El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, hospitalizado grave tras un intento de asesinato a tiros

El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, ha resultado gravemente herido de bala en un intento de asesinato, según lo ha catalogado el ministro de Interior eslovaco. La oficina del primer ministro ha declarado que "su vida está en peligro".

La agencia de noticias TASR informa que un individuo sin identificar habría disparado contra Fico en la ciudad eslovaca de Handlova (a 180km de la capital, Bratislava) tras una reunión de ministros del Gobierno. El ataque se produjo frente a un centro cultural de la ciudad donde Fico estrechaba manos de algunos vecinos que habían acudido. Según medios eslovacos, Robert Fico recibió múltiples heridas en el pecho y el abdomen, así como brazos y piernas, y su estado de salud es muy grave. Ha sido trasladado en helicóptero al hospital de Banská Bystrica para recibir atención médica urgente y está siendo operado en quirófano.

El presunto asaltante ha sido ya detenido y, según medios eslovacos, identificado como Juraj Cintula, hombre de 71 años y natural de la ciudad eslovaca Levice, además de tener un permiso legal de posesión de armas. En declaraciones frente a los periodistas en Banská Bystrica, el ministro de Interior eslovaco, Matus Sutaj Estok ha informado que la investigación inicial muestra "claramente, una motivación política" en el intento de asesinato. "No hay dudas al respecto", ha apostillado el ministro de Defensa, Robert Kalinak.

No han detallado, sin embargo, cuál es exactamente la motivación política del atacante. Juraj Cintula, escritor y miembro de la Asociación de Escritores Eslovacos, del Club Literario Dúha de Levice. En el pasado, según publica el diario eslovaco Dennikn, había trabajado como guardia de seguridad en un centro comercial. Hace ocho años, según este mismo medio, anunció en Internet que estaba recogiendo firmas para fundar un partido político llamado Movimiento contra la Violencia.

En un vídeo publicado en Telegram, se puede observar cómo, tras los disparos y entre gente que huye de la escena, varias personas se abalanzan contra el presunto atacante y lo inmovilizan en el suelo antes de esposarlo. En otro vídeo, en un ángulo distinto, se ve cómo personal de seguridad del primer ministro traslada a Fico, en volandas, a su coche oficial y abandona la zona.

Robert Fico (59 años), líder del partido SMER y nuevo estandarte de posiciones prorrusas dentro de la Unión Europea, regresó al gobierno de Eslovaquia a finales de 2023, tras unas elecciones en las que logró el 23,3% de los votos. Fico ya había sido primer ministro en tres ocasiones al mando de Smer hasta que 2018, el asesinato de un periodista de investigación, quien había denunciado las relaciones entre el crimen organizado y las altas esferas del poder, causó una ola de indignación, que acabó forzando la dimisión de Fico.

Michal Šimečka, el presidente de Eslovaquia Progresista, el principal partido de la oposición, se declaró consternado por el ataque contra el primer ministro. "Condenamos inequívoca y firmemente cualquier violencia. Confiamos en que el Primer Ministro Fico se recupere y que este terrible acto salga a la luz lo antes posible", declaró. La presidenta saliente del país, Zuzana Caputova, aseguró estar consternada por el ataque "brutal y despiadado" contra el primer ministro.

El peor ataque desde Olof Palme

Con el primer ministro Fico todavía en el hospital con pronóstico reservado, las reacciones en la Unión Europea no se han hecho esperar. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha "condenado duramente" el "vil ataque". "Actos como este de violencia no tienen lugar en nuestra sociedad y menoscaban la democracia, nuestro más preciado bien común", ha asegurado.

El ataque a Robert Fico, quien todavía lucha por su vida en el quirófano del hospital, es el más grave contra un primer ministro en Europa desde el asesinato en 1986 del primer ministro sueco Olof Palme, a tiros en Estocolmo. En las últimas semanas, varios diputados y candidatos a las elecciones europeas han sido atacados a golpes en Alemania, y en 2019, el alcalde de Gdansk, en Polonia, fue asesinado a puñaladas. En 2016, la diputada británica proeuropea Jo Cox murió tras ser tiroteada.