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Escenarios Francia post 7 J: "Cohabitación" explosiva o el caos en el Gobierno
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El futuro de Emmanuel Macron

Escenarios Francia post 7 J: "Cohabitación" explosiva o el caos en el Gobierno

La pérdida de autoridad de Emmanuel Macron provocará la cuasi desaparición de París en el escenario internacional en unos tiempos de zozobra para Europa, amenazada por Vladímir Putin y, quizás, el día de mañana, ignorada por Donald Trump

Foto:  El presidente francés, Emmanuel Macron. (EFE/EPA/Olivier Matthys)
El presidente francés, Emmanuel Macron. (EFE/EPA/Olivier Matthys)
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El próximo domingo, los franceses volverán a las urnas y ese día, tras el escrutinio, solo caben dos desenlaces. Por un lado, un gobierno encabezado por el Reagrupamiento Nacional (RN) refundado por Marine Le Pen y, por otro, uno respaldado por una multitud de partidos, que se encuentran en las antípodas los unos de los otros, pero frágilmente unidos en su rechazo “republicano” a la extrema derecha.

El primer desenlace daría paso a la cuarta cohabitación en la historia de la V República entre un presidente y un primer ministro de ideologías contrapuestas. En este caso, el antagonismo es tan grande que la convivencia entre Emmanuel Macron y Jordan Bardella, el joven aupado por Le Pen, sería explosiva, según augura la prensa francesa.

Antes, incluso de esa hipotética cohabitación, Marine Le Pen ha resaltado que el título de jefe de los Ejércitos, que ostenta el presidente, es honorífico y, por tanto, no le corresponde a Macron dirigir la política de defensa. Lo siguiente sería que le quisieran también despojar de sus atribuciones en política exterior.

El segundo posible desenlace consiste en la emergencia de una mayoría parlamentaria heterogénea y efímera de liberales, como los partidarios de Macron, e izquierdistas, como los Jean-Luc Mélenchon (Francia Insumisa). Convertiría a la Asamblea Nacional en un ring y paralizará la acción del Gobierno. El riesgo es que entonces “Francia quede totalmente fracturada e ingobernable en ausencia de una mayoría”, advierte el editorial del diario Sud Ouest de Burdeos.

Foto: Marine le pen reacciona tras los resultados de la primera vuelta de las elecciones legislativas anticipadas de 2024. ( REUTERS/Yves Herman)

En ambos casos se producirá “un debilitamiento sin precedentes de la autoridad presidencial en un momento clave de la historia de Francia”, como señala el editorial del diario Le Monde. “Pierde todo, excepto el palacio del Elíseo”, añade el editorial de Le Figaro. “El “macronismo” triunfante vive sus últimos momentos, aunque a la vista de los resultados del domingo, el cadáver (...) sigue aun moviéndose”, editorializa La Dépêche de Toulouse.

Esa pérdida de autoridad trasciende las fronteras de Francia porque, incluso en una UE ampliada a 27, París sigue siendo, junto con Berlín, uno de los impulsores de la construcción europea que ahora pasa por hacer frente a los designios imperialistas de Vladímir Putin en Ucrania. La derrota de Macron es una pésima noticia para Volodímir Zelenski y, más aún, si anticipa una victoria en noviembre de Donald Trump en las presidenciales de EEUU.

Francia “se orienta hacia una cohabitación o quizás a un bloqueo de su sistema político”, vaticina el periódico alemán “Frankfurter Allgemeine Zeitung”. “Francia corre el riesgo de estar ausente de la Unión Europea y de la OTAN durante años”, añade. “Eso agradaría a Moscú”, concluye. Si Le Pen llegara al poder,“tendría consecuencias dramáticas para nosotros”, advirtió el socialdemócrata Michael Roth, presidente de la comisión de relaciones exteriores del Bundestag (cámara baja). “Francia es el corazón de la Europa unida y si ese corazón no late con fuerza, la UE podría sufrir un infarto”, recalcó.

Junto con la merma de la autoridad presidencial, hay otra primera conclusión que se puede sacar de la noche electoral. El famoso “cordón sanitario”, aquel que en la segunda vuelta juntaba los sufragios de la derecha tradicional con los de la izquierda y la extrema izquierda, está muy resquebrajado, casi roto.

El Nuevo Frente Popular (NFP), cuya figura más destacada en Jean-Luc Mélenchon, sí ha pedido el voto, el próximo domingo, para los candidatos de la derecha "macronista" o neogaullista (Los Republicanos). Macron debe, en parte, su elección en las presidenciales de 2017 y, sobre todo, 2022 a los sufragios del electorado de izquierdas que cerró las puertas de El Eliseo a Marine Le Pen.

Foto: La líder de Agrupación Nacional, Marine Le Pen. (Reuters/Yves Herman)

En la antigua mayoría presidencial que secunda a Macron no se es, en cambio, muy partidario de respaldar a la izquierda en la segunda vuelta si el aspirante a diputado, como sucede en buen número de circunscripciones, pertenece al partido de Mélenchon. Por su parte, los Republicanos dejan libertad de voto.

Hasta el gran diario conservador Le Figaro deja veladamente caer en su editorial en portada que el RN es la menos mala de las opciones. “Colocado, digan lo que digan, bajo el dominio de Francia Insumisa, el Nuevo Frente Popular es, de hecho, el vector de una ideología que consumaría la deshonra y la ruina del país”, escribe su director, Alexis Brézet.

Agrupación Nacional no conseguiría la mayoría absoluta

La mayoría de las proyecciones del resultado definitivo del próximo domingo, efectuadas a partir del escrutinio de la primera vuelta, colocan al RN algo por debajo de la mayoría absoluta de los 289 escaños en la Asamblea Nacional. Pero, el resultado final es impredecible y no solo porque el “frente republicano” esté ahora agrietado. Bastaría con que un puñado de diputados neogaullistas de Los Republicanos secunden a la extrema derecha en la Asamblea Nacional para que Macron no tenga más remedio que designar a Jordan Bardella, primer ministro.

Foto: La líder de Agrupación Nacional, Marine Le Pen. (Reuters/Yves Herman) Opinión
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El joven Bardella siempre insistió, durante la campaña electoral, en que solo encabezaría el Gobierno si gozaba de una mayoría absoluta, pero algunos de sus lugartenientes matizaron el lunes sus palabras. “Hemos recibido un cierto número de llamadas de diputados, incluidos algunos de la mayoría”, (macronista) explicaba Sébastien Chenu en la televisión pública. Se mostró a continuación partidario de concluir pactos para adueñarse de la Asamblea Nacional.

El próximo domingo, los franceses volverán a las urnas y ese día, tras el escrutinio, solo caben dos desenlaces. Por un lado, un gobierno encabezado por el Reagrupamiento Nacional (RN) refundado por Marine Le Pen y, por otro, uno respaldado por una multitud de partidos, que se encuentran en las antípodas los unos de los otros, pero frágilmente unidos en su rechazo “republicano” a la extrema derecha.

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