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El 'efecto búmeran' de Macron y la euforia ultraderechista: las claves de las legislativas
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el 'sprint' final hasta el 7 de julio

El 'efecto búmeran' de Macron y la euforia ultraderechista: las claves de las legislativas

Las primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia ha dejado un escenario en el que la ultraderecha puede conseguir mayoría o la Asamblea Nacional quedará dividida

Foto: Emmanuel Macron vota en las elecciones legislativas el 30 de junio de 2024. (Reuters/Yara Nardi Pool)
Emmanuel Macron vota en las elecciones legislativas el 30 de junio de 2024. (Reuters/Yara Nardi Pool)
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Si hay una palabra que describe el estado de ánimo de Marine Le Pen es euforia. Lo está desde que este domingo su partido Agrupación Nacional ha conseguido una victoria rotunda en la primera vuelta de las elecciones legislativas. Todavía le queda camino por recorrer, específicamente, el sprint final hasta la segunda vuelta del 7 de julio.

Ese día, los franceses decidirán si desean una representación política de la extrema derecha de Le Pen, que ha obtenido el 33,15% de los votos, o del Nuevo Frente Popular, la coalición de partidos de izquierda que ha conseguido el 27,99%, según los resultados provisionales publicados por el Ministerio del Interior. El Partido Renacimiento del presidente Emmanuel Macron y su alianza Ensemble ha quedado en tercer lugar (con el 20,83% de los votos) y con pocas posibilidades de que se giren las tornas y consiga una mayoría en la Asamblea Nacional francesa.

Después de la segunda vuelta de las legislativas, se presentan dos escenarios. En el primero, Agrupación Nacional consigue una mayoría aplastante que obliga a Macron a nombrar a un nuevo primer ministro. En este caso, sería Jordan Bardella, la mano de derecha de Le Pen. Este giro cambiará radicalmente la política tanto interior como exterior de Francia y puede fomentar un enfrentamiento con las políticas de Macron.

En el otro escenario, la jornada electoral del domingo que viene acabará sin una mayoría clara y el país podría sumirse en un estancamiento que puede agitar todavía más la situación política. Después de una votación legislativa que se considera histórica por el auge de la ultraderecha, el presidente ha advertido que los franceses no pueden entregar las llaves del país a Agrupación Nacional. "Todo en su programa, sus valores, su historia, los convierte en una amenaza inaceptable contra la cual tenemos que luchar", dijo. A una semana de los comicios legislativos definitivos, estas son las claves de la primera vuelta de las legislativas que han puesto patas arriba el futuro político de Francia.

El búmeran de Macron

Emmanuel Macron ha sido tajante sobre el peligro de que la extrema derecha gobierne la república. Aunque algunos le han señalado precisamente por acelerar su ascenso político. Después de la victoria de Agrupación Nacional en las elecciones al Parlamento Europeo, el presidente francés estaba convencido de que era su deber democrático poner a prueba a los votantes y convocar elecciones legislativas anticipadas.

La primera vuelta de estos comicios ha sido un duro revés para el mandatario, que ha quedado relegado en un tercer lugar. Pero el partido ultraderechista no es el único que está detrás de la debacle de Macron. La coalición de partidos de izquierda Nuevo Frente Popular, que incluye desde los socialistas moderados hasta la extrema izquierda llamada Francia Insumisa, se ha convertido en los segundos más votados. Las proyecciones apuntan a que el fuerte apoyo de los jóvenes ha sido clave para este ascenso que ha dejado a Macron con pocas opciones de conseguir una mayoría parlamentaria.

Desde que empezó la campaña por las legislativas, el presidente ha agitado el miedo entre los votantes ante un hipotético gobierno de ultraderecha. Pero, en lugar de apostar por su Partido Renacimiento, una gran parte de los franceses ha votado a la coalición de izquierda.

Foto: La líder de Agrupación Nacional, Marine Le Pen. (Reuters/Yves Herman)

Después de que se difundieran las proyecciones de voto, tanto los líderes de la izquierda como Macron afirmaron que instarían a retirarse a los candidatos de algunas circunscripciones en las que quedaron en tercer lugar. El objetivo de este movimiento es evitar que se divida el voto e impedir que la extrema derecha obtenga una mayoría absoluta. Para Macron, retirar a algunos de sus candidatos supone que deberá prescindir de algunos aliados de su partido para apostar por un perfil más de izquierdas.

El presidente francés, que cuenta con cerca de 250 escaños desde las últimas legislativas de 2022, ha intentado conseguir, sin éxito, una mayoría absoluta que le permita continuar con su agenda política. Pero el nuevo panorama en la Asamblea Nacional francesa ha puesto las cosas mucho más difíciles para Emmanuel Macron. En sus primeras declaraciones después de que salieron las proyecciones de voto, el mandatario ha hecho un llamado a la unidad para sortear el batacazo electoral: "Frente a la Agrupación Nacional, es hora de una alianza grande, claramente democrática y republicana para la segunda vuelta".

¿Una época inestable?

Jordan Bardella, el líder de Agrupación Nacional, no tiene dudas de que la votación del próximo 7 de julio será un antes y un después. "Es una de las más decisivas en toda la historia de la Quinta República", afirmó.

La mano derecha de Marine Le Pen ha afirmado que no gobernará si no es con una mayoría absoluta y que no aceptará tomar el poder si necesita los votos de sus aliados para aprobar leyes. Si logra su objetivo, Macron no tendrá más remedio que nombrar a Jordan Bardella primer ministro francés y estaría al cargo de la política interior del país.

Este nombramiento podría provocar grietas profundas por la postura euroescéptica y antiinmigrante de Agrupación Nacional. Las negociaciones pueden ser especialmente duras con Macron por asuntos políticos como la contribución de Francia al presupuesto de la Unión Europea o los recursos que París ha enviado a la guerra de Ucrania.

En cambio, si Agrupación Nacional no logra una mayoría absoluta, el presidente francés tendría que escoger a otra persona sobre la que todavía no se han barajado nombres. El problema sería lidiar con una Asamblea dividida entre dos grandes bloques —el ultraderechista y la coalición de izquierdas— y en la que la coalición centrista de Macron tendría poco poder.

El propio primer ministro Gabriel Attal ha reconocido que el nuevo objetivo de la formación ya no es aumentar su influencia política en la Asamblea, sino tener el peso suficiente como para negociar con otros partidos y evitar que la extrema derecha llegue holgadamente al poder.

La conquista de la ultraderecha

Mientras Marine Le Pen y Jordan Bardella celebraban los resultados de las elecciones legislativas, miles de personas se manifestaban en París para protestar contra un partido que, consideran, puede poner en jaque las libertades del país.

Sin embargo, el miedo que se palpaba en la Plaza de la República de la capital francesa choca con el voto de otras miles de personas que han llevado a Agrupación Nacional a duplicar su porcentaje de voto con respecto a las legislativas de 2022.

La crisis social, el hartazgo de la población y el voto de castigo son algunos de los factores que explican el auge de un partido que llevaba décadas relegado ideológicamente. El giro a la derecha de la sociedad francesa es una realidad reconocida por el propio Emmanuel Macron. Un funcionario cercano al presidente afirmó que las elecciones legislativas se celebraron anticipadamente porque, si se hubiera hecho en octubre —cuando estaban previstas— la mayoría absoluta de Agrupación Nacional hubiera sido inevitable.

placeholder Marine Le Pen, después de conocer los resultados de las elecciones legislativas (REUTERS / Yves Herman)
Marine Le Pen, después de conocer los resultados de las elecciones legislativas (REUTERS / Yves Herman)

Los votos de este domingo se unen a encuestas como la de Ipsos, que arroja que la clase trabajadora es el rango de población que más apuesta por el ascenso político de la ultraderecha. Pero su base ha aumentado y además de los votantes recurrentes, los jubilados, las mujeres, las personas menores de 35 años y los habitantes de grandes ciudades han votado al partido ultraderechista.

Hasta ahora, el mandatario francés era visto por sus partidarios como el estratega político capaz de frenar el ascenso de la extrema derecha. Sin embargo, esta figura se ha ido desdibujando hasta llegar a unas elecciones en las que la alianza centrista del presidente ha perdido una gran parte de su poder. La centroderecha seguirá existiendo, pero es probable que lo haga sin Macron como su máximo líder.

La política francesa se acerca a unos cambios históricos marcados por los votos de una sociedad tradicionalmente opuesta a las ideas ultraderechistas. Marine Le Pen se ha puesto la bandera de ese cambio y afirmó que desea "pasar página después de siete años de poder desdeñoso y corrosivo".

Si hay una palabra que describe el estado de ánimo de Marine Le Pen es euforia. Lo está desde que este domingo su partido Agrupación Nacional ha conseguido una victoria rotunda en la primera vuelta de las elecciones legislativas. Todavía le queda camino por recorrer, específicamente, el sprint final hasta la segunda vuelta del 7 de julio.

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