Escándalo en UK: el adelanto electoral pilló a todos por sorpresa... menos a quien apostó 7.000€

Solo un reducido grupo de personas de la máxima confianza del premier Rishi Sunak era conocedora de sus planes para adelantar los comicios al 4 de julio. A los demás, el anuncio del pasado mayo los cogió totalmente por sorpresa, incluidos a los ministros de Gabinete. Entre sus confidentes estaba el director de la campaña electoral del Partido Conservador, Tony Lee, el mismo que ahora, cuando apenas quedan dos semanas para la cita con las urnas, se ha visto obligado a tomar unas "vacaciones no remuneradas" al ser uno de los protagonistas del gran escándalo que abochorna, aún más, a los tories.

Lee ha desaparecido de escena y ha borrado todos los textos de sus redes al conocerse que es uno de los investigados por unas apuestas sobre la fecha de las elecciones antes de que se convocaran oficialmente. Junto a él, también está siendo investigada su mujer, la candidata tory Laura Saunders. Se trata de una polémica mayúscula que salpica de lleno a los conservadores, ya de por sí humillados estos días ante unas encuestas que les vaticinan una derrota electoral nunca vista. Hasta el propio primer ministro podría perder su escaño. Nunca había sucedido que un premier no consiguiera, al menos, revalidar su escaño local.

En total, son cuatro personas las que están siendo investigadas al momento de escribir esta crónica, pero la cifra podría ir en aumento, ya que, los análisis de los datos proporcionados ahora por las casas de juego muestran que casi todas las apuestas en relación con una posible convocatoria en julio —algo que se veía bastante remoto, ya que se daba por hecho que serían en otoño— se realizaron en pocas horas el 21 de mayo, es decir, el día antes de que Sunak las anunciara ante las puertas de Downing Street empapado por la lluvia. Augurio, quizá, de todo lo que estaba por venir.

Son varios los conservadores de alto rango que se enfrentan a investigaciones por parte del organismo de control del juego por acusaciones de que ganaron una suma todavía sin filtrar al público apostando por la convocatoria en julio antes de que la fecha fuera anunciada.

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En Reino Unido, las apuestas son un lucrativo negocio. Se apuesta absolutamente por todo. Pero usar información confidencial en beneficio propio al realizar una apuesta puede constituir un delito penal. Se trata, por tanto, de palabras mayores.

Lee fue anunciado como nuevo director de campaña de los conservadores en 2022 y en el pasado había trabajado como asesor de otros políticos tories. Por su parte, su mujer ha trabajado en el partido conservador desde 2015 y recientemente estuvo involucrada en la División Internacional, que trabaja con una variedad de partidos políticos en todo el mundo.

Ambos están siendo investigados junto a Craig Williams, ayudante del primer ministro, quien fue el primero en reconocer ya la semana pasada que había "cometido un error" al apostar dinero a que las elecciones serían en julio. En su caso podría haber ganado 600 euros.

El miércoles también se conoció que un agente del equipo de seguridad personal del primer ministro fue detenido tras conocerse que apostó sobre la fecha de las elecciones, confirmó la Policía londinense. Scotland Yard indicó que el policía fue suspendido y posteriormente arrestado como sospechoso de mala conducta en cargo público.

En plena polémica, el Partido Conservador ha borrado un mensaje en su cuenta de la red social X en el que bromeaba acerca de las posibles apuestas con información privilegiada. "Si apuestas por los laboristas, nunca puedes ganar", decía el post, acompañado por una foto de una ruleta.

Hasta 6.000 libras

El organismo regulador del juego trata de determinar, entre otras cosas, si algunas personas tuvieron acceso a información preferente que les daba ventaja en las apuestas. El análisis de las cifras de Betfair, el mayor intercambio de apuestas on line del mundo, muestra que se apostaron casi 6.000 libras para las elecciones del 4 de julio en el frenesí de actividad del 21 de mayo. En ese momento, los comicios en verano se consideraban una posibilidad remota. Las probabilidades en apuestas sugerían que había menos del 25% de posibilidades.

Hasta entonces, las apuestas del 4 de julio habían llegado a cuentagotas, y el total diario rara vez superaba las 500 libras, lo que sugiere que los apostadores comunes y corrientes estaban nerviosos.

Datos separados proporcionados por 'Smarkets', otro intercambio de apuestas, pintaron un panorama similar. Mostró que hasta el 21 de mayo, la gran mayoría de las apuestas —por lo general más de cuatro de cada cinco— se hacían sobre las esperadas elecciones de otoño. Pero el 21 de mayo hubo un enorme aumento en las apuestas, y más del 90% de las realizadas ese día se centraron en el 4 de julio.

Aniquilación conservadora

Las revelaciones aumentan la presión sobre los conservadores, que podrían quedar, no ya derrotados, sino aniquilados. La encuesta realizada por Savanta y Electoral Calculus, publicada por The Telegraph, biblia para los tories, predice que podrían quedarse con solo 53 diputados y que Sunak podría convertirse en el primer inquilino de Downing Street en perder su propio asiento. Bochornoso.

El sondeo, que concluyó que los conservadores están en camino de afrontar una derrota abrumadora por parte de un electorado desilusionado, encuestó a aproximadamente 18.000 personas del 7 al 18 de junio. Concluyó que se prevé que Sunak pierda su escaño en Richmond ante el Partido Laborista, aunque la encuesta sugiere que la contienda por el escaño será reñida.

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El sondeo proyecta una victoria para el líder laborista Keir Starmer de más de 500 escaños en las elecciones, con una mayoría de poco menos de 400 y el doble de la de Tony Blair en 1997. Sin embargo, sugiere que el partido Reform UK del populista Nigel Farage obtendrá cero escaños, mientras que los independentistas escoceses del SNP podrían quedarse tan solo con ocho.

En el más mínimo de los aspectos positivos para las filas de Sunak, la encuesta sugiere que los conservadores seguirían siendo la oposición oficial ante Starmer, por delante de los demócratas liberales por apenas tres escaños. Un resultado que permite presumir poco.