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Reclutas eslovacos: el cóctel nacionalista y prorruso con el que coqueteó el atacante de Fico
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síntoma de la división del país

Reclutas eslovacos: el cóctel nacionalista y prorruso con el que coqueteó el atacante de Fico

Los medios de comunicación eslovacos han descubierto una publicación en Facebook de Juraj Cintula sobre el grupo Slovenskí Branci, de extrema derecha y prorruso

Foto: Robert Fico, antes de ser atacado a tiros en Handlova, Eslovaquia, el 15 de mayo. (Reuters/Radovan Stoklasa)
Robert Fico, antes de ser atacado a tiros en Handlova, Eslovaquia, el 15 de mayo. (Reuters/Radovan Stoklasa)

"Los reclutas eslovacos no se preparan para la batalla, sino para la defensa. Si alguien les dice que se están preparando para la guerra, no les crean. Su tarea principal es proteger a los habitantes, el país, las tradiciones, la cultura: son patriotas". En 2016, un escritor y poeta eslovaco prácticamente desconocido en la esfera internacional escribía estas palabras en su perfil de Facebook. Hablaba de Slovenskí Branci, un grupo paramilitar nacionalista que reclutaba a jóvenes para ayudar a los habitantes en tiempos convulsos, pero que pasó a la posteridad por su narrativa centrada en la extrema derecha y con fuertes vínculos prorrusos.

El escritor que apoyaba a esta organización es Juraj Cintula, el presunto autor del intento de magnicidio contra el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, este miércoles. Según el presidente electo del país, Peter Pellegrini, el primer ministro está consciente. Fico ha vuelto a ser operado durante dos horas y "su estado es estable", pero continúa "muy grave", de acuerdo con el viceprimer ministro, Robert Kaliňák. La policía detuvo al sospechoso y lo ha acusado de "intento de asesinato premeditado por venganza", un delito por el que se enfrenta a una pena de entre 25 años y cadena perpetua.

Cintula, de 71 años y fundador de la plataforma política llamada Movimiento contra la Violencia, habría actuado en solitario y motivado por su oposición a las políticas del Gobierno, marcadas por su discurso nacionalista y antiinmigración, así como por retirar el apoyo militar a Ucrania, aunque mantiene la humanitaria y civil. A pesar de que el ataque parece que no se llevó a cabo con el respaldo o beneplácito de ninguna organización, el pasado de Cintula ha estado en el punto de mira. Especialmente la publicación en la que aplaude a Slovenskí Branci, que se traduce como "reclutas eslovacos".

"Por lo que sabemos, el líder del grupo paramilitar entrenó en Rusia. No hay duda sobre sus conexiones. También sabemos que fomentaban teorías de la conspiración, como presuntos complots de EEUU en el país o teorías sobre las consecuencias de las vacunas durante el covid", explica Victor Breiner, analista eslovaco del instituto European Values Center for Security Policy y experto en amenazas híbridas, a El Confidencial.

Detrás de Slovenskí Branci está Peter Švrček. Cuando estaba formando la organización pasó tres semanas en Rusia, durante las cuales fue formado por exsoldados de Spetsnaz, los comandos de fuerzas especiales de élite rusos. Cuando volvió a Eslovaquia, empezó a enseñar a sus "reclutas" todo lo que había aprendido.

Poco a poco, los vínculos de la organización con organizaciones rusas fueron cada vez más evidentes. Según medios locales como Vsquare, Slovenskí Branci cooperaba con la rama eslovaca de la banda de motociclistas Night Wolves (Lobos Nocturnos), un club con un vínculo muy estrecho con Vladímir Putin y conocido por sus posicionamientos prorrusos, homofóbicos y sexistas. Algunos de los miembros del grupo eslovaco recibieron adiestramiento del club de motociclistas y Švrček fue invitado a la fiesta de inauguración de la sede de Night Wolves en Eslovaquia, junto con representantes de la embajada rusa.

Las ideas del líder del grupo quedaron plasmadas en el documental Cuando llegue la guerra, en el que las cámaras siguieron de cerca los entrenamientos de la organización paramilitar. Peter Švrček se mostró en contra de un Estado que considera demasiado débil y que está bajo el control de Bruselas. Europa se encuentra, además, en un momento crítico por el aumento de la migración y considera que la OTAN "es una odiada fuerza ocupante". La única solución para hacer frente a estos problemas es la fuerza y la determinación que afirma que tienen sus "reclutas eslovacos".

La mayoría de interesados en unirse a estas bandas son jóvenes adolescentes fanáticos de temas militares y de deportes en los que se utilizan armas, como las pistolas de aire comprimido y el paintball. El director del documental, Jen Gebert, explicaba además que los potenciales aspirantes más interesados forman parte de la clase media. "Lo que nos demuestra que esta ideología ya está muy cerca de todos nosotros. No es un problema de los márgenes de la sociedad, es un problema de la clase media", dijo en una entrevista con Vsquare.

Al borde de una 'guerra civil'

Slovenskí Branci anunció oficialmente su disolución en octubre de 2022, sin especificar los motivos. Pero la esencia de organizaciones como esta sigue muy presente en el país. "La situación ha cambiado mucho en los últimos años y ahora vivimos en un momento político muy radicalizado y con operaciones intensas por parte de Rusia. Esto pasa en todo el continente, pero aquí lo vemos especialmente", subraya Victor Breiner en entrevista con este periódico.

Los vínculos de Rusia en el país han estado en el punto de mira desde que Robert Fico llegó al poder. Además de poner en duda las ayudas a Ucrania, el primer ministro publicó un vídeo en el segundo aniversario de la invasión a gran escala en el que describió la guerra como parte de una estrategia occidental para demonizar y destruir a la Federación Rusa. Asimismo, se ha mostrado muy crítico con la estrategia de Occidente, especialmente de la UE, para acabar con el conflicto.

El ataque ha provocado un aumento de la tensión en un país dividido entre facciones proeuropeas y facciones nacionalistas, encabezadas por Fico. Horas después de que el mandatario fuera disparado cinco veces, su ministro de Interior se dirigía a una Eslovaquia conmocionada. Matus Sutaj Estok, pidió el fin del lenguaje violento y los ataques en las redes sociales que han llegado a definir la política eslovaca en la era Fico. "Quiero hacer un llamamiento al público, a los periodistas y a todos los políticos para que dejen de difundir el odio", afirmó. "Estamos al borde de una guerra civil", aseguró.

Sin embargo, algunos periodistas apuntan a que los discursos de odio están, en muchas ocasiones, fomentadas por el propio Fico. En varias ocasiones, el primer ministro ha criticado duramente a los medios de comunicación y ha presentado a los periodistas como enemigos del Estado. En este sentido, el Partido Nacional Eslovaco, de extrema derecha y socio de Gobierno de Fico, llegó a proponer que Radio Eslovaquia Internacional —la radiodifusora internacional del país— pasara de ser un medio de servicio público a uno de propiedad estatal.

"Han consolidado su poder como ha hecho Viktor Orbán en Hungría y creo que no lo perderán. Se harán con el control de los canales para mandar sus mensajes y ganar las siguientes elecciones. No cambiarán sus políticas y después de lo que le ha pasado a Fico no tengo dudas de que seguirán gobernando a pesar de sus polémicas medidas", sostiene Victor Breiner.

Moscú enchufa la manguera

En medio de un ambiente tenso en el país, la maquinaria de desinformación rusa no esperó a conocer los detalles del intento de magnicidio para empezar a poner a rodar sus narrativas. El punto central era vincular el ataque contra el primer ministro a su postura crítica con el apoyo occidental a la causa ucraniana y sus simpatías prorrusas. Un argumento desperdigado, en diferentes variantes pero de forma aparentemente coordinada, por toda la pirámide de propaganda rusa; desde medios estatales, pasando por canales de Telegram y bots en todo tipo de redes sociales.

