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El mundo al revés de los nórdicos: subidón de la izquierda y batacazo 'ultra' en las europeas
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El mundo al revés de los nórdicos: subidón de la izquierda y batacazo 'ultra' en las europeas

En Finlandia, Suecia y Dinamarca, los partidos socialdemócratas, verdes y de izquierdas fueron los claros ganadores de la noche, mientras que los partidos de extrema derecha sufrieron en las urnas

Foto: La líder de la Alianza de Izquierda finlandesa y la futura eurodiputada más votada del país, Li Andersson. (Reuters/Lehtikuva Roni Rekomaa)
La líder de la Alianza de Izquierda finlandesa y la futura eurodiputada más votada del país, Li Andersson. (Reuters/Lehtikuva Roni Rekomaa)
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En medio de unas elecciones europeas marcadas por el ascenso de la ultraderecha y la debilidad de la izquierda, los Estados nórdicos de la UE giraron en la dirección inversa. En Finlandia, Suecia y Dinamarca, los partidos socialdemócratas, verdes y de izquierdas fueron los claros ganadores de la noche, mientras que los partidos de extrema derecha sufrieron un considerable batacazo electoral.

En Finlandia, el centroderechista Partido de Coalición Nacional (NCP) del primer ministro Petteri Orpo obtuvo su esperada victoria con un 24,8 % de los votos. La gran sorpresa de la jornada, sin embargo, la dio la Alianza de Izquierda, que quedó en segundo lugar con un histórico respaldo del 17,3 % de los votantes, un aumento de 10,4 puntos con respecto a las elecciones de 2019. Un resultado que permitió a la formación asegurar tres de los 15 escaños de Finlandia en el Parlamento Europeo, frente al único escaño que obtuvieron en la elección anterior.

En un país que permite el voto directo a los candidatos, la líder izquierdista Li Andersson recibió casi tres veces más votos que la segunda candidata más popular, la eurodiputada del NCP Henna Virkkunen. "Siento como si estuviera en algún tipo de shock. No podría estar más feliz", declaró Andersson a la emisora nacional YLE. El tercer lugar, con el 14,9% de los votos, fue para los socialistas, que mantuvieron sus dos escaños.

Por otro lado, el ultraderechista Partido de los Finlandeses, que forma parte del gobierno de coalición de Orpo, vio caer drásticamente su apoyo, obteniendo tan solo un 7,6% de los votos —6,2 puntos menos que en 2019— y un único escaño. "Esto es un llamado de atención para nuestro partido. Ahora debemos activar más nuestras políticas de la UE", declaró Sebastian Tynkkynen, quien será el único representante del partido en el Parlamento Europeo, a la misma cadena.

En parte presionado por su pertenencia a la coalición de Gobierno, el Partido de los Finlandeses se vio obligado a anunciar antes de los comicios que abandonaba la búsqueda de una salida de Finlandia de la Unión Europea. Su programa electoral señalaba, por primera vez, que no era realista esperar que el país deje unilateralmente el bloque en el futuro cercano. Aunque antes defendían un "Brexit finlandés" como objetivo estratégico a largo plazo, ahora reconocían que una salida así probablemente solo podría ocurrir junto al resto de países nórdicos.

Esta misma dinámica de unirse al Ejecutivo para caer en las urnas se vio replicada por los Demócratas Suecos (SD), un partido de extrema derecha y marcadamente antiinmigración que apuntala al gobierno conservador de Ulf Kristersson. Los análisis previos vaticinaban que volverían a convertirse en el segundo más votado, como sucedió en las elecciones generales del país en 2022. En cambio, solo obtuvieron el 13,4% de los votos, 7,1 puntos menos que en los comicios dos años atrás, y bajaron al cuarto puesto con tres escaños. Fue la primera vez en la historia del partido, fundado en 1988, en la que perdió terreno en las urnas.

El SD se vio especialmente perjudicado por un escándalo en el que se reveló que el partido había involucrado a su personal de comunicaciones en una "granja de trolls" que realizaba campañas de desprestigio en redes sociales contra rivales políticos, incluso dentro de la coalición de gobierno que supuestamente respalda. "No se nos ha permitido hablar sobre cómo vamos a mejorar Europa, sino que hemos tenido que responder preguntas completamente diferentes", criticó Jimmie Akesson, el líder de la formación ultra, durante un mitin en la noche del domingo.

Los mayores vencedores de la noche fueron los socialdemócratas, que obtuvieron un 25,1% de los votos y cinco eurodiputados de un total de 21, repitiendo su buen resultado de 2019. Al mismo tiempo, el Partido Verde superó a los ultraderechistas para convertirse en el tercer partido más votado, con un 13,6% de los votos —un aumento de 2.1 puntos— y tres escaños. Y la formación que más creció fue el Partido de Izquierda, que logró 4,3 puntos más y un 11,1% de los votos.

En Dinamarca, la Izquierda Verde dio la sorpresa y se convirtió por primera vez en el partido más votado en unas elecciones, obteniendo el 17,4% de los votos y tres escaños. En segundo lugar, quedaron los socialdemócratas de Mette Frederiksen, la actual primera ministra danesa, con el 15,6% de los votos —una caída, eso sí, de más de cinco puntos con respecto a 2019— y también tres eurodiputados. Mientras tanto, los ultraderechistas Demócratas de Dinamarca y Partido Popular Danés solo obtuvieron un escaño cada uno.

Dinamarca se había visto sacudida el pasado viernes por un ataque contra la primera ministra Frederiksen, quien fue golpeada por un hombre en una plaza de Copenhague. Aunque no asistió a ningún evento de la noche electoral, la mandataria comentó en redes sociales los resultados, lamentando una caída de votos hacia su partido, pero destacando la cercanía política de la Izquierda Verde con los socialdemócratas. "En gran parte de Europa, la derecha ha logrado avances significativos. En Dinamarca, destacamos por lo contrario", celebró en una publicación en Instagram.

En medio de unas elecciones europeas marcadas por el ascenso de la ultraderecha y la debilidad de la izquierda, los Estados nórdicos de la UE giraron en la dirección inversa. En Finlandia, Suecia y Dinamarca, los partidos socialdemócratas, verdes y de izquierdas fueron los claros ganadores de la noche, mientras que los partidos de extrema derecha sufrieron un considerable batacazo electoral.

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