La incómoda realidad detrás de la crisis con Milei: su popularidad no para de crecer

Más de tres millones de argentinos cayeron en la pobreza durante el primer trimestre del año, según un estudio de la Universidad Torcuato Di Tella. Las pensiones han perdido un tercio de su poder adquisitivo en el mismo periodo. El país, en recesión. Grandes protestas estudiantiles y sindicales en la calle. Una región, Misiones, ha estado estos días al borde del estallido social. Los brotes verdes, como el primer superávit financiero trimestral desde 2008 o una bajada de la inflación mensual al 8% desde el 25% de diciembre, no han supuesto la mejora de la situación en la calle.

A pesar de todo ello, el apoyo a Javier Milei permanece inquebrantable e, incluso, las más recientes mediciones apuntan un crecimiento de la popularidad del presidente argentino, que ha logrado convencer a los suyos de que, tras la oscuridad, viene la luz. Las cifras de las encuestadoras, que los opositores cuestionan en la calle y no se explican, parecen coincidir. Milei es el segundo presidente más popular de Sudamérica, después del ecuatoriano Daniel Noboa, según la medición de mayo de la consultora argentina CB. El 54,8% de la población tiene una imagen positiva del presidente argentino, según esa encuesta. Son 2,2 puntos más que en abril.

La aceptación de Milei, según otro sondeo de la agencia OpinaArgentina, creció del 51% al 53% en las últimas semanas, y es especialmente relevante entre los hombres (57%), los jóvenes (60%) y la clase media (60%). "Prácticamente todos los votantes de elecciones generales de Milei siguen respaldando al presidente", destaca el informe. Otra firma, Giacobbe, sitúa la imagen positiva de Milei en un 52,4%, cercano al 55,6% con el que ganó los comicios.

"Milei ha logrado generar expectativas de futuro en la gente. Hay una convicción de que hay luz al final del túnel y de que eventualmente vamos a llegar a un punto en el que Argentina va a mejorar. Ha sido hábil centrando el problema en la inflación, que es prácticamente la única prioridad del Gobierno y algo que está muy presente en la ciudadanía Argentina", expone Nayet Kademián, politóloga de la Universidad Católica de Córdoba (UCC), estudiante de doctorado en Ciencia Política por la Universidad Nacional de San Martín, y analista, a El Confidencial.

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Pone, eso sí, asteriscos a los brotes verdes económicos. "El 30% el superávit fiscal fue financiado por jubilaciones y pensiones, y también fue importante los recortes en obra pública. Han sido muy estratégicos ajustando a los sectores que tienen más dificultades para movilizarse", acota Kademián, destacando que Milei dijo en campaña que iba a haber dificultades. "Ahí hay algo de honestidad que la gente, de alguna manera, valora", cree la analista.

Hay, sin duda, un núcleo duro que cree en la capacidad de Milei de reactivar la economía. "La gente ve con buenos ojos, a pesar de las consecuencias negativas colaterales que tiene, el reordenamiento de algunas cuestiones elementales en la economía como el desmedido gasto público, y la impresionante emisión monetaria que dejó al país al borde de la hiperinflación, a pesar de que, por supuesto, todavía hay dudas de si este modelo económico puede ser exitoso, porque está condicionado por cuestiones políticas. Por ejemplo, Milei no ha podido aprobar una sola ley en casi siete meses de Gobierno", considera, por su parte, Patricio Giusto, consultor político, docente universitario y director del Observatorio Sino Argentino.

"En estos momentos hay una especie de primavera en la percepción de la gente sobre la gestión de Milei. Ha logrado convencer de la idea del esfuerzo de los primeros meses, que no van a ser meses, sino mucho más tiempo", cree el analista Esteban Regueira. En este sentido, la mayor parte de los ciudadanos argentinos es consicente de que los problemas económicos no empezaron con Milei, y que la situación de inflación y de pobreza ya era insostenible en el Gobierno anterior de Alberto Fernández.

El perfil mayoritario del apoyo a Milei parece bastante claro: hombre joven. "Para ciertos jóvenes el momento en el cual tomaron conciencia política se dio con el Gobierno de Mauricio Macri, que en términos económicos no logró satisfacer las expectativas, o con la administración de Fernández, que tampoco lo logró. Creo que para esos jóvenes es bastante lógico el apoyo hacia Milei porque estamos con un trasfondo de precarización, de pobreza, que aumenta y el presidente se presenta como alternativa viable y da promesas", cree Kademián. La situación es distinta con las mujeres. "Hay una fuerte diferencia por género. Es lo que se está observando en distintos estudios de opinión pública en occidente. Las mujeres están teniendo posturas políticas más progresistas", reflexiona la analista.

La gran entrada del 'outsider' político

No todo tiene que ver con ideología económica pura y dura. Los seguidores de Milei en la calle aludían constantemente en campaña a unos líderes sindicales que viven alejados de los problemas financieros de la mayoría de la población, criticaban con dureza la administración de los planes sociales por parte de organizaciones de izquierda denunciadas por obligar a la gente a marchar bajo castigo de retirar parte de la ayuda si no lo hacen o de administrar discrecionalmente la ayuda que se da en los comedores sociales. Tampoco mentaban a los empresarios que hacen dinero subiéndose a la ola del proteccionismo del país o las dificultades para dar empleo debido a las grandes regulaciones. Ese sentimiento, sea o no preciso, permanece en la calle, según los analistas, y más tras el reciente escándalo surgido en el seno de las organizaciones sociales.

"Todos esos son elementos que la gente repudia, detesta, y permitieron que un outsider político, a los gritos, en los medios, sin ninguna experiencia y rodeado de gente sin experiencia llegase al poder. Milei se sostiene sobre el rechazo a todo eso que él sintetiza como la casta", considera el analista Giusto.

Kademián añade: "Es muy importante que haya un programa de transferencias, que son políticas sociales pragmáticas, y gran parte de ese gasto social pasa por canales discrecionales. Milei pone eso como si fuera un problema estructural, sistemático y planificado, y no hay registros o estudios de que así sea. Él ha sido muy exitoso logrando instalar a esos actores como parte de la casta que él denuncia".

"A eso se le añade que el peronismo ha perdido de alguna manera a su sujeto político, que tradicionalmente fue el trabajador formal, sobre el que se estructuraba el sistema de protección social y de derechos, y hoy tenemos un país donde la tasa de informalidad es prácticamente del 50%. A eso se le añade que gran parte de los trabajadores formales en Argentina ahora son pobres, y esto no es algo de los últimos meses, sino que viene de los últimos años. Ahí hay algunos indicios que atender y en esta lucha contra la casta hay distintas cosas que se mezclan", reflexiona la analista.

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Paradójicamente, el 75% de los encuestados por OpinaArgentina cree que el ajuste lo están pagando las personas normales y no la casta. Eso no afecta a la popularidad de Milei. "El argentino promedio sabe mucho de economía, porque estamos acostumbrados a vivir con inflación, y la gente sabía muy bien que la emisión genera inflación y que no se puede vivir en déficit. Algún ajuste iba a ser necesario. Si hubiese ganado Sergio Massa las elecciones, probablemente también se hubiesen tomado medidas en esta línea", cree Kademián.

Otro de los factores de la popularidad de Milei, consideran los analistas, es la desorganización de la oposición, que aún se encuentra encajando el golpe de las elecciones. Milei es el político mejor valorado del país y le suceden en la lista algunos de sus correligionarios. Los opositores no están en los primeros puestos. La imagen positiva de Cristina Fernández Kirchner es del 20,4%, más de treinta puntos menor que la de Milei.

"Cuando la gente mira alguna alternativa posible, lo que ve es el abismo. Al kirchnerismo, con figuras totalmente desgastadas, con el último gobierno que fue desastroso. Tampoco hay alternativas a la centroderecha. Mauricio Macri acaba de asumir la presidencia de su partido desde un Zoom, poque ni siquiera pudo reunir una cantidad de dirigentes importante como para hacer un evento y hay importantes referentes de su espacio, como la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que están proponiendo una fusión de su formación con La Libertad Avanza", expone Giusto.

Un incidente "absurdo" con España

Milei, en cualquier caso, ha comenzado a dar pasos hacia el pragmatismo para intentar mantener un apoyo que sabe perfectamente que es volátil y, además, para lograr aprobar sus leyes de ajuste en un Congreso donde, por ahora, no ha celebrado una sola victoria. "Ellos están viendo que tienen que frenar un poco con la política de ajuste o aplazarla un tiempo. Por eso los aumentos en los transportes públicos que estaban previstos se frenaron e incluso la ley de bases se da prácticamente por descartada. Veremos cómo sigue. Hoy la realidad es que gran parte de la sociedad, sobre todo en los centros urbanos, está apoyando sus medidas. Quedaría por ver el impacto que tienen los problemas que se están suscitando en el interior del país", reflexiona el analista Regueira.

A la reactivación económica que busca el presidente podría no venirle bien, eso sí, la crisis diplomática con España. "Es un incidente totalmente absurdo, innecesario, y que se suma a otras provocaciones a China, a Brasil, y a insultos con los presidentes de Colombia y de México. Es un estilo de diplomacia personalista, que se basa en los impulsos del presidente, y eso nos lleva a dañar relaciones de manera tan insólita como con España, uno de los países con los que tenemos más antiguas y mejores relaciones del mundo y a nivel económico es el segundo inversor en el país", considera Giusto.

"La lectura desde el riñón libertario es que les beneficia, porque les da más visibilidad internacional a Milei en el marco de su posicionamiento como representante de las ideas de la libertad contra los socialistas decadentes, entre los cuales estaría, por supuesto, Milei, pero yo hago una lectura más tradicional de las relaciones internacionales y diría que, a la larga, lo termina perjudicando. No solo afecta a nuestras relaciones con España y la UE, sino que daña la imagen internacional y la seriedad que necesita transmitir Argentina, en este momento, para que la gente quiera venir a invertir, que es lo que necesita Milei en este momento económico. Va a afectar seriamente el éxito de su programa económico. Para las grandes inversiones esto tiene muchísimo impacto", remarca el analista.

Milei no parece querer enfriar la disputa y, a pesar de que el Gobierno español ha retirado definitivamente a la embajadora en Argentina, el inquilino de la Casa Rosada no parece dispuesto a dar marcha atrás en el conflicto diplomático.