Empieza el juego de sillas de la UE: los líderes debaten la nueva cúpula institucional del club

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea se reúnen este lunes 17 de junio para una cena informal con la que se dará el pistoletazo de salida al proceso de selección de la próxima cúpula institucional de la Unión. En las próximas semanas habrá que elegir a un presidente de la Comisión Europea, del Consejo Europeo, del Parlamento Europeo y también un Alto Representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad. En principio de esta cena no debe salir el acuerdo completo, pero sí se espera que deje muy encaminados los trabajos para la reunión del Consejo Europeo, el foro de líderes de la UE, de la próxima semana, que se celebra el 27 y 28 de junio.

En 2019 el proceso fue complejo, lleno de giros de guion, negociaciones bajo cuerda y con un final completamente inesperado con la nominación de la desconocida Ursula von der Leyen, entonces ministra de Defensa alemana, como presidenta de la Comisión Europea. Esta vez la sensación extendida en Bruselas es que todo va a ser bastante más sencillo y rápido que hace cinco años, cuando los líderes pasaron cuatro días de cumbre buscando la fórmula adecuada. La cena, que comenzará a las seis de la tarde, horario europeo, será la primera ocasión en la que los Veintisiete hablarán abiertamente de sus preferencias para los cuatro cargos.

Ayudará a saber si se confirman o no las apuestas de estos últimos días. En la práctica se trata de una especie de paquete: el cuarteto debe mantener un equilibrio de género, geográfico, evitando que todos vengan del mismo sitio, y de familias políticas europeas. Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, ha pasado las últimas semanas visitando las capitales europeas, charlando con los distintos líderes y viendo dónde se encuentra el terreno de consenso.

Siempre hay espacio para la sorpresa, pero esta vez hay una lista de claros favoritos. Ursula von der Leyen, actual presidenta de la Comisión Europea, está muy bien posicionada para revalidar el puesto. Es la candidata principal del Partido Popular Europeo (PPE), que en las elecciones europeas del pasado domingo 9 de junio logró 14 escaños más de los que obtuvo en la última legislatura, apuntalando una clara victoria electoral. Eso importa porque aunque los líderes son los que nominan a la presidencia del Ejecutivo comunitario la Eurocámara debe refrendarlo después. Se da por hecho que la presidencia del Parlamento Europeo será, durante la primera mitad de la legislatura, para el PPE. Y el nombre popular europeo para el puesto es, sin duda, Roberta Metsola, la eurodiputada maltesa que ya ha presidido la Eurocámara durante los últimos dos años y medio.

Cada familia política ha elegido a sus negociadores, que son los encargados de negociar los top jobs para su partido. En el caso del PPE los elegidos son Kyriakos Mitsotakis, primer ministro griego, y Donald Tusk, primer ministro polaco. Precisamente, Mitsotakis y Tusk son dos aliados estrechos de Von der Leyen, lo que potencia la teoría de que cualquier búsqueda de una alternativa por parte de algunos líderes va a ser muy compleja. A pesar de que durante semanas se ha especulado con la posibilidad de que Emmanuel Macron, presidente francés y protector de Von der Leyen en 2019, pudiera buscar un candidato alternativo, ahora mismo todas las fuentes consultadas apuntan a que el presidente galo preferiría un proceso rápido para centrarse en las elecciones legislativas que ha convocado y cuya primera ronda se celebrarán el 30 de junio.

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Nacho Alarcón. Bruselas

El ex primer ministro de Portugal, António Costa, es el favorito para el puesto al que aspira la familia socialdemócrata, la presidencia del Consejo Europeo, el foro de jefes de Estado y de Gobierno. Tiene casi todo a su favor: experiencia, talante, el apoyo del Ejecutivo conservador luso. Casi todo. Sin embargo, se enfrenta a un gran "pero": la investigación judicial que tumbó a su Gobierno no le ha tocado directamente, pero el riesgo de que más adelante le acabe afectando genera incertidumbre. A su favor juega que los socialistas europeos no tienen muchos otros antiguos líderes que puedan cubrir ese puesto. Los negociadores socialistas son Olaf Scholz, canciller alemán, y Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. Para el portugués, otra buena noticia es que su relación con Sánchez siempre ha sido muy buena, y el líder español siempre apoyó al luso en su carrera hacia el Consejo Europeo.

Los liberales aspiran a quedarse con el cargo de Alto Representante de la Unión para Política Exterior y de Seguridad, el puesto que actualmente ocupa el catalán Josep Borrell. Pero una cosa es que en principio el resto de líderes estén de acuerdo en que los liberales se queden con ese top job, y otra distinta es que estén de acuerdo en el nombre concreto para el cargo. La favorita es Kaja Kallas, actual primera ministra de Estonia, porque cumple con dos requisitos que permitirían mantener ese equilibrio de todo el paquete de altos cargos ya mencionado: es liberal, manteniendo la ponderación entre partidos, y es del este, contribuyendo al equilibrio geográfico.

No hay muchos otros nombres que cumplan esos requisitos. Kallas no es la candidata ideal: sería una ex primera ministra en un puesto especialmente frustrante, con veintisiete ministros que no le harán la vida sencilla. Además, su enfoque está claramente puesto en su oposición a Rusia, y no todos los jefes de Estado y de Gobierno consideran que eso sea necesariamente una buena idea. Pero las alternativas a ella son, a priori, escasas. Si finalmente Kallas no es Alta Representante, el nombre escogido probablemente salga de fuera del radar, no se encontrará entre los nombres que se han escuchado en estas últimas semanas.

El objetivo de esta noche es empezar a aterrizar estas ideas, empezar a construir el paquete y allanar el camino para que la cumbre del 27 y 28 de junio no se haga cuesta arriba. Será el momento de testar las sensaciones que flotan en Bruselas: si de verdad Von der Leyen parece la opción por defecto, y acto seguido estudiar cuánto consenso despierta Costa y si los suficientes líderes consideran que no es un riesgo ponerlo al frente del Consejo Europeo, y estudiar hasta qué punto existe una alternativa a Kallas o si es la mejor opción como jefa de la diplomacia europea.