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Un récord de ataques antisemitas en NY pone a la izquierda demócrata a hacer malabares
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Un récord de ataques antisemitas en NY pone a la izquierda demócrata a hacer malabares

La ola de incidentes antisemitas resulta espinosa para el ala más izquierdista del Partido Demócrata, muy crítica con Israel y que presiona al Gobierno de Joe Biden para cortar los vínculos militares con el país

Foto: Manifestación pro-Palestina en Brooklyn. (EFE/Justin Lane)
Manifestación pro-Palestina en Brooklyn. (EFE/Justin Lane)

Ahora que las clases universitarias han terminado y los estudiantes neoyorquinos están de vacaciones o de prácticas, pareciera que las protestas contra la guerra en la Franja de Gaza son cosa del pasado y fruto de una primavera de la ira. Pero múltiples episodios continúan produciéndose en las calles de Nueva York, a veces en versiones más agresivas y reminescentes no de las protestas estudiantiles clásicas, sino de las virulentas persecuciones étnicas o religiosas de otras épocas.

Levanta la mano si eres un sionista. Esta es tu oportunidad para salir”, gritaron en un vagón de metro lleno de gente, el pasado lunes, varios enmascarados con pasamontañas y la kufiya palestina. En el vídeo se ve que sólo responden quienes aprueban el mensaje, probablemente parte del grupo. “Vale, no hay sionistas. Todo bien”, dice el que parece uno de los cabecillas. La policía se personó en el andén del metro, en la céntrica parada de Union Square, donde se dieron enfrentamientos entre los agentes y los manifestantes, que habían pintado las ventanas del vagón.

Horas antes, dos personas habían desplegado en Union Square una pancarta que decía “Larga vida al 7 de octubre”, en referencia a la masacre de 1.189 personas perpetrada por los comandos terroristas de Hamás en Israel. Un acto que algunos grupos de extrema izquierda propalestinos han calificado de “resistencia” contra los abusos israelíes en Gaza y Cisjordania. Esa misma noche, a las puertas de una exposición en recuerdo de las 364 víctimas masacradas en el festival israelí Nova Music por terroristas que bajaron en parapente, se formó una marcha de banderas palestinas en la que se lanzaron bengalas y se cantó “Larga vida a la Intifada”. La protesta fue organizada por el grupo Within Our Lifetime (“En nuestras vidas”).

“No puedo resaltar lo suficiente la preocupación con la que están lidiando en este momento las comunidades judías”, explica por mensaje electrónco Scott Richman, director regional de Nueva York y Nueva Jersey de la Liga Antidifamación (ADL). “2023 ha sido el peor año en lo que respecta a los incidentes antisemitas desde que la ADL empezó a registrarlos hace más de una década. Ha habido un total de 8.873 incidentes registrados en Estados Unidos en 2023: un aumento del 140% comparado con 2022. De hecho, si sumas los incidentes de 2020, 2021 y 2022, no llegarías al número de 2023. Y esos fueron años con niveles increíbles de antisemitismo”.


Según Richman, la mayor concentración de estos incidentes, que incluyen actos delictivos y no delictivos y se recogen de una variedad de fuentes —entre ellas informes de la policía, de otras organizaciones similares a ADL, medios de comunicación y directamente desde las presuntas víctimas—, se dieron en los campus universitarios, que han sido el epicentro de las protestas de los últimos meses. ADL registró allí 916 incidentes entre el 7 de octubre de 2023 y el pasado 15 de mayo. Un aumento del 375% respecto al año anterior. “Esta es una emergencia nacional y global, y un récord”, añade Richman, que también alerta del rol de las redes sociales.

El Ayuntamiento de Nueva York, que lleva sus propios registros, dice que los delitos de odio contra varias comunidades, incluida la judía, han marcado cuatro aumentos anuales consecutivos. Entre enero y mayo de este año se han registrado 276 delitos de odio: 66 más que en el mismo periodo del año pasado. Casi todo el crecimiento se debe a los incidentes antisemitas. La Policía de Nueva York ha dicho que estos actos subieron un 150% en el mes de mayo.

Esta ola de incidentes antisemitas ha desatado una condena unánime por parte del Partido Demócrata, que controla la alcaldía de la ciudad y la gobernatura del estado de Nueva York. “Los manifestantes ondearon banderas de Hamás y de Hezbolá”, declaró el alcalde neoyorquino, Eric Adams. Una persona incluso gritó que deseaba, cito, que Hitler siguiera aquí”, criticó. Sin embargo, la cuestión resulta especialmente espinosa para el ala más izquierdista del partido, muy crítica con Israel y que presiona al Gobierno de Joe Biden para cortar los vínculos militares con el país como método de presión para que cese la destrucción de Gaza.

La congresista del Bronx Alexandria Ocasio-Cortez, demócrata socialista y líder oficiosa del “Escuadrón”, la facción más a la izquierda de la Cámara de Representantes, condenó duramente los incidentes, refiriéndose a la marcha frente a la exposición de Nova Music como un acto de “antisemitismo atroz, simple y llanamente”. Al mismo tiempo, otros progresistas han destacado que no todas las críticas y manifestaciones contra las acciones de Israel merecen este calificativo. Un territorio tortuoso, el de las denominaciones, que también es un debate en sí mismo.

En mayo, a raíz de las protestas en las universidades, la Cámara de Representantes aprobó una ley que ampliaba la definición de “antisemitismo” al incluir “los ataques dirigidos contra el Estado de Israel, concebido como una colectividad judía”. 91 representantes, como el neoyorquino Jerry Nadler, votaron en contra y argumentaron que esta ley podría coartar la libertad de expresión en los campus y fuera de ellos. Algunos congresistas como el socialista Jamaal Bowman, están viendo sus candidaturas desafiadas en base a la cuestión de Israel y Palestina; una cuestión geográficamente lejana, pero que marca la temperatura política de Estados Unidos. En pleno año electoral, la guerra en Gaza corre el riesgo de convertirse en un terreno minado para los políticos más progresistas, a quienes la oposición republicana acusa de avivar las llamas del antisemitismo en EEUU.

Récord de incidentes

Dos días despúes de la marcha de Within Our Lifetime, amanecieron vandalizadas las viviendas de cuatro miembros directivos del Museo de Brooklyn, donde poco antes había tenido lugar otra manifestación propalestina. Los portales estaban manchados con pintura roja parecida a sangre y tenían mensajes amenazadores. Anne Pasternak, directora del museo y judía, tenía en la puerta una pancarta en la que decía: “Anne Pasternak, Museo de Brooklyn, sionista supremacista blanca”. Las palabras estaban rodeadas de impresiones de palmas de la mano de color rojo. En el pavimento ponía: “Sangre en tus manos”.

Foto: Claudine Gay. (EFE/Will Oliver)

Grupos propalestinos acusan al museo de tener vínculos con el complejo militar israelí, cuya ofensiva en la Franja de Gaza, según investigaciones de Amnistía Internacional, el Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU y otras organizaciones, ha incluido múltiples crímenes de guerra. Sobre sus líderes, así como sobre los de Hamás, pesan órdenes de arresto del Tribunal Penal Internacional. La dirección del museo, sin embargo, ha negado tener relación alguna con el sector militar israelí.

También fueron vandalizados el Consulado neoyorquino de Alemania, uno de los principales aliados de Israel, y el de la Misión de Observación Permanente Palestina ante Naciones Unidas. En este último había panfletos con un mensaje: “La Autoridad Palestina no representa al pueblo palestino, larga vida a la intifada”. El lunes había sido declarado por los manifestantes “Día de la Rabia por Gaza”.

Nueva York, epicentro de la confrontación

El grupo organizador de las protestas se ha defendido de las críticas, incluyendo las emitidas por Alexandria Ocasio Cortez. “Within Our Lifetime reitera enérgicamente la llamada a una acción sostenida contra cualquier institución que facilite o justifique el genocidio del pueblo palestino, incluida la Nova Exhibition”. La corporación Meta, dueña de las redes sociales Facebook e Instagram, suspendió las cuentas de Within Our Lifetime el pasado febrero por “quebrantar las reglas de la comunidad”. Otros grupos afines a Within Our Lifetime, como National Students for Justice in Palestine y Palestinian Youth Movement, criticaron la decisión.

Foto: El recién nombrado diputado europeo Grzegorz Braun. (EFE/Marcin Obara)

La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, ha afirmado que baraja reaplicar una ley prepandémica que prohibía taparse la cara en el metro de Nueva York, lo que serviría para identificar a quienes participan en este tipo de actos, ya que suelen llevar la cara tapada. Sin embargo, no está claro que Hochul pueda aplicar esta ley sin pasar por el Congreso estatal, cuyos miembros reanudarán la actividad legislativa el próximo enero. Varios líderes de la comunidad judía han valorado emprender medidas similares.

“Es imposible ignorar que muchas de las personas que aterrorizan a los judíos se están cubriendo sus rostros y ocultando sus identidades”, dice Scott Richman. “Necesitamos abordar este problema y en estos momentos estamos teniendo conversaciones con las partes interesadas. Todas las soluciones deben de estar sobre la mesa. Además, estamos trabajando codo con codo con las universidades para aplicar las recomendaciones de la campaña de ADL ‘No en mi campus’”.

En Nueva York se juntan dos factores. Por un lado, la Gran Manzana tiene numerosas universidades y es en estas instituciones, sobre todo las de élite, donde enraiza con mayor fuerza la ideología woke, que ha adoptado con fervor, a través del prisma del racismo y la colonización, la causa palestina. Por otro, es el hogar de la mayor comunidad judía del mundo fuera de Israel. En sus cinco grandes barrios viven en total 1,6 millones de personas de esta confesión religiosa, que han brindado tres alcaldes, dos gobernadores y muchas otras figuras influyentes.

La escuela de élite Collegiate School, fundada en Manhattan hace casi 400 años, tuvo recientemente una tormenta interna que acabó con la marcha de su director, David Lourie. Los padres, los administradores y la dirección debatieron sobre cómo abordar la cuestión de la guerra en Gaza. En 2021, después del tumultuoso año de la pandemia y las protestas raciales, Collegiate decidió ser más reservada a la hora de abordar asuntos públicos espinosos. En los últimos meses, sin embargo, hubo quejas de que la dirección no había condenado oficialmente los atentados de Hamás ni ofrecido apoyos a los estudiantes judíos”. Según The New York Times, Lourie calificó la queja de “broma” y de “jugada de poder de las familias judías”. Poco después, Lourie anunció que abandonaba la dirección de Collegiate School.

Ahora que las clases universitarias han terminado y los estudiantes neoyorquinos están de vacaciones o de prácticas, pareciera que las protestas contra la guerra en la Franja de Gaza son cosa del pasado y fruto de una primavera de la ira. Pero múltiples episodios continúan produciéndose en las calles de Nueva York, a veces en versiones más agresivas y reminescentes no de las protestas estudiantiles clásicas, sino de las virulentas persecuciones étnicas o religiosas de otras épocas.

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