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Rusia continúa su expansión en África: ha llegado el turno de la antigua colonia española
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Tropas rusas llegan a Guinea Ecuatorial

Rusia continúa su expansión en África: ha llegado el turno de la antigua colonia española

Tras la muerte de Prigozhin, jefe de los milicianos de Wagner, Moscú continúa su expansión en África y empieza a reclutar soldados para enviarlos a Ucrania

Foto: Teodoro Nguema Obiang Mangue y Junus-Bek Yevkurov. (Gabinete de Presidencia)
Teodoro Nguema Obiang Mangue y Junus-Bek Yevkurov. (Gabinete de Presidencia)
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Después de hacerlo en otros muchos, Rusia acaba de poner un pie en un nuevo país de África subsahariana: la antigua colonia española de Guinea Ecuatorial. Moscú y Malabo suscribieron el 7 de junio "un acuerdo de formación militar" que prevé el envío de instructores rusos a ese país, según informó el gabinete de comunicación de la Vicepresidencia ecuatoguineana.

Para firmar el acuerdo, el viceministro de Defensa ruso, Junus-Bek Yevkúrov, se desplazó la semana pasada a Malabo donde se reunió con el vicepresidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Nguema Obiang Mangue. Rusia concede también 200 becas a ecuatoguineanos para que estudien en sus academias militares y está abriendo su primera embajada en el país. El régimen del presidente Obiang se ha ofrecido además a acoger en Malabo la próxima cumbre de Rusia con África que se deberá celebrar en ese continente.

El acuerdo recién suscrito "incluye el establecimiento de una base militar rusa en Guinea Ecuatorial", según algunos diarios digitales del vecino Camerún. En el comunicado oficial no se menciona esa base y fuentes diplomáticas con experiencia en África Occidental dudan de que exista, por ahora, tal proyecto.

Hasta ahora, Guinea Ecuatorial solo desarrollaba una relación en materia de seguridad con Sparta Security Solutions, una empresa israelí que, según la versión oficial, entrenaría a sus fuerzas especiales. Está más bien especializada la protección de personalidades VIP. De ahí que lo más probable es que instruya a los escoltas del presidente Obiang entre los que también hay israelíes. "Esta última iniciativa [de Rusia] forma parte de los esfuerzos más amplios de Moscú por estrechar lazos con naciones africanas y contrarrestar la influencia occidental", escribió en su blog Africa 24.it el consultor italiano Cristiano Volpi, especializado en ese continente.

Foto: El coronel Ibroh Amadou Bacharou saluda en una manifestación contra el ejército francés en Níger. (EFE/EPA/Issifou Djibo)

Al mismo tiempo que Yevkúrov visitaba Malabo, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, efectuaba una gira por cuatro países de África subsahariana (Chad, Burkina-Faso, Guinea-Conakry y Congo-Brazzaville) para, entre otros objetivos, ofrecerles asistencia militar e instarles a boicotear la cumbre por la paz en Ucrania que arranca el sábado 15 en Bürgenstock (Suiza).

Moscú no ha perdido en absoluto el interés por ese continente en el que ha seguido avanzando sus peones tras la muerte accidental o el asesinato, en agosto de 2023, de Yevgeny Prigozhin, el jefe de Wagner, la milicia rusa que se estrenó luchando en Siria y, a partir de 2017, se empezó a implantar en África. En Sudán, en el Este de Libia, en manos del general Khalifa Haftar, en la República Centroafricana, en Malí y en Burkina Faso.

Los golpes de Estado "fueron precedidos por una campaña de desinformación para desestabilizar a los gobiernos democráticamente elegidos"

Wagner ha sido rebautizada Africa Corps, un nombre que recuerda al Afrika Korps alemán de la II Guerra Mundial, pero desempeña el mismo papel. La Internet Research Agency, agencia rusa de propaganda o, más bien, de difusión de bulos antioccidentales en África, ahora se llama African Initiave y se dedica, con más intensidiad aún, a la "desinformación con relación a EE UU y a países europeos", según el Departamento de Estado. Tiene predilección por Francia, la antigua potencia colonial en el Sahel, y por difundir patrañas sobre los medicamentos y la sanidad occidental.

Los golpes de Estado en Malí (en mayo de 2021), Burkina Faso (septiembre de 2022) y Níger (en julio de 2023) "fueron precedidos por una intensa campaña de desinformación destinada a desestabilizar a los gobiernos democráticamente elegidos y de tendencia prooccidental en el poder", aseguran los investigadores Jefrey Smith y Joseph Siegle en un artículo publicado en mayo en la revista académica The Journal of Democracy.

Otra manera de presionar a Europa

Tras la muerte de Prigozhin ha caído en manos del Africa Corps una nueva y valiosa baza: Níger. Hasta el golpe militar de julio de 2023, era el aliado más preciado de Occidente en el Sahel por dos razones. Era el país con más presencia militar francesa y estadounidense, hoy en día expulsados y sustituidos, en parte, por rusos. En Agadez, en el norte, el Pentágono operaba una base de drones que permitía vigilar y golpear la actividad yihadista. Los rusos también luchan contra los yihadistas, sin miramientos con los civiles que les rodean, y con menos tecnología.

Desde que fue nombrado ministro del Interior, en 2016, y después presidente, de Níger en 2021, Mohamed Bazoum hizo esfuerzos para frenar la inmigración irregular hacia Europa. Impulsó la aprobación de una ley que preveía duras penas contra los traficantes de seres humanos. Su sustituto, el general golpista Abdourahamane Tiani, la abrogó en noviembre de 2023 y excarceló a los que cumplían condenas.

La inteligencia militar ucraniana (HUR) reveló que Rusia intentaba reclutar soldados para su Ejército en cuatro países africanos

"Apadrinando a los nuevos hombres fuertes de África del Oeste, Vladimir Putin consigue un nuevo medio de presión sobre Europa occidental: la emigración", escribió Philippe Bernard, editorialista del diario parisino Le Monde. Agadez, que era el epicentro de la emigración subsahariana hacia el norte de África y, de ahí, a Europa, estuvo algo aletargada estos últimos años, pero ahora ha revivido.

La creciente presencia de Rusia en una región históricamente bajo la influencia de Europa occidental tiene también consecuencias sobre el curso de la guerra en Ucrania y no solo sobre las votaciones de algunos Estados africanos cuando se votan resoluciones en la Asamblea General de la ONU.

Foto: Las últimas tropas francesas abandonan Níger el 22 de diciembre (Reuters/Mahamadou Hamidou)

El Africa Corps costea su despliegue aprovechándose, directamente o a través de empresas afines, del oro y diamantes en la República Centroafricana, del cobalto del Congo, del oro y petróleo en Sudán, de la cromita Madagascar, y del uranio en Namibia y quizás mañana del de Níger, según reveló en febrero un informe del Parlamento Europeo. Aunque no está demostrado, estas materias primas podrían ayudar a Moscú a financiar la invasión de Ucrania.

A las materias primas se añaden ahora los recursos humanos. La inteligencia militar ucraniana (HUR) reveló a sus aliados europeos, el 28 de mayo, que Rusia intentaba reclutar soldados para su Ejército en cuatro países africanos (Ruanda, Burundi, Congo y Uganda) ofreciendo sueldos de 2.200 euros y la promesa de un pasaporte ruso al final de la contienda. El Ministerio de Defensa británico hizo pública la información ucraniana.

Argelia está sumida en una carrera armamentística con Marruecos y necesita abastecerse en Rusia

Envalentonados por el apadrinamiento ruso, dos países africanos, Malí y Níger, se han enfadado con Argelia, su gran vecino septentrional. Argelia mantiene una relación estrecha con Rusia. La creciente injerencia rusa en el continente le disgusta porque reduce su influencia en el Sahel y no contribuye además a la estabilidad de la región. Prueba de ello es que la Junta castrense de Malí rompió, en enero pasado, el llamado "acuerdo de Argel" que puso fin en 2015, con la mediación argelina, a las hostilidades entre los tuaregs del norte del país y el Gobierno central de Bamako. Denunció el acuerdo tras tomar en noviembre la ciudad de Kidal, último bastión de los tuaregs, con la ayuda del Africa Corps.

Ahmed Attaf, ministro de Asuntos Exteriores argelino, se quejó, el 4 de mayo en Nueva York, ante su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, según el diario digital Slate. El propio presidente argelino, Abdelmajid Tebboubne, se lamentó, siete meses después del golpe de Estado en Malí, del despliegue ruso. "El dinero que cuesta tendría un mejor destino y sería más útil si contribuyese al desarrollo del Sahel", afirmó en una entrevista con el diario parisino Le Figaro.

La irritación argelina no llegará muy lejos. Aunque trata de diversificar proveedores, Argelia está sumida en una carrera armamentística con Marruecos y necesita abastecerse en Rusia. Es el primer importador de armamento ruso en África.

Después de hacerlo en otros muchos, Rusia acaba de poner un pie en un nuevo país de África subsahariana: la antigua colonia española de Guinea Ecuatorial. Moscú y Malabo suscribieron el 7 de junio "un acuerdo de formación militar" que prevé el envío de instructores rusos a ese país, según informó el gabinete de comunicación de la Vicepresidencia ecuatoguineana.

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