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Marruecos estudia la oferta de EEUU para mandar soldados de una "fuerza de paz" a Gaza
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Un movimiento arriesgado para los árabes

Marruecos estudia la oferta de EEUU para mandar soldados de una "fuerza de paz" a Gaza

Las autoridades marroquíes ven con buenos ojos ese plan de Washington para la Gaza post ofensiva israelí y afianzar así su relación con la superpotencia y, de paso, con Israel

Foto: Soldados israelíes supervisan la instalación de un muelle que permita entrada de ayuda humanitaria en Gaza (Ejército israelí)
Soldados israelíes supervisan la instalación de un muelle que permita entrada de ayuda humanitaria en Gaza (Ejército israelí)
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¿Soldados marroquíes, egipcios y emiratíes patrullando por la Franja de Gaza en el marco de una operación de mantenimiento de la paz tras la guerra? La idea vuelve a estar sobre el tapete para cuando Israel acabe la ofensiva contra el movimiento palestino Hamás que inició hace más de siete meses.

La Administración del presidente Joe Biden está animando a tres países árabes (Marruecos, Egipto y Emiratos Árabes Unidos) a constituir una fuerza de mantenimiento de la paz que se desplegaría en Gaza una vez acabada la guerra, según reveló el miércoles pasado el diario Financial Times. Aunque con riesgos, la propuesta no es una locura para uno de los señalados, Marruecos, cuyas autoridades verían con buenos ojos ese plan de Washington para afianzar así su relación con la superpotencia y, de paso, con Israel. Ambos pueden ser aliados en el conflicto que le enfrenta al Polisario y, en última instancia, a Argelia.

En realidad, las gestiones de EEUU empezaron a finales de marzo, tras recibir en Washington al ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, que se mostró receptivo a la idea de esa fuerza multinacional. "La gobernanza de Gaza por entidades palestinas que no sean de Hamás, acompañadas por actores internacionales, es lo que interesa a Israel", explicó este miércoles en televisión.

Las discusiones abarcaron, en un principio, a otros dos países —Arabia Saudí y Baréin—, pero ambos se negaron rápidamente a participar. A Jordania no se le preguntó porque la mayoría de su población es de origen palestino.

Foto: El sistema antimisiles israelí. (Reuters/Amir Cohen)

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, confirmó a medias, el domingo en la televisión CBS, que estaba preparando ese proyecto. "Trabajamos desde hace muchas, muchas semanas en desarrollar un plan creíble de seguridad y gobernanza y de reconstrucción [de Gaza] con estados árabes y otros aliados", explicó.

El primero en lanzar la idea fue, ya en octubre, uno de los predecesores de Gallant, el laborista Ehud Barak, que además de ser primer ministro asumió la cartera de Defensa. Barak apostó por encargar el mantenimiento de la paz a un contingente militar árabe en una entrevista con The Economist.

Plan para "después" de la invasión

El primer problema con el que se enfrenta la Administración Biden para poner en marcha su propuesta es que ni el Gobierno de Israel, ni tampoco el reducido gabinete de guerra, parece tener las ideas claras sobre qué hacer con Gaza cuando remate la invasión.

"Probablemente, tendremos que tener algún tipo de gobierno civil, administración civil, por gazatíes que no estén empeñados en nuestra destrucción, posiblemente, creo, con la ayuda de EAU, Arabia Saudí y otros países que creo que quieren ver estabilidad y paz", afirmó el primer ministro, Benjamín Netanyahu, el viernes pasado en una entrevista con una televisión de EEUU. Aun así, "seguiremos actuando [en Gaza] contra los restos del ejército terrorista", precisó Netanyahu.

A Netanyahu le respondió de inmediato el jefe de la diplomacia emiratí, Abdulá bin Zayed Al Nahyan. "Los EAU rechazan verse involucrados en un plan que dé cobertura a la presencia israelí en la Franja de Gaza", escribió en la red social X. "Los EAU subrayan que cuando se forme un gobierno palestino que responda a las esperanzas del pueblo hermano palestino y este goce de integridad territorial, atribuciones e independencia, nuestro Estado estará totalmente listo para proporcionar cualquier tipo de apoyo a ese Ejecutivo", concluyó.

Foto: Un niño palestino exige que entre el gas para poder cocinar. (Europa Press/Saher Alghorra)

Su pronunciamiento resume la posición de los países árabes consultados por EEUU. Se niegan a poner un pie en Gaza mientras esté allí Israel para no ser tachados de "cómplices del agresor". Buscan además el aval de la Autoridad Palestina que preside desde Ramalah (Cisjordania) Mahmoud Abás. La vertebra Al Fatah, el partido que fue expulsado de Gaza manu militari por Hamás en 2007.

Quieren, por último, que su hipotético despliegue en la Franja como fuerza de paz "esté acompañado de un gesto de EEUU y, a poder ser, de todo Occidente", hacia los palestinos como el reconocimiento de su Estado con las fronteras de los territorios conquistados por Israel 1967, según indica una fuente diplomática.

España está tanteando junto a Irlanda dar el paso del reconocimiento, aunque todavía no hay fecha, junto a otro país europeo, Eslovenia. Media docena de países de la Unión Europea tomaron esa iniciativa años atrás, pero solo uno, Suecia, lo hizo cuando ya pertenecía al club europeo. Cuando el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, estuvo el viernes en Washington, su interlocutor, Antony Blinken, dejó de nuevo claro que EEUU no seguirá esos ejemplos.

Foto: Una visita de Sánchez a Irlanda el pasado 12 de abril. (DPA/Brian Lawless)

Para las tres capitales árabes que han entablado conversaciones con Washington, un hipotético despliegue de sus fuerzas en la Franja es arriesgado. Primero serán, probablemente, criticados desde Teherán o Argel por hacer el juego a Israel. Segundo, un incidente grave con la población civil gazatí o un choque con milicianos de Hamás que hayan sobrevivido puede provocar la ira de la calle en Egipto y en Marruecos.

Los riesgos: protestas sociales

Marruecos es el país árabe en el que ha habido hasta ahora más manifestaciones de solidaridad con Palestina, pequeñas, los viernes a la salida de las mezquitas, y multitudinarias, a veces con cientos de miles de participantes, los fines en semana en Casablanca o Rabat. En ellas se coreaban en libertad eslóganes contra la "normalización" entre Israel y Marruecos.

Cuando algún militante de izquierdas o islamista arremetía en redes sociales contra esa "normalización", es decir, el establecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países en diciembre de 2020, entonces sí fueron reprimidos. Fueron juzgados y condenados.

El último fue, a principios de abril, Abderrahman Zankad, miembro del movimiento islamista no violento Justicia y Caridad, que criticó no solo a las autoridades marroquíes sino a todas aquellas de los países árabes que establecieron relaciones con Israel. Un tribunal de Mohamedia le condenó a cinco años por "ofensas del rey" pese a que argumentó que sus mensajes no estaban dirigidos contra Mohamed VI. Es el monarca quien lleva la política exterior de Marruecos.

Foto: Protesta a favor de Gaza en Beirut, el 14 de noviembre. (EFE/Wael Hamzeh)
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Pese a los riesgos que conlleva y a que es aún un plan muy embrionario, aceptar la petición de la Casa Blanca y sumarse a la operación de mantenimiento de la paz será provechoso para los intereses de Marruecos, según se opina en Rabat. La prensa marroquí resaltó en sus portadas esta posible oferta de Washington, que le servirá para afianzar la relación con la superpotencia y con Israel y recabar su apoyo diplomático y su cooperación militar en la guerra de baja intensidad que libra contra el Frente Polisario e, indirectamente, Argelia.

La estrecha relación que Rabat y Tel Aviv han forjado quedó recientemente puesta de manifiesto por dos datos. El Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo señaló en su último informe que en 2023 Israel se había convertido en el tercer proveedor de armas de Marruecos. El 11% de sus compras procedían de ese país. El primero sigue siendo EEUU.

Marruecos fue, a mediados de marzo, el primer país autorizado por el Ejército israelí a llevar ayuda humanitaria a Gaza por tierra, a través del cruce de Kerem Shalom. Introdujo 40 toneladas que habían llegado previamente al aeropuerto de Ben Gurion. El ministerio de Asuntos Exteriores marroquí lo destacó en un comunicado. Justo antes, el 12 de marzo, había participado, por primera vez, en el lanzamiento de ayuda desde el aire.

¿Soldados marroquíes, egipcios y emiratíes patrullando por la Franja de Gaza en el marco de una operación de mantenimiento de la paz tras la guerra? La idea vuelve a estar sobre el tapete para cuando Israel acabe la ofensiva contra el movimiento palestino Hamás que inició hace más de siete meses.

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