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El otro gran problema de Macron: las Olimpiadas de París son una pesadilla para la seguridad
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Juegos Olímpicos París 2024

El otro gran problema de Macron: las Olimpiadas de París son una pesadilla para la seguridad

Francia se blinda para la celebración de los Juegos Olímpicos que darán comienzo el próximo 26 de julio. Las amenazas yihadistas continúan siendo uno de los grandes desafíos de la seguridad francesa

Foto: Los anillos olímpicos se exhiben en la Torre Eiffel, en vísperas de los Juegos Olímpicos de París 2024. (Reuters/Pawel Kopczynsk)i
Los anillos olímpicos se exhiben en la Torre Eiffel, en vísperas de los Juegos Olímpicos de París 2024. (Reuters/Pawel Kopczynsk)i
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Toda Francia tiene la vista puesta en las elecciones de este domingo que pueden aupar a la ultraderecha de Marine Le Pen al poder. Sin embargo, este no es el único acontecimieto para el que se prepara el país ya que, el próximo 26 de julio, Francia acoge la celebración de los Juegos Olímpicos y los parisinos parecen haber interiorizado la que se avecina. Algunos con entusiasmo, otros con resignación y otros con un malestar que no dejan de expresar a cada oportunidad. Inevitablemente, las Olimpiadas de París afectarán a las rutinas de los habitantes de la ciudad. En el metro, las vallas publicitarias animan a los ciudadanos a teletrabajar todo lo posible y planificar sus desplazamientos de antemano para evitar problemas. Algunas empresas han empezado a comercializar ‘gadgets’ que permitirán sortear las complicaciones del transporte en tiempo real en esas fechas.

Lo quieran o no, los Juegos se van a dejar sentir en la vida de los parisinos y no está claro hasta qué punto esto podría tener un impacto en las elecciones legislativas anticipadas. El director del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, asegura que las Olimpiadas de París gozan de un gran apoyo en casi todo el espectro político galo. Señala que nada indica que los comicios vayan a cambiar eso, sean cuales sean los resultados. Pero en la propia capital francesa, la incomodidad es real.

Uno de los aspectos en los que más se va a sentir esta alteración es en el de la seguridad. El ayuntamiento de París y el gobierno central están llevando a cabo un importante despliegue de medidas -algunas claramente visibles, otras no tanto- para prevenir incidentes, algunos de los cuales preocupan mucho a las autoridades.

Las amenazas tangibles se pueden resumir en tres áreas: atentados terroristas, ciberataques disruptivos o criminales y campañas de desinformación dirigidas a arruinar la reputación de Francia, que arruinarían la asistencia a los Juegos. Para contrarrestarlas, el Elíseo ha lanzado toda una ambiciosa batería de iniciativas en diferentes ámbitos con las que espera lograr que el evento transcurra con normalidad.

Foto: La Torre Eiffel con los aros de los Juegos Olímpicos. (EFE/EPA/Christophe Petit Tesson)

Un total de 45.000 agentes de policía, 20.000 guardias privados y 15.000 soldados — incluido un contingente de la Legión Extranjera — velarán por la seguridad física de los espacios olímpicos y para prevenir acciones violentas. Además de eso, el gobierno de Emmanuel Macron ha solicitado ayuda adicional a los servicios de seguridad de 45 países y ha pedido a Grecia que le preste un sistema antiaéreo Crotale mientras duren las Olimpiadas.

Durante la ceremonia de inauguración del próximo 26 de julio — que por primera vez en la historia está prevista que tenga lugar en el exterior, en el río Sena — se establecerá una zona de exclusión aérea de 150 kilómetros por un período de seis horas. Además, una aeronave con un sistema de vigilancia AWACS patrullará los cielos parisinos para detectar posibles amenazas aéreas. También se ha establecido un centro de coordinación antidrones en la base militar de Villacoublay, en el extrarradio de la capital. Se prevé, además, el despliegue de agentes armados con el sistema británico SkyWall Patrol, que permite lanzar redes a gran altitud para atrapar drones no autorizados.

Foto: Policía francesa con patrullas caninas. (Reuters/Gonzalo Fuentes)

Del mismo modo, cuatro empresas privadas — Videtics, Orange Business, ChapsVision y Wintics — han desarrollado software de inteligencia artificial para analizar imágenes capturadas por los sistemas de vigilancia existentes e identificar amenazas potenciales en los espacios públicos. El consorcio París 2024 ha llegado a un acuerdo con las firmas Eviden (Atos) y Cisco para asegurar las infraestructuras críticas de los Juegos y protegerlas contra posibles ciberataques, así como para monitorizar internet — incluyendo canales de comunicación utilizados por cibercriminales — y detectar y prevenir campañas e intentos de intrusión antes de que tengan lugar, o en sus fases iniciales.

Drones y yihadistas

Todas estas precauciones no son baladíes. A principios de junio, la firma de inteligencia privada Recorded Futures anunció que habían detectado la circulación de un exhaustivo manual de una decena de páginas creado por un simpatizante del Estado Islámico, en el que se explica cómo transformar pequeños drones comerciales para que puedan transportar explosivos caseros. En el animan explícitamente a sus partidarios a utilizar estas técnicas para atentar durante los Juegos de París. "Lo que hemos observado es un partidario, no es un elemento oficial del aparato mediático del Estado Islámico, sino alguien activo en sus foros, que ha generado un análisis relativamente detallado. Este se enfoca en drones disponibles comercialmente y proporciona análisis del tipo de drones que se pueden usar y tratar de adquirir”, afirma el analista de dicha firma Matt Mooney, en declaraciones al diario The National.

Esto se enmarca dentro de una campaña explícita en la que la organización yihadista ha llamado a sus seguidores a atentar contra eventos deportivos masivos. En abril, el canal en árabe Halummu, que difunde propaganda del Estado Islámico, llamó a atacar los Juegos de París “con dinamita, explosivos, cócteles Molotov y cuchillos”. Y algunos de estos partidarios se lo han tomado en serio.

El pasado 23 de abril, la policía parisina detuvo a un joven de 16 años en la localidad de Marignier, en la Alta Saboya, un día después de que el muchacho expresase en redes su deseo de atacar las Olimpiadas y “morir como un mártir”. Al registrar su vivienda, los agentes encontraron documentos escritos a mano en los que el menor declaraba su lealtad hacia el Estado Islámico. Las autoridades investigan ahora si se trata de una simple tontería adolescente o si realmente tenía la intención de cometer un atentado.

Foto: Un agente pasa junto a un vehículo volteado durante las protestas en Francia tras la muerte en junio pasado a manos de un policía del joven de 17 años Nahel Merzouk. REUTERS / Juan Medina

Más serio parece el arresto, el 22 de mayo, de otro joven de origen checheno de 18 años que ha sido formalmente acusado de querer atentar contra el estadio de fútbol de Geoffroy-Guichard, en la localidad de Saint-Ettiene, una de las instalaciones secundarias que acogerá algunos de los eventos olímpicos fuera de París. El individuo, identificado como Rokhman B., había llegado a Francia en 2023 desde la Federación Rusa con sus padres, que habían solicitado asilo al estado galo. Mientras esperaba un permiso que le autorizase a inscribirse en un centro universitario, el joven se pasaba el día en canales de corte conspirativo y yihadista en Telegram.

Allí se comunicaba con miembros del Estado Islámico Provincia de Jorasán (ISKP) sobre sus intenciones de atentar fueron detectados por la DGSI, el servicio de inteligencia interior francés, que decidió detenerle. Al analizar su teléfono, los agentes se encontraron con imágenes y vídeos del estadio, lo que indica que el sospechoso habría realizado tareas de vigilancia sobre su objetivo. No obstante, no han hallado armas ni explosivos, ni indicios de que esta persona hubiese tratado de adquirir material para fabricarlos de forma casera.

Pero la rapidez con la que han actuado los servicios antiterroristas muestra la seriedad con la que se toman este riesgo. “Si puedes hacer Moscú, puedes hacer París”, dice el experto francés Gilles Kepel, autor de múltiples libros sobre islamismo político y yihadismo, en un reciente artículo en The Economist. “Moscú podría ser un ensayo de entrenamiento de cara a las Olimpiadas”, afirmaba Kepel, en referencia al atentado contra la sala Crocus City Hall el pasado marzo.

Amenazas virtuales

Los especialistas en ciberseguridad esperan que, como suele suceder en este tipo de eventos, los cibercriminales aprovechen la ocasión para sus fines delictivos, por ejemplo para campañas de ‘phishing’ o para tratar de robar las bases de datos de clientes de operadores turísticos, agencias de viaje u otras empresas relacionadas con la explotación turística de los Juegos. Otra de las complicaciones que se esperan son los ciberataques de denegación de servicios, sobre todo contra instituciones periféricas, que generalmente suponen objetivos más vulnerables que las infraestructuras clave.

Pero a las autoridades galas les preocupa más el impacto potencial de las operaciones de desinformación. Durante el último año, países como Rusia o Azerbaiyán han campañas de influencia intentando desacreditar la celebración de los Juegos Olímpicos. En el último caso, por ejemplo, cuentas azeríes promovieron un vídeo en 2023 en el que se intercalaban imágenes de actividades deportivas con otras de la policía francesa utilizando la violencia contra manifestantes en diferentes situaciones, como respuesta al apoyo político expresado por el gobierno de Macron al ejecutivo de Armenia durante el conflicto de Nagorno Karabaj.

Foto: Un hombre quema un Corán en un barrio musulmán en Estocolmo, Suecia, el año pasado. (Getty/Jonas Gratzer)

Pero es sobre todo Rusia quien más activa se ha mostrado en este campo. Según un reciente informe del Centro de Análisis de Amenazas de Microsoft, Moscú lleva al menos un año llevando a cabo este tipo de campañas contra esta celebración. Su frecuencia e intensidad se han incrementado en las últimas semanas. Esta firma ha detectado cómo en los últimos 12 meses dos actores de influencia rusos, denominados por Microsoft “Storm-1679” y “Storm-1099” (más conocido por otros analistas como la llamada Red Doppelganger), han reorientado sus actividades de desinformación hacia las Olimpiadas.

Esta operación se inició en junio del año pasado con un largo vídeo titulado “Olympics Has Fallen” (una referencia a la película de acción de 2013 “Olympus Has Fallen”, titulada “Objetivo: La Casa Blanca” en España), un falso documental en el que se criticaba a la cúpula del Comité Olímpico Internacional. En él había falsos audios de Tom Cruise generados mediante inteligencia artificial. El vídeo, según Microsoft, fue colgado primero por Storm-1679 en canales de Telegram y después fue distribuido en otras redes sociales.

Según el informe, los objetivos de Storm-1679 “buscan expandir los miedos públicos para disuadir a los espectadores de asistir a los Juegos. Durante el último año, ha producido de forma consistente una colección de vídeos engañosos sobre la expectativa de violencia”, como varios clips falsos de cadenas legítimas como Euronews y France24. En ellos alegan que muchos parisinos están comprando seguros inmobiliarios o que el 24% de las entradas a los Juegos han sido devueltas por temor a un atentado. También han emitido falsos comunicados de prensa de la CIA y la DGSI pidiendo a los turistas que no acudan a los estadios por el elevado riesgo de un ataque.

Foto: Imagen del ataque en Moscú. (EFE/Vasily Prudnikov)

A mediados de este mes, cuentas de Twitter vinculadas a Rusia difundieron un supuesto vídeo de la DGSI que alertaba sobre informaciones que apuntaban a futuros atentados contra restaurantes McDonalds en París. Estos medios también han generado imágenes alteradas digitalmente de pintadas en las que se equipara las Olimpiadas de París 2024 con las de Múnich 1972, en las que un comando palestino de la organización Septiembre Negro asesinó a 11 atletas israelíes.

Otras cuentas han tratado de promover el mensaje de que estos van a ser “los peores Juegos Olímpicos de la historia”. Mensajes que, pese a su carácter artificial, explotan las ansiedades y las preocupaciones reales de ciudadanos y autoridades. Pero si bien muchos parisinos gruñen ante las molestias generadas por este evento, la mayoría se encoge de hombros, y muchos otros demuestran el orgullo de que su ciudad haya sido seleccionada como sede olímpica. Al fin y al cabo, una Olimpiada está lejos de ser lo peor que le ha pasado a la capital de Francia.

Toda Francia tiene la vista puesta en las elecciones de este domingo que pueden aupar a la ultraderecha de Marine Le Pen al poder. Sin embargo, este no es el único acontecimieto para el que se prepara el país ya que, el próximo 26 de julio, Francia acoge la celebración de los Juegos Olímpicos y los parisinos parecen haber interiorizado la que se avecina. Algunos con entusiasmo, otros con resignación y otros con un malestar que no dejan de expresar a cada oportunidad. Inevitablemente, las Olimpiadas de París afectarán a las rutinas de los habitantes de la ciudad. En el metro, las vallas publicitarias animan a los ciudadanos a teletrabajar todo lo posible y planificar sus desplazamientos de antemano para evitar problemas. Algunas empresas han empezado a comercializar ‘gadgets’ que permitirán sortear las complicaciones del transporte en tiempo real en esas fechas.

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