Blanquear a las SS es el límite: Le Pen rompe con AfD en la Eurocámara tras meses de tensiones

Reagrupación Nacional (RN), el partido de Marine Le Pen, ha tenido suficiente. Este martes, el jefe de la campaña europea de RN ha anunciado en una entrevista con el periódico francés Liberation que la formación de extrema derecha no compartirá grupo en el próximo Parlamento Europeo con Alternativa para Alemania (AfD) tras cinco años sentándose juntos en la bancada de Identidad y Democracia (ID), el sector más radical de la extrema derecha europea. El detonante han sido un entrevista con el periódico italiano La Repubblica del eurodiputado Maximilian Krah, cabeza de lista de AfD a las elecciones del 9 de junio, en las que aseguró que "nunca diría que todo hombre que llevara un uniforme de las SS fuera automáticamente un criminal".

Las declaraciones han sido la gota que ha colmado el vaso para la formación de Le Pen, que está capitaneada en estas elecciones europeas por el joven eurodiputado Jordan Bardella, actual presidente del partido. El RN ya ha tenido momentos de tensión antes con el AfD, especialmente después de que se conociera una reunión de miembros del partido en el que se discutió un plan para expulsar a millones de ciudadanos de Alemania de origen inmigrante, algo que provocó protesta masivas en todo el país. Le Pen dejó claro que se encontraba "en total desacuerdo" con aquel plan, y ya en enero planteó la posibilidad de que AfD y RN no compartieran grupo.

Le Pen tiene la vista puesta en las elecciones presidenciales de 2027, cuando Emmanuel Macron, actual presidente de la república, no podrá volver a presentarse. Tras llegar en dos ocasiones a la segunda vuelta, Le Pen está intentando moderar su discurso y sus formas, rodeándose de nuevos asesores e intentando ser más aceptable para el centro-derecha y para los liberales de las grandes ciudades francesas. En ese proceso, la veterana líder de extrema derecha necesita ser vista como una opción potable, homologable a otras opciones ultraconservadoras aceptadas a nivel europeo, como por ejemplo ha conseguido Giorgia Meloni con Fratelli d’Italia.

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La gran pregunta es qué ocurrirá en julio, cuando se conforme la Eurocámara. En estos momentos no está claro si RN tratará de forzar a que AfD abandone el grupo de ID, o si será el propio Bardella y los suyos, que se sitúan primeros en las encuestas francesas de cara a las elecciones europeas, sacando más de diez puntos de ventaja a la formación de Macron, los que dejen el grupo.

En ese caso, ¿qué pasaría? El siguiente grupo de la extrema derecha, más cerca del Partido Popular Europeo (PPE) son los Conservadores y Reformistas (ECR), la familia política europea liderada por Meloni. Sin embargo, para Le Pen y los suyos hay un problema mayúsculo en este grupo: en él se encuentra Reconquête!, el partido de Eric Zemmour, que llevará como cabeza de lista a Marion Merenchal, sobrina de Le Pen.

En las encuestas el grupo ID está manteniendo un pulso con Renew Europe (liberales), la familia política de Macron, y ECR para intentar lograr la tercera plaza en la Eurocámara. Cualquier baile de escaños será fundamental en esa carrera, que es clave para el reparto de cargos dentro del Parlamento Europeo y para controlar algunos engranajes de la institución. Entre otros escaños que todavía no está claro dónde irán a parar están los de Fidesz, el partido del autoritario primer ministro Viktor Orbán, que sin embargo sí ha indicado su voluntad de formar parte de ECR.

La sombra del espionaje chino

La frase sobre las SS no ha sido la última polémica que ha envuelto a Maximilian Krah. A principios de mayo, se registró la oficina en Bruselas de Jian G., el asistente parlamentario del eurodiputado alemán. Semanas antes, el ciudadano chino había sido detenido por las autoridades alemanas, acusado de espiar para China desde 2019. Según las sospechas, el asistente del político del partido Alternativa para Alemania había facilitado información sobre las negociaciones y decisiones en el Parlamento Europeo, y también habría trasladado al gigante asiático información relativa a disidentes chinos en Alemania.

Krah afirmó que ningún otro miembro de su equipo está involucrado en el caso, y que Jian G. había sido despedido tras las acusaciones. "Estoy muy interesado en aclarar esto y me esforzaré por descubrir de qué se le acusa exactamente", dijo Krah, y añadió que reconstruiría todo el trabajo de su exasistente. Sin embargo, el político ha estado en el punto de mira por su relación cercana a la empresa tecnológica china Huawei, precisamente en un momento el que los intentos de injerencias extranjeras, sobre todo de países como China y Rusia, son una de las principales preocupaciones de los líderes europeos antes de los comicios.

El alemán, a pesar de los temores y de los reproches de algunos funcionarios europeos, renunció a dejar de lado su puesto como cabeza de lista en las elecciones europeas. "Pero si creen que este es mi fin como candidato principal, debo decepcionarlos. Soy y seguiré siendo el principal candidato. De lo que se trata ahora es de reorientar la campaña electoral hacia las cuestiones europeas y de alejarnos de este asunto tan desagradable", señaló en una comparecencia después de que su oficina fuera registrada.

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Las acusaciones del asistente del político ultraderechista conmocionaron a Bruselas, y se produjeron semanas después de que otros tres ciudadanos alemanes fueran arrestados bajo sospecha de trabajar con el Ministerio de Seguridad del Estado de China para entregar tecnología que podría usarse con fines militares. Los dos casos, sin embargo, no estaban relacionados. La ministra del Interior alemana, Nancy Faeser, afirmó que el Gobierno estaba monitoreando lo que calificó como una "amenaza significativa" por el espionaje de Pekín en ámbitos como los negocios, la industria y la ciencia. "Observamos muy de cerca estos riesgos y hemos advertido y concienciado claramente sobre ellos para que se incrementen las medidas de protección en todas partes", dijo en un comunicado.

El Gobierno chino, por su parte, ha calificado las acusaciones de espionaje en Europa como una exageración. "Su objetivo es desacreditar y reprimir a China", dijo portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin.