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Muerte Bajo el Sol en una isla de 100 habitantes: ¿quién está asesinando turistas en Grecia?
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Muerte Bajo el Sol en una isla de 100 habitantes: ¿quién está asesinando turistas en Grecia?

En las últimas semanas, Grecia ha registrado un rosario de muertes de turistas —incluido un conocido presentador de la televisión británica, lo que generó alarmistas titulares en Reino Unido—

Foto: Un turista disfruta del clima cálido en la playa de Nea Chora, isla de Creta, en agosto de 2023. (Getty Images/NurPhoto)
Un turista disfruta del clima cálido en la playa de Nea Chora, isla de Creta, en agosto de 2023. (Getty Images/NurPhoto)

Esta semana, se encontraba por fin el cadáver de un turista estadounidense, desaparecido desde hacía días durante lo que prometían ser unas idílicas vacaciones en una de la miríada de pequeñas islas griegas que salpican el mar Egeo. El turista se desvaneció sin dejar rastro tras anunciar que salía a dar un paseo por la isla de Mathraki, de apenas un centenar de habitantes.

No es el único: en las últimas semanas, Grecia ha registrado un rosario de muertes de turistas —incluido un conocido presentador de la televisión británica, lo que generó alarmistas titulares en Reino Unido—. Al momento de escribir esta crónica, otros cinco continúan desaparecidos.

El 5 de junio, aparece el cadáver de un turista holandés en Rétino, Creta.

El 6 de junio, muere una turista francesa, también en Creta, en una playa desierta.

El 9 de junio, y tras varios días de búsqueda, las autoridades locales hallaban el cuerpo de Michael Mosley, un conocido presentador de televisión y escritor británico, desaparecido en la isla de Symi, de apenas 2.000 habitantes.

El 14 de junio, un turista belga, en Creta.

Un día después, el 15 de junio, el cuerpo de otro turista holandés era hallado sin vida en la playa en la isla de Samos.

El 11 de junio, un ciudadano estadounidense aparecía muerto en la playa de la isla de Mathraki, cerca de Corfú.

Foto: Una mujer junto a un cajero cerrado en Atenas. (Reuters/Djurica)
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Pero esto no se trata de un remake de la novela (más tarde, adaptada en una película) de la escritora de misterio Agatha Christie Muerte Bajo el Sol. A pesar de que algún medio de comunicación local ha llegado a insinuar que se ha abierto una investigación policial para esclarecer si alguno de estos sucesos pueda tener el perfil de un acto criminal, la Policía y autoridades griegas no creen que se trate de un asesino que salta de isla en isla, matando por alguna extraña motivación a turistas extranjeros. Los turistas de cierta edad (todos los fallecidos están entre los 55 y 74 años) no tendrán que mirar por encima del hombro mientras se broncean bajo el sol griego.

En realidad, Atenas apunta a un asesino mucho más silencioso: el calor.

Las altas temperaturas, y el afán de salir a hacer senderismo en lo que va camino de convertirse en el verano más caluroso en Grecia desde que hay registros.

Grecia descorchó junio con dos fuertes olas de calor seguidas que forzaron, a mediados de mes, al cierre de la Acrópolis durante las horas más calurosas del día y la suspensión de clases en muchas escuelas y colegios. Las guarderías adelantaron un par de días las vacaciones. También se ha ordenado una pausa desde las 12 del mediodía hasta las 5 de la tarde para aquellos que trabajan al aire libre, como los repartidores de comida a domicilio. Empresas del sector privado están favoreciendo el teletrabajo, entre las alertas de las autoridades. El calor es tal que ni la noche ayuda a refrescar. "Durante la medianoche del 18 a 19 de junio, la temperatura era de 30 grados, la misma que la máxima normal del día" en Atenas, afirmaba el responsable de la web meteo.gr y director de investigación del Observatorio de Atenas, Kostas Lagovardos.

