholz y con el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte. Tras el desayuno de esta mañana con Orbán, Michel llamó después a los países bálticos y nórdicos, muy implicados con Ucrania, para ver si el compromiso alcanzado les servía. Tras comprobarlo con ellos, ha hecho pasar a Rutte, acompañado de Donald Tusk, primer ministro de Polonia, y Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España. Tras hacer unas últimas comprobaciones por teléfono, Michel ha dado comienzo al Consejo Europeo formalmente, sacando adelante el acuerdo en pocos minutos y preguntando en varias ocasiones a Orbán si el compromiso alcanzado le servía.

Orbán y sus colaboradores en los últimos días insistían en reclamar que los 50.000 millones, un paquete para los próximos cuatro años, tuviera que revisarse cada año, con una votación por unanimidad para desbloquear la ayuda del año siguiente. Fuentes diplomáticas rechazaron siempre esa opción porque no cumplía con la necesidad de “predictibilidad” que requiere la ayuda a Ucrania. En los últimos días, el resto de delegaciones y la oficina de Michel ofrecieron a los húngaros una alternativa: un debate anual a nivel de jefes de Estado y de Gobierno. El asunto se discutió a nivel de embajadores y la solución final negociada esta mañana incluye, como principal cesión al primer ministro magiar, que el Consejo Europeo, por unanimidad, pueda pedir dentro de dos años a la Comisión Europea que haga una propuesta de revisión del paquete de ayuda.

Foto: El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, celebra en Budapest su rueda de prensa internacional anual. (Reuters/Marton Monus)

La única otra cesión tiene que ver con el mecanismo de condicionalidad con el que la Comisión Europea puede bloquear fondos europeos a un Estado miembro que esté violando el Estado de derecho. Ese mecanismo se ha utilizado contra Hungría, un país que desde 2010 vive en una deriva autoritaria que ha provocado la activación del artículo 7 de los Tratados por el deterioro del Estado de derecho en el país, aunque Orbán considera que en realidad Bruselas solamente le está chantajeando.

Para darle una pequeña victoria política al primer ministro húngaro, los líderes se han limitado a “recordar” las conclusiones sobre ese mecanismo que se acordaron en 2020, cuando se cerró el pacto para su creación, en las que se señalaba que el mecanismo se debía utilizar de manera “proporcional”. “Estoy encantado de que hayamos llegado a un acuerdo sobre el apoyo a Ucrania. Este paquete de 50.000 millones de euros nos ayudará a lograr más estructura, transparencia y previsibilidad en nuestra ayuda financiera a Ucrania. Nuestro mensaje al presidente [Volodímir] Zelenski y al pueblo ucraniano es claro: Ucrania puede contar con nuestro apoyo, tanto ahora como en el futuro”, ha celebrado Rutte.

Entre los jefes de Estado y de Gobierno estaban empezando a perder la paciencia con el primer ministro húngaro. Fuentes europeas explicaban que había una "frustración" muy importante con el líder magiar. Donald Tusk, primer ministro polaco, ha hablado de una "fatiga de Orbán". "Está solo", ha asegurado Tusk, uno de los líderes más duros con el primer ministro húngaro.

Además de los 50.000 millones, el acuerdo desbloquea la revisión intermedia del presupuesto europeo, y eso va más allá de Ucrania. Por ejemplo, hay partidas destinadas a la gestión de la inmigración irregular, así como una partida para financiar el desarrollo de tecnologías críticas y un mecanismo para hacer frente al pago de los intereses de la deuda europea emitida por la Unión para crear el Fondo de Recuperación.

Todo el mundo en Bruselas preveía una cumbre difícil, tensa, en la que había mucho “nerviosismo” por el posible bloqueo de Viktor Orbán a una revisión intermedia del Marco Financiero Plurianual (MFP), el presupuesto europeo. Dado que esta revisión permitiría desbloquear los 50.000 millones de euros de apoyo financiero a Ucrania —17.000 millones en forma de transferencias y 33.000 millones en forma de créditos— y el primer ministro húngaro había reiterado hasta la saciedad su descontento con el respaldo económico a Kiev, la batalla parecía garantizada. “Estamos condenados a la unanimidad”, comentaba con desánimo una fuente europea este martes. Pero, tras días de discusiones previas y una amplia coreografía centrada en hacer entender a Orbán que estaba solo y que no tenía margen de maniobra, este acabó cediendo y otorgando su apoyo a la revisión del MFP, desbloqueando también la ayuda ucraniana.

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