Es noticia
¿Von der Leyen, Metsola, y dos más?: la UE apunta a una renovación rápida de su cúpula
  1. Mundo
una elección rápida y limpia

¿Von der Leyen, Metsola, y dos más?: la UE apunta a una renovación rápida de su cúpula

Los jefes de Estado y de Gobierno parecen apostar por un proceso rápido de elección de la cúpula institucional de la UE, con Von der Leyen como clara favorita para revalidar el cargo

Foto: Ursula von der Leyen, en la cumbre del G7. (Europa Press/Zuma Press/Roberto Monaldo)
Ursula von der Leyen, en la cumbre del G7. (Europa Press/Zuma Press/Roberto Monaldo)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea se reúnen en una cena informal el próximo lunes 17 de junio con el objetivo de cerrar cuanto antes el proceso de elección de la cúpula institucional de la Unión, aunque la reunión en la que deben llegar a un acuerdo se celebra la semana siguiente, los días 27 y 28 de junio. A medida que la fecha se acerca en Bruselas se extiende la sensación de que una elección rápida y limpia va en beneficio de casi todas las partes, con una serie de claros favoritos para los principales puestos después del resultado de las elecciones europeas de entre el 6 y el 9 de junio.

Y cuando hay voluntad de hacer las cosas más rápido de lo normal es que las opciones por defecto, aquellas de las que se ha hablado más y que se han visto siempre como el escenario central, salgan todavía más reforzadas. Es decir, se está generando un amplio consenso alrededor de la idea de que Ursula von der Leyen, actual presidenta de la Comisión Europea, volverá a ser nominada para el puesto para los próximos cinco años, y hay una seguridad total sobre la reelección de Roberta Metsola como presidenta del Parlamento Europeo.

El Consejo Europeo debe tomar una decisión sobre cuatro altos cargos: la presidencia de la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la Unión, la presidencia del propio Consejo Europeo, el foro de jefes de Estado y de Gobierno de la UE; el Alto Representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad, algo así como el jefe de la diplomacia europea; e indicar al Parlamento Europeo sus preferencias para el próximo presidente de la asamblea, aunque es el único caso en el que no escogen directamente el nombre. Los cuatro puestos deben repartirse teniendo en cuenta una serie de equilibrios entre familias políticas, género y país de origen.

Aunque los nombres de Von der Leyen y Metsola parecen muy estables, hay menos claridad sobre el presidente del Consejo Europeo, donde los socialistas aspiran a poner a António Costa, ex primer ministro portugués, y sobre el Alto Representante. Además, a pesar de que se apueste esta vez por un proceso rápido, estas negociaciones son complejas. Como se vio en 2019, las conversaciones están sujetas a revueltas internas, apuestas políticas y giros de guion.

Von der Leyen y Metsola, más cerca

Von der Leyen es la absoluta favorita para seguir en el cargo. Tiene una relación estrecha con muchos líderes, los jefes de Estado y de Gobierno le conocen, saben qué esperar de ella. Y es la opción más fácil, la más directa y la más sencilla: es la candidata para el puesto del Partido Popular Europeo (PPE), que en las elecciones del pasado domingo mejoró sus resultados de la última legislatura y obtuvo 13 escaños más, y que obtendrá varios eurodiputados adicionales en las próximas semanas cuando distintos grupos recién llegados a la Eurocámara se unan al grupo democristiano.

La alemana siempre ha sido la favorita, pero en los últimos meses y semanas antes de estas fechas clave, Von der Leyen encadenó una serie de errores que hicieron que se generaran dudas sobre su reelección. Sus guiños a la extrema derecha, especialmente a Giorgia Meloni, primera ministra de Italia y líder de Fratelli d’Italia, provocó tensión en la familia socialdemócrata europea. El miedo a que un Parlamento Europeo enormemente fracturado y atomizado, con algunas delegaciones nacionales dentro de la llamada "mayoría Von der Leyen" que le había apoyado en la legislatura 2019-2024 que tenían cuentas pendientes con la presidenta y podían tener la tentación de traicionarla, generaba mucha incertidumbre.

Foto: Von der Leyen en una imagen de archivo. (Getty Images/Philipp Guelland)

Si los números eran demasiado estrechos, Von der Leyen podía meterse en problemas. Pero la noche electoral aclaró las cosas: la "mayoría Von der Leyen", formada por el PPE, los socialistas europeos y los liberales de Renew Europe, obtuvieron unos 40 escaños por encima de la mayoría absoluta, y, además, Los Verdes, que sufrieron una debacle electoral, ofrecieron también su apoyo, apuntalando todavía más una mayoría en la que no serían en principio necesarios los votos de partidos de extrema derecha.

Eso ha hecho que el nombre de Von der Leyen se convierta, todavía más, en la opción por defecto. La única duda que se ha aireado desde el pasado domingo es el "factor Macron". Ante la aplastante victoria de Marine Le Pen y su Rassemblement National, Emmanuel Macron, presidente francés, disolvió la Asamblea Nacional. Con Von der Leyen siendo una figura muy impopular en Francia, algunos se preguntaron en Bruselas si eso podía afectar a su reelección. Macron podría tener la tentación de tumbar a Von der Leyen, especialmente teniendo en cuenta que el Consejo Europeo, que debe nominar formalmente al candidato a presidir la Comisión Europea, se celebra el 27 y 28 de junio, dos días antes de la primera vuelta de las legislativas.

Pero precisamente en el círculo cercano de Von der Leyen han leído la jugada justo al revés. A Macron le interesa evitar todo tipo de ruido alrededor de este proceso, y precisamente por eso podría favorecer una decisión rápida, quirúrgica y sin demasiado espectáculo político. Y aunque distintas fuentes europeas y comunitarias han rechazado que en la reunión del G7 los tres líderes europeos presentes, Macron, Meloni y el canciller alemán Olaf Scholz, vayan a discutir sobre el reparto de los conocidos como "top jobs", la sensación es que a la cena del lunes se llegará con la opción de Von der Leyen ya muy atada y se construirá el reparto del resto de cargos a partir de ahí.

Foto: Eric Ciotti, el líder de Les Republicains (LR) que ha sido expulsado por su propio partido. (Reuters/Stephane Mahe)

La elección de Metsola parece todavía más clara que la de Von der Leyen. Lo habitual sería que los jefes de Estado y de Gobierno repartan la presidencia de la Eurocámara con media legislatura para el PPE y media para los socialdemócratas. Y en los populares europeos quieren ver a Metsola en un segundo mandato al frente del Parlamento Europeo, por lo que no debería haber ningún impedimento a que la maltesa sea reelegida a mediados de junio, dejando una segunda mitad de mandato para un socialista a partir de 2027.

Costa… ¿Y Kallas?

Quedarán todavía dos cargos a repartir. El primero, la presidencia del Consejo Europeo, lo ambicionan los socialistas europeos, que consideran que llevan demasiado tiempo mal representados en la cúpula de la UE. Los negociadores de los socialistas europeos son Olaf Scholz, canciller alemán, y Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. El hombre destinado a este puesto es António Costa, exprimer ministro portugués, con larga experiencia en el Consejo Europeo, buenas relaciones y el talante necesario. ¿El problema? Que su Gobierno cayó a finales de 2023 por un caso de corrupción, y aunque su nombre ha quedado limpio, la sombra de la duda añade incertidumbre.

Si Costa finalmente queda descartado por el riesgo a que los líos judiciales puedan complicar su presidencia en el futuro, a pesar de que cuenta también con el respaldo del actual Gobierno portugués, que es del Partido Popular Europeo (PPE), entonces la cosa se complica para los socialistas europeos porque empiezan a tener menos opciones. El requisito no escrito es que el presidente del Consejo Europeo debe ser un líder europeo en activo o alguien que haya sido en el pasado jefe de Estado o de Gobierno, lo que acota ya los nombres socialistas que se podrían barajar.

Foto: Kaja Kallas, primera ministra de Estonia. (Gobierno de Estonia)

En el caso del Alto Representante se trabaja con la tesis de que los liberales exigirán ese puesto, que les correspondería por formar parte de la mayoría que hará funcionar el Parlamento Europeo. Además, para mantener el equilibrio geográfico, teniendo en cuenta que todos los nombres barajados para el resto de altos cargos son de Europa occidental, el Consejo Europeo debería escoger a alguien del este. A ojos de muchos solamente hay un nombre que pueda aunar ambos requisitos: Kaja Kallas, actual primera ministra de Estonia.

Pero Kallas es la voz más dura contra Rusia en la Unión Europea, la más mediática, la que más titulares da, y el puesto de Alto Representante es muy delicado: tu opinión queda, en principio, en un segundo plano. Tu trabajo es coordinar la posición de los Veintisiete, que mantienen el control sobre su política exterior, e intentar tejer acuerdos y construir puentes. ¿Tiene Kallas ese perfil? Pero si no es ella, ¿quién? Hay muchos otros candidatos, muchos del este de Europa, pero les falla el carné: muchos son del PPE.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea se reúnen en una cena informal el próximo lunes 17 de junio con el objetivo de cerrar cuanto antes el proceso de elección de la cúpula institucional de la Unión, aunque la reunión en la que deben llegar a un acuerdo se celebra la semana siguiente, los días 27 y 28 de junio. A medida que la fecha se acerca en Bruselas se extiende la sensación de que una elección rápida y limpia va en beneficio de casi todas las partes, con una serie de claros favoritos para los principales puestos después del resultado de las elecciones europeas de entre el 6 y el 9 de junio.

Ursula von der Leyen Elecciones europeas
El redactor recomienda