Igual que las temporadas turísticas, las olas de calor están llegando antes y duran cada vez más en este lado del Mediterráneo. "En el siglo XXI hemos tenido varias, pero ninguna antes del 15 de junio", afirmaba el también meteorólogo Panos Giannopoulos hace unos días en la televisión pública griega ERT.

Durante 2023, el país sufrió la ola de calor extremo más larga de su historia (16 días) en julio. Las altas temperaturas y los fuertes vientos provocaron un tsunami de incendios forestales por todo el país, que obligaron a evacuar a tanto a locales como a turistas. Este año, después de un invierno en el que la ausencia de precipitaciones ha sido la nota predominante y en el que las temperaturas han sido más primaverales que nunca, Vassilis Kikilias, ministro de Protección Civil, ya ha advertido de que se acerca una temporada de incendios muy difícil.

Pero los turistas no se van

No obstante, a pesar de los constantes avisos del advenimiento de sucesos meteorológicos extremos, los números del turismo siguen creciendo. El año pasado Grecia dio la bienvenida a alrededor de 33 millones de turistas atraídos por sus sitios arqueológicos históricos, sus playas de agua cristalina y una deliciosa gastronomía. Se espera que este año sean más. De hecho, el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, afirmó recientemente que el gobierno también está sopesando la posibilidad de limitar el número de cruceros que atracan cada año en islas como Santorini, donde, según un informe de la oficina del defensor del pueblo griego “hasta los turistas se quejan del número de turistas”.

Estos turistas, muchos venidos de países menos acostumbrados al calor, son algunas de las víctimas más fáciles para las altas temperaturas, pese a las advertencias de las autoridades griegas. Algunos medios de comunicación han tomado el relevo y sugieren la necesidad de informar a los turistas "que subestiman el calor" y "no son conscientes de los peligros" que pueden entrañar salir de excursión o a visitar monumentos a pleno sol durante las horas más calurosas del día.

Según se ha ido publicando en medios locales, los turistas fallecidos de los que se ha corroborado la causa de la muerte habían salido a hacer senderismo en playas o en el accidentado terreno de las islas griegas. La temperatura hizo lo demás: desde un ataque cardíaco fruto del calor y la exposición al sol, a golpes de calor que terminaron despeñando a los infortunados, que practicaban senderismo en muchos casos, solos.

Continúa la búsqueda

Sería por ejemplo el caso del último turista, el estadounidense con el que comenzaba esta crónica, fallecido después de despedirse de su anfitrión para salir a hacer senderismo en la pequeña isla de Mathraki. Su cuerpo fue encontrado en una playa bastante rocosa y remota del enclave.

Las autoridades griegas aún continúan la búsqueda de otros cinto turistas. Albert Calibet, de 59 años, ayudante de sheriff del condado de Los Ángeles retirado, desapareció el 11 de junio cuando se disponía a hacer una ruta de cuatro horas en la isla de Amorgos, en solitario.

Las francesas fueron vistas por última vez el pasado viernes 14 de junio en la isla de Sikinos. Una de ellas trató de comunicarse con el propietario del hotel en el que se alojaba, pero no consiguió enviarle un pin con la localización en la que se encontraba. La otra mujer francesa desaparecida, de 64 años, se alojaba en otro hotel de la isla, pero los equipos de rescate creen que ambas desapariciones están relacionadas y probablemente se encontraban juntas en el momento de la desaparición. Además, está desaparecida una pareja israelí en la zona de Vytina, en la península del Peloponeso.

Esta semana, se encontraba por fin el cadáver de un turista estadounidense, desaparecido desde hacía días durante lo que prometían ser unas idílicas vacaciones en una de la miríada de pequeñas islas griegas que salpican el mar Egeo. El turista se desvaneció sin dejar rastro tras anunciar que salía a dar un paseo por la isla de Mathraki, de apenas un centenar de habitantes.

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