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"El centro aguanta": los 'ultras' empujan a la derecha el eje de la Eurocámara, pero no lo rompen
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PPE y los 'ultras', grandes ganadores

"El centro aguanta": los 'ultras' empujan a la derecha el eje de la Eurocámara, pero no lo rompen

La victoria de Le Pen en Francia y los buenos resultados en Alemania e Italia hacen más delgada a la mayoría tradicional en la Eurocámara de populares, socialistas y liberales

Foto: Philippe Lambert, líder de Alianza Libre Europea. (Reuters/Piroschka van de Wouw)
Philippe Lambert, líder de Alianza Libre Europea. (Reuters/Piroschka van de Wouw)
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La extrema derecha y los ultraconservadores europeos han logrado un resultado histórico en las elecciones europeas que se han celebrado entre el 6 y el 9 de junio, con victorias en Francia, Austria, Italia, Letonia y Hungría, y quedando en segundo lugar en países como Alemania, Polonia y Países Bajos.

Aunque la 'gran coalición europea', tradicionalmente conformada por el Partido Popular Europeo (PPE) y los socialdemócratas, añadiendo a los liberales de Renew Europe en las últimas legislaturas, mantienen su mayoría en la Eurocámara, lo cierto es que las fuerzas derechistas, repartidas entre los grupos de los Conservadores y Reformistas (ECR), Identidad y Democracia (ID) y un numeroso grupo de eurodiputados no inscritos todo en ninguna familia política europea, hacen que la mayoría sea exigua.

El Partido Popular Europeo es, junto a los partidos de extrema derecha, el gran vencedor de la noche con 185 escaños, una mejora de 9 asientos. Los socialdemócratas han recibido 137 eurodiputados, perdiendo dos respecto a esta última legislatura, seguidos por los 79 de los liberales, que han sufrido la mayor sangría de la Eurocámara, con 23 escaños menos. Por detrás les siguen los 73 miembros de los ultraconservadores de Conservadores y Reformistas, y 58 para la extrema derecha de Identidad y Democracia. Los partidos de extrema derecha tienen por detrás a los 52 miembros de los ecologistas, que también pierden a un buen grupo de miembros, los 36 eurodiputados para La Izquierda, los 46 en el grupo de los no inscritos y otros 54 eurodiputados de nuevos partidos que todavía que no forman parte de ninguna familia política.

"El centro proeuropeo ha aguantado, y es este centro el que construirá", ha celebrado Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo y eurodiputada maltesa del PPE que es favorita para ser reelegida para seguir al frente de la institución. "Sigue habiendo una mayoría en el centro para una Europa fuerte, y eso es crucial para la estabilidad. El centro aguanta", ha replicado Ursula von der Leyen, actual presidenta de la Comisión Europea y candidata del PPE para seguir en el cargo.

Según las últimas proyecciones, la conocida como "coalición Von der Leyen" de PPE, socialistas y Renew Europe, llamada así por haber sostenido la agenda legislativa de Von der Leyen al frente de la Comisión Europea entre 2019 y 2024, obtendrían cerca de 400 escaños, por encima de los 360 necesarios para alcanzar la mayoría en la Eurocámara. El Parlamento Europeo es un colegislador de la Unión Europea, por lo que la mayoría de la institución tiene un importante impacto sobre la legislación europea que después se aplica en todos los Estados miembros. Además, en los próximos meses el próximo Parlamento Europeo deberá investir a un presidente o presidenta de la Comisión Europea.

Durante meses se ha hablado en Bruselas sobre la posibilidad de construir una mayoría alternativa, una coalición diferente a la que históricamente ha gobernado el Parlamento Europeo. Es una idea que mueven los sectores más a la derecha del Partido Popular Europeo (PPE), que quieren una normalización de las relaciones con los partidos a los que habitualmente se les ha aplicado el cordón sanitario en la Eurocámara. Manfred Weber, presidente del PPE y su cabeza visible en el Parlamento Europeo, escucha esas voces, no tanto con la idea de crear una mayoría alternativa estable, pero sí de manera puntual con la posibilidad de tumbar determinadas iniciativas o poder sacar adelante normas sin los socialistas.

Los grandes perdedores de la noche son los liberales y los Verdes, dos grandes grupos políticos que en 2019 incrementaron de forma significativa sus escaños. En el caso de los primeros se han visto afectados por la dolorosa derrota de Emmanuel Macron en Francia y por malos resultados en otros países, como en España, donde Ciudadanos, que aportaba ocho escaños hasta ahora, ha desaparecido de la Eurocámara. En el caso de la familia ecologista se ha visto lastrada por la pérdida del efecto movilizador que en 2019 llevó a muchos jóvenes a votar por partidos verdes en países como Alemania, Luxemburgo, Bélgica o la propia Francia. El declive en votos de los ecologistas en Francia y de los Die Grüne en Alemania, desgastados por su presencia en el Gobierno federal, se ha hecho notar especialmente.

Foto: Banderas de la UE en un colegio electoral en Berlín (Reuters/Christian Mang)

Finalmente, no se ha visto un tsunami de la extrema derecha y los ultraconservadores como se temía en algunos sectores de la capital comunitaria, pero los buenísimos resultados en Alemania, donde Alternativa para Alemania (AfD) ha quedado segundos, y Francia, donde la extrema derecha de Marine Le Pen ha arrasado, han hecho que el incremento de escaños sea relevante ya que son los dos Estados miembros que más escaños reparten.

El Parlamento Europeo gira a la derecha porque la realidad es que Europa ha girado de forma importante hacia la derecha en los últimos cinco años. Desde 2019, Italia ha pasado a estar gobernada por una coalición de derechas liderada por Giorgia Meloni y su Fratelli d’Italia, en Suecia el Gobierno depende de la extrema derecha, en Países Bajos ha ganado el partido del radical Geert Wilders y en otros Estados miembros partidos como Vox en España o Chega en Portugal han logrado avances.

¿Qué impacto tendrá este resultado? Pues que el Parlamento Europeo estará más fragmentado y las voces ultraconservadoras y radicales, que en la mayor medida de los casos ya no piden salir de la UE ni destruirla, sino adaptarlas a su visión de Europa —especialmente en materia migratoria— van a oírse de manera más fuerte. ¿Es ese un cambio radical? No, porque lo cierto es que la mayoría sigue siendo la tradicional, pero sí es una muestra de un cambio profundo que se está produciendo en Europa. Esas voces ultraconservadoras hace tiempo que se vienen escuchando en el Consejo, la casa de los Estados miembros, donde líderes como Viktor Orbán, el primer ministro húngaro, o más recientemente Giorgia Meloni, han empezado a representar esta corriente.

Foto: La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen en el debate. (Reuters/Johanna Geron)

Lo que ocurre con el Parlamento Europeo, que se vota cada cinco años, es que ofrece una foto fija. En la de esta noche se refleja un viraje hacia la derecha que en Europa, a nivel local, regional y nacional, se lleva viviendo desde hace ya tiempo. La mayoría tradicional de la Eurocámara aguanta, pero se va adelgazando. En 2014 liberales, populares y socialistas representaban el 63% de los escaños, en 2019, el año en el que se habló del final del “bipartidismo europeo” por el incremento en escaños de los verdes, pasaron a representar el 57%, y esta vez ronda el 55%.

Pero que los tres partidos tengan una mayoría no significa que la elección de la presidencia de la Comisión Europea, el gran hito que está por venir en la agenda europea, esté asegurado. En 2019, Von der Leyen tenía sobre el papel los números suficientes y solamente logró ser elegida por 9 votos. Esta vez los números son todavía más escasos. La alemana y su equipo confían en que los líderes europeos la nominen a finales de junio y que la actual presidenta de la Comisión pueda ser elegida quizás a finales del primer Pleno de la Eurocámara, que se celebrará a mediados de julio.

El problema es que los bloques no son sólidos. La Eurocámara no funciona como el Congreso de los Diputados: el voto para elegir a un presidente de la Comisión Europea es secreto, y aunque oficialmente el candidato puede obtener el respaldo de las familias políticas, después las delegaciones nacionales pueden votar en otro sentido. De hecho, los franceses de Les Républicains ya anunció en su momento que sus eurodiputados, que han sido 6, votarían en contra de Von der Leyen, a pesar de que es la candidata que defiende su propia familia política europea, el PPE.

La extrema derecha y los ultraconservadores europeos han logrado un resultado histórico en las elecciones europeas que se han celebrado entre el 6 y el 9 de junio, con victorias en Francia, Austria, Italia, Letonia y Hungría, y quedando en segundo lugar en países como Alemania, Polonia y Países Bajos.

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