"Las cuentas que forman parte de todo este ecosistema prorruso salieron a decir al unísono que el sospechoso era parte de Progresistas Eslovacos, un partido pro OTAN y pro occidental, pese a que no hay ninguna prueba y que el propio líder del partido lo ha desmentido. No se trata de personajes aislados y anecdóticos, sino de miles de cuentas con el modus operandi habitual", comenta Jesús Pérez Triana, analista de defensa en El Confidencial. "Esto es una narrativa que ellos han improvisado, como hacen con cualquier acontecimiento. Se inventan un significado político sobre la marcha rápidamente y llenan el vacío informativo dando ideas y significado. Es su 'manguera de la desinformación': lanzan un millón de teorías absurdas para tenernos a todos gastando energía y tiempo en seguir su ritmo", agrega.

Incluso antes de que el atacante fuera identificado por las autoridades, varias figuras periodísticas rusas como Margarita Simonyan, editora jefe del medio estatal RT, ya habían asegurado en su cuenta de Telegram que el crimen contra Fico había sido por su cercanía al Kremlin.

Estas acciones, consideradas de guerra híbrida por los analistas militares, tienen su efecto en el debate público. La toxicidad en redes en Eslovaquia se disparó un 60% tras el intento de asesinado de Fico, según datos compilados por la firma de análisis digital eslovaca Elv.ai, que analiza todo tipo de comentarios de odio con elementos racistas, xenófobos, amenazas violentas, justificaciones del ataque, etc.

Foto: Pedro Sánchez durante una sesión del Consejo Europeo en Bruselas. (Reuters/Johanna Geron)

"Lo que vimos ayer nos impactó a todos. Es natural que en episodios importantes para nuestra sociedad se observe un incremento de la actividad en redes sociales. Y también que en algunos, como las elecciones y en eventos deportivos, el nivel de toxicidad de las publicaciones también aumente. Pero el ataque contra el primer ministro Fico ha subido el nivel de odio en las redes sociales a niveles que nunca habíamos visto antes", aseguró Jakub Šuster, consejero delegado de Elv.ai.

"Es una situación sin precedentes en la que la Policía ha tenido que pedir a los medios que desactiven los comentarios. No recuerdo nada así en nuestra historia", agregó Šuster, cuyo informe reveló que dos de 10 mensajes en redes tras el intento de asesinato caían en la categoría de "tóxicos", una proporción inaudita.

Antes de las elecciones eslovacas de 2023, la Unión Europea se puso "en alerta máxima" para lidiar con la oleada de desinformación en redes sociales que buscaban aumentar la crispación en los comicios parlamentarios. La propia jefa de asuntos digitales de la UE, Věra Jourovám, advirtió entonces de que el país era una "caso de estudio" sobre cómo funcionaba esta "multimillonaria arma de desinformación masiva" dirigida por Moscú.

"Rusia está embarcada en una guerra ideológica para contaminar el espacio informativo con medias verdades y mentiras, y crear una falsa imagen de que la democracia no es mejor que la autocracia", avisó entonces la alta funcionaria europea.

Los académicos recuerdan que la exposición a comentarios negativos en redes sociales —que actúan como cámaras de eco— puede azuzar la polarización política de las audiencias y favorecer discursos y comportamientos radicales, tanto de la base como de los líderes. Y los propagandistas rusos lleva años medrando en el panorama mediático eslovaco.

"En cuestión de horas, decenas de miles de usuarios en redes sociales estaban culpando del atentado a una combinación de operativos ucranianos y europeos", dijo en un informe Emerson T. Brooking, especialista en medios digitales de The Atlantic Council y coautora de LikeWar: The Weaponization of Social Media. "Esa misma tarde, la policía eslovaca emitió un comunicado en su página de Facebook instando a que tanto medios como el público general se abstuviera de comentar en los foros para aplacar la oleada de peligrosas especulaciones y discursos de odio", concluyó.

"Los reclutas eslovacos no se preparan para la batalla, sino para la defensa. Si alguien les dice que se están preparando para la guerra, no les crean. Su tarea principal es proteger a los habitantes, el país, las tradiciones, la cultura: son patriotas". En 2016, un escritor y poeta eslovaco prácticamente desconocido en la esfera internacional escribía estas palabras en su perfil de Facebook. Hablaba de Slovenskí Branci, un grupo paramilitar nacionalista que reclutaba a jóvenes para ayudar a los habitantes en tiempos convulsos, pero que pasó a la posteridad por su narrativa centrada en la extrema derecha y con fuertes vínculos prorrusos.

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