Es noticia
La fortaleza Europa es una birria. Por eso, estos países quieren levantar un muro en el aire
  1. Mundo
primera línea de defensa

La fortaleza Europa es una birria. Por eso, estos países quieren levantar un muro en el aire

Los drones rusos en la frontera estonia pueden parecer algo menor en el gran esquema de la seguridad continental. Pero también cuentan otra historia: la de una alianza militar con un gran boquete en su defensa

Foto: Un dron MQ-9 Reaper en la base aérea estonia de Amari. (Reuters/Janis Laizans)
Un dron MQ-9 Reaper en la base aérea estonia de Amari. (Reuters/Janis Laizans)

A orillas del Narva, el río que sirve de frontera natural entre Estonia y Rusia, cayó hace meses un paquete de droga. Lo llevaba un dron que volaba desde el lado ruso hacia la ciudad estonia del mismo nombre. Unas semanas después, otro vehículo aéreo no tripulado realizó maniobras muy cerca de una infraestructura crítica cercana a la divisoria entre ambos países. Estos lances, cada vez más frecuentes, podrían parecer algo menor en el gran esquema de la seguridad continental. Pero también cuentan otra historia: la de una alianza militar con un gran boquete en su defensa.

En Estonia no se toman estas provocaciones a la ligera. Cada movimiento desde el otro lado de la linde pone en alerta a la Guardia Fronteriza del país báltico, donde la mayoría teme que una escalada militar con el Kremlin es solo cuestión de tiempo. En los puestos defensivos a lo largo de los casi 300 kilómetros de frontera terrestre, la tensión es máxima.

“Aunque no tengamos incidentes todos los días, el miedo a una provocación es diario”, explica el oficial Tarvo Kruup, quien lleva años al frente de Prefectura del Este y lidera la Junta de la Guardia Fronteriza.

En mayo, Moscú llegó a retirar 25 de las 50 boyas que marcan el límite marítimo entre los dos países en la desembocadura del río Narva (se utilizan para evitar que los barcos se adentren inadvertidamente en aguas extranjeras). Poco antes, el Ministerio de Defensa ruso llegó a publicar un documento (difundido por la agencia TAS y eliminado poco después de su web) en el que se sugería revisar las fronteras en el mar Báltico. El caso, esta vez, no fue a más. Pero los líderes estonios, y muchos europeos, avisan de que esto forma parte de una estrategia de ‘guerra híbrida’ más amplia y peligrosa para la que todavía la UE no tiene respuesta.

“Es parte de un patrón más amplio [de acciones de Moscú] de utilizar herramientas en la frontera para crear miedo y ansiedad”, aseguró en ese momento la primera ministra estonia (y futura jefa diplomática de los 27), Kaja Kallas.

Esta “ansiedad” tiene origen en una realidad militar. La invasión a gran escala de Ucrania ha supuesto un golpe de realidad para la defensa europea. Los avisos, alertas y alarmas sobre el lamentable nivel de preparación de los ejércitos continentales para sostener una guerra de alta intensidad han llegado desde las más altas esferas castrenses de todos los rