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El país al que no debes viajar si no quieres ser una víctima de la "diplomacia de los rehenes"
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El país al que no debes viajar si no quieres ser una víctima de la "diplomacia de los rehenes"

El reciente intercambio de prisioneros entre Suecia e Irán pone de manifiesto la estrategia que emplea Teherán para perseguir sus intereses

Foto: Johan Floderus abraza a su familia tras su llegada al Aeropuerto de Arlanda, en Estocolmo. (Reuters)
Johan Floderus abraza a su familia tras su llegada al Aeropuerto de Arlanda, en Estocolmo. (Reuters)
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La pesadilla de los ciudadanos suecos Johan Floderus y Saeed Azizi finalmente terminó el pasado sábado cuando aterrizaron en el aeropuerto de Arlanda (Estocolmo). Su llegada a casa ha significado el fin de dos años de detención que ha sufrido Floderus, y de los siete meses que ha soportado Azizi en la infame prisión de Evin, en la capital iraní de Teherán. Los dos ciudadanos del país nórdico fueron detenidos y acusados de espionaje por el régimen de Irán, que lleva décadas de choque con los países occidentales. El gobierno de Suecia y sus familias han denunciado que las pruebas contra los ciudadanos suecos fueron inventadas y que el juicio en su contra se trataba, en realidad, de un chantaje del régimen de los Ayatolás.

Unas horas antes de la llegada de Floderus y Azizi, Hamid Noury, un alto funcionario iraní condenado por la muerte de miles de opositores políticos, era recibido con alfombra roja en el aeropuerto de Teherán. Noury fue indultado de la pena de cadena perpetua que un tribunal sueco le designó en julio de 2022 como moneda de cambio por la liberación de los dos ciudadanos suecos. Según han denunciado activistas prodemocráticos, organizaciones por los derechos humanos y varios expertos, el intercambio de prisioneros entre el país nórdico e Irán pone de manifiesto la "diplomacia de los rehenes" que emplea Teherán para perseguir sus intereses.

Las alarmas y la polémica también han saltado en Suecia por el temor de que el caso pueda crear un peligroso precedente, alentando nuevas detenciones arbitrarias de ciudadanos suecos en Irán con el objetivo de conseguir concesiones del país nórdico. De hecho, Suecia no es el único país que en los últimos años ha caído en la misma trampa, ya que se han repetido casos similares a los de Floderus y Azizi con ciudadanos de Francia, Bélgica y Estados Unidos.

"Han vivido un infierno en la tierra"

El primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, recibió en persona a Floderus y Azizi en su llegada en el aeropuerto de Arlanda, donde inmediatamente se pudieron reencontrar con sus familias. En un comunicado posterior subido a X, Kristersson señalaba que los dos ciudadanos suecos "han vivido un infierno en la tierra" durante su encarcelamiento. El jefe del ejecutivo sueco también señaló que "Irán los ha utilizado a ambos como peones en un cínico juego de negociaciones" y añadió que "como primer ministro, tengo una responsabilidad especial por la seguridad de los ciudadanos suecos, por ello, el gobierno ha estado trabajando intensamente en ello". El intercambio de prisioneros entre los dos países ha sido posible gracias a la mediación de Omán. Según el ejecutivo del país escandinavo, la liberación de Noury "no ha sido una decisión fácil para el gobierno, pero a veces hay que tomar medidas difíciles y hacer lo correcto" decía un comunicado.

Foto: Alexander de Croo, primer ministro de Bélgica. (EFE)

Johan Floderus fue detenido el 17 de abril de 2022 en el aeropuerto de Teherán después de visitar durante sus vacaciones a un amigo que trabajaba en la embajada de Suecia en Irán. No era la primera vez que visitaba el país, ya que, como diplomático de la UE, había trabajado anteriormente en programas de apoyo para refugiados afganos que huían de los talibanes. Su detención salió a la luz pública el pasado mes de septiembre, cuando su familia admitió que los esfuerzos de diplomacia silenciosa que se estaban llevando a cabo no estaban funcionando.

En diciembre, Floderus fue acusado por un tribunal iraní por cooperación en tareas de inteligencia y colaboración con Israel, por lo que los fiscales pedían para él la sentencia de pena de muerte, una condena que la familia del diplomático temía que se pudiera ejecutar en cualquier momento.

Por su parte, Saeed Azizi cuenta con la doble nacionalidad en Suecia e Irán y fue detenido cuando viajó al país para conmemorar el aniversario de la muerte de su madre. Azizi fue acusado de connivencia con el servicio de inteligencia sueco, por lo que fue condenado a cinco años de prisión. Según ha contado él mismo, "el juicio no duró más de 3 minutos y no me dieron ninguna oportunidad para defenderme". Inmediatamente después, fue trasladado a una celda de aislamiento en la prisión de Evin, donde coincidió con Floderus. Allí los dos prisioneros suecos cuentan que fueron sometidos a crueles interrogatorios. La cárcel es conocida con el sobrenombre de la “Universidad de Evin” por la cantidad de presos políticos, académicos e intelectuales que están encerrados y han sido torturados allí.

Una trampa cada vez más común

La detención de Johan Floderus en Irán se produjo unas semanas antes de que Hamid Noury fuera condenado por un tribunal en Suecia. Según los medios de comunicación del país, su liberación era un objetivo primordial que el régimen llevaba tiempo persiguiendo. Noury fue detenido en 2019 en un viaje que realizó a Estocolmo. Delante del juez, fue acusado de elaborar las listas de nombres que terminaron en ejecuciones masivas de opositores políticos en la cárcel de Gohardasht en 1988. Según la sentencia, el iraní habría actuado bajo las órdenes de Ebrahim Raisi, quien más tarde se convirtió en presidente de la República Islámica.

Según los expertos, este intercambio de prisioneros entre Suecia e Irán envía una señal clara. "La estrategia de Irán de coger rehenes con detenciones arbitrarias y presionar a los gobiernos funciona, por lo que existe el riesgo de que pueda volver a pasar en el futuro" decía el profesor en derecho internacional en la Universidad de Estocolmo, Said Mahmoudi, en una entrevista para el periódico Dagens Nyheter. Anna Johansson, portavoz de Amnistía Internacional, también subrayaba que desde su organización “hace tiempo que se advierte que Irán encarcela repetidamente a ciudadanos extranjeros para lograr sus objetivos, y ahora le ha tocado el turno a Suecia”.

De hecho, el abasto de la "diplomacia de rehenes" de Irán es tan palpable que desde el Ministerio de Asuntos Exteriores de países como Dinamarca desaconsejan a sus ciudadanos cualquier viaje turístico al país, ya que "pueden arriesgarse a ser encarcelados durante mucho tiempo sin ningún tipo de razón". Otro ejemplo es el caso del ciudadano francés que fue liberado la semana pasada tras haber sido dos años detenido en una cárcel iraní. Hasta Estados Unidos, cuyo Gobierno en otros casos se ha negado a negociar con quién ha secuestrado a sus ciudadanos, ha cedido a las presiones de Irán. En el año pasado, Washington liberó seis prisioneros iraníes y 6.000 millones de dólares del petróleo iraní congelado por las sanciones. A cambio, desde Teherán se puso en libertad a cinco estadounidenses.

La pesadilla de los ciudadanos suecos Johan Floderus y Saeed Azizi finalmente terminó el pasado sábado cuando aterrizaron en el aeropuerto de Arlanda (Estocolmo). Su llegada a casa ha significado el fin de dos años de detención que ha sufrido Floderus, y de los siete meses que ha soportado Azizi en la infame prisión de Evin, en la capital iraní de Teherán. Los dos ciudadanos del país nórdico fueron detenidos y acusados de espionaje por el régimen de Irán, que lleva décadas de choque con los países occidentales. El gobierno de Suecia y sus familias han denunciado que las pruebas contra los ciudadanos suecos fueron inventadas y que el juicio en su contra se trataba, en realidad, de un chantaje del régimen de los Ayatolás.

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