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"Habrá más violencia": AfD consolida su poder en las europeas tras una agresiva campaña
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"Habrá más violencia": AfD consolida su poder en las europeas tras una agresiva campaña

Alternativa para Alemania se ha posicionado como la segunda fuerza en las elecciones europeas, después de una campaña marcada por la violencia y el miedo al auge de la ultraderecha

Foto: Alice Weidel y Tino Chrupalla, líderes de Alternativa para Alemania, tras conocer el resultado en las elecciones europeas. (EFE / Filip Singer)
Alice Weidel y Tino Chrupalla, líderes de Alternativa para Alemania, tras conocer el resultado en las elecciones europeas. (EFE / Filip Singer)
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Fue un resultado "maravilloso". Maximilian Krah, el candidato del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), ha sido uno de los más polémicos de la campaña de las elecciones al Parlamento Europeo. Los escándalos en los que se ha visto envuelto no han impedido, sin embargo, que la formación logre su mejor resultado hasta la fecha en los comicios europeos con el 15,9% de las papeletas, por detrás de la oposición conservadora de la Unión —la suma de los democristianos de la CDU y su socio CSU—. "A pesar de todas las campañas de desprestigio, hemos abierto oportunidades completamente nuevas para la política patriótica", escribió Krah.

Los ultraderechistas han obtenido una mayoría del apoyo por parte de los votantes del este del país, en los estados que forman la antigua República Democrática Alemana (RDA). Además, los resultados han sido especialmente buenos entre los votantes más jóvenes, sobre todo entre los menores de 24 años. "Ahí es donde quería llegar, y es solo el comienzo". Para otros, el resultado puede ser un cambio peligroso. "El hecho de que AfD parezca el segundo partido más fuerte en Alemania es una señal de alarma. Este es un día realmente malo para Alemania", dijo Reiner Haseloff, el primer ministro de Sajonia-Anhalt y miembro de la Unión Demócrata Cristiana (CDU).

El segundo puesto de Alternativa para Alemania, a pesar de que los sondeos vaticinaban un aumento de los votos con respecto a 2019, no fue un secreto a voces. El partido de extrema derecha ha estado rodeado de varios escándalos en los últimos meses, la mayoría centrados en Maximilian Krah. Después de que uno de sus asesores fuera investigado y arrestado por trabajar para el Gobierno de China, Krah dijo que no todos los miembros de las SS de Adolf Hitler eran necesariamente criminales. Esa fue una línea roja incluso para políticas como Marine Le Pen, que decidió expulsar a AfD del grupo derechista Identidad y Democracia (ID).

Meses antes, el partido alemán volvió a estar en el centro de la polémica después de que saliera a la luz una reunión de miembros de la formación con grupos neonazis, en la que discutieron un plan para deportar a millones de extranjeros. La medida provocó que miles de personas salieran a las calles en varias ciudades del país para condenar al partido, e incluso pedir su ilegalización.

Esas pancartas que tomaron las calles de Alemania con mensajes como "AfD es un partido nazi" podrían haber vaticinado una debacle de una formación que, por el contrario, ha ganado respaldo social. "El partido ha obtenido una gran victoria y será más difícil ignorarlos para un futuro gobierno de coalición. Sin embargo, su victoria fue en un porcentaje menor que su participación en las elecciones recientes. De modo que su marcha hacia el poder está todavía relativamente lejos de ser una presunción. Parte de su credibilidad está directamente ligada al éxito ruso en la guerra de Ucrania, que parece poco probable que cambie este año", apunta John Marhsall, profesor del Instituto de Política Mundial y coordinador de la asociación de Ciencias Políticas del Grupo de Estudios Alemanes de Reino Unido, a El Confidencial.

Los resultados de las elecciones europeas han puesto el broche a una campaña electoral marcada por la violencia y que no ha dado tregua hasta el último momento. Este sábado, dos concejales del partido de ultraderecha denunciaron que fueron atacados por individuos enmascarados a la salida de una cafetería en la ciudad de Karlsruhe, en el suroeste del país, según fuentes policiales. Previamente, este mismo sábado, otro miembro de Alternativa para Alemania ha sido agredido en la ciudad de Dresde. Heinrich Koch, candidato de AfD a las elecciones municipales de Mannheim, resultó herido tras ser atacado con un cuchillo, después de que sorprendiera a tres personas arrancando carteles de campaña.

Foto: Los líderes de Alternativa para Alemania (AfD),  Alice Weidel y Tino Chrupalla (Reuters/Annegret Hilse)

Uno de los líderes de AfD, Tino Chrupalla, dijo "la campaña electoral ciertamente fue un poco agitada, pero estamos acostumbrados a los vientos en contra y eso nos hace más fuertes". Además, dijo que el "fuego mediático constante" contra su partido no había tenido ningún efecto.

'Se ha roto el consenso'

Los últimos meses han recordado en algunas ocasiones a un momento de la historia que muchos alemanes temen especialmente. Antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial, durante la República de Weimar, un estallido de violencia política sacudió el país. Los enfrentamientos entre la izquierda y la derecha nazi acabaron con el ascenso del partido liderado por Adolf Hitler. La Alemania de la posguerra ha intentado que este capítulo no se repita, pero los últimos ataques contra figuras de la política han encendido todas las alarmas.

Muchos historiadores apuntan a que la violencia actual no tiene nada que ver con la de la República de Weimar, pero otros analistas señalan que la extrema derecha está utilizando —una vez más— el discurso de odio para intentar acabar políticamente con sus opositores. "Se ha roto el consenso que existía en la antigua República Federal de que [la violencia política] es inaceptable bajo pena de ostracismo político", opinaba un editorial del periódico Tageszeitung.

El pasado mes de mayo fue especialmente violento para Alemania porque, en menos de una semana, tres políticos diferentes fueron atacados. Federika Giffey, la responsable de Economía del Gobierno y vicelalcaldesa de la ciudad, del Partido Socialdemócrata (SPD), fue agredida por un hombre dentro de la biblioteca que la golpeó en la cabeza y en el cuello con una bolsa con contenido duro. Días antes, Matthias Ecke, también miembro del partido SPD, estaba colgando carteles de campaña para las elecciones al Parlamento Europeo en Dresde cuando fue abordado por un grupo de cuatro jóvenes. Fue hospitalizado por fracturas en el pómulo y una lesión en el ojo. Según las primeras investigaciones, al menos una de las personas del grupo que atacó a Ecke está relacionado con la extrema derecha.

La tercera figura política víctima de violencia fue candidata del Partido Verde, Yvonne Mosler. El mismo día en el que Giffey fue atacada en la biblioteca, Mosler fue increpada en Dresde. Un ataque muy parecido al de Ecke aunque, en este caso, los atacantes incluyeron consignas ultraderechistas. Con la mano levantada, un hombre y una mujer gritaron "Heil Hitler" antes de acercarse a la política que estaba colgando carteles relacionados con las elecciones europeas. La atacaron verbalmente y la escupieron, sin que parecieran percatarse de las cámaras de televisión de Deutsche Welle que estaban grabando la agresión.

Foto: Protesta contra el ataque a Matthias Ecke, el 5 de mayo. (EFE/Clemens Bilan)

Las agresiones físicas, sobre todo la asiduidad con la que se cometieron, podrían mostrar que algo se ha roto en Alemania y que se abrió una veda que parecía cerrada durante años. Ido de Haan, historiador de la Universidad de Utrecht, cree que el auge de la extrema derecha está detrás del problema. "El contexto más amplio de esta violencia es principalmente el ascenso de la extrema derecha en toda Europa", dijo a Foreign Policy. Además, añadió que los ataques en su contra, como los últimos contra políticos de AfD, podrían haber jugado a favor de la formación en las elecciones al Parlamento Europeo.

"El AfD es un partido con la violencia en su ADN. Su lenguaje, proclamas y acusaciones toleran e incluso llaman a la violencia contra sus enemigos políticos", afirmó Heike Kleffner, autora de varios libros sobre la derecha alemana y directora de un centro de asesoramiento para víctimas de la violencia de derecha.

Los partidos de izquierda, como SPD y Los Verdes, han culpado directamente a Alternativa para Alemania del clima de crispación en el país por su retórica centrada en la confrontación. Y temen que pueda mantenerse. "Si hay políticos que oficialmente (dicen) 'vamos a cazarlos'… las palabras moldean las acciones", dijo Niklas Nienass, miembro del Parlamento Europeo por Los Verdes. La extrema derecha ha negado estas acusaciones y Alice Weidel, líder de AfD, acusó a los políticos alemanes de utilizar las noticias de las agresiones para obtener beneficios electorales.

Para el profesor John Marhsall, el contexto actual apunta a un aumento de la violencia a nivel mundial. "Tanto en Europa como en Estados Unidos, los sectores marginales de izquierda y derecha están utilizando cada vez más medios violentos, y cada tema está planteado de una manera tan divisiva que muchos grupos ven la violencia, bastante erróneamente, como una forma de ganar reconocimiento. Desafortunadamente, parece seguro que habrá violencia tanto durante como después de muchas próximas elecciones, y Alemania no es una excepción. Por supuesto, la AfD es especialmente notable por los actos de violencia, especialmente en Alemania del Este", sostiene a este periódico.

La otra sorpresa electoral

Las elecciones al Parlamento Europeo han estado marcadas en el país por la victoria de la Unión entre el CDU y el CSU, aunque no aumentaron su porcentaje de victoria y siguen lejos de una mayoría en unos cercanos comicios. Callaghan apunta que el grupo "puede estar contento a corto plazo, pero tal vez no a largo plazo". Sin embargo, uno de los aspectos más importantes de la votación ha sido la derrota de Los Verdes y para la coalición formada con los socialdemócratas del SPD. "Esto garantiza que los partidos más pequeños, como el liberal Partido Demócrata Libre, seguirán desempeñando un papel clave en la formación de coaliciones. También significa que puede ser imposible seguir manteniendo a la AFD fuera de un nuevo gobierno", apunta el profesor.

En este sentido, el partido que ha dado la campanada ha sido el de Sahra Wagenknecht, la política que abandonó el partido Die Linke y formó su propia formación con un partido contra la inmigración y con su retórica más cercana que lejana a Rusia. La "Alianza Sahra Wagenknecht por la Razón y la Justicia" (BSW, por sus siglas en alemán) ha conseguido entrar en el Parlamento con el 5,7% de los votos alemanes, lo que corresponde a 6 asientos en el hemiciclo. La clave política de Wagenknecht ha sido apelar a una sociedad frustrada con los principales partidos, especialmente con la gestión del canciller Olaf Scholz, uno de los mandatarios con los índices más bajos de popularidad.

La esperanza de muchos analistas que temían el auge de AfD es que el partido de Wagenknecht pudiera quitarle votos a los ultraderechistas. Sin embargo, al igual que la formación que ha estado en el centro de muchos escándalos en las últimas semanas, la política también se ha visto envuelta en polémicas por presuntos vínculos con China y Rusia.

Además de condenar que el Gobierno alemán haya cortado los vínculos con Moscú, sobre todo en lo que respecta al gas, Sahra Wagenknecht ha pedido una conversación entre Vladímir Putin y Volodímir Zelenski para poner fin a la guerra de Ucrania. Lejos de poner la soberanía del país como un requisito, ha apelado al miedo de muchos alemanes a una escalada futura con el Kremlin. "Todos los políticos que inician una guerra son en cierto modo criminales. Pero eso no solo se aplica a Putin, sino también a todos los presidentes estadounidenses que iniciaron guerras en Irak y Afganistán", sostuvo.

Fue un resultado "maravilloso". Maximilian Krah, el candidato del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), ha sido uno de los más polémicos de la campaña de las elecciones al Parlamento Europeo. Los escándalos en los que se ha visto envuelto no han impedido, sin embargo, que la formación logre su mejor resultado hasta la fecha en los comicios europeos con el 15,9% de las papeletas, por detrás de la oposición conservadora de la Unión —la suma de los democristianos de la CDU y su socio CSU—. "A pesar de todas las campañas de desprestigio, hemos abierto oportunidades completamente nuevas para la política patriótica", escribió Krah.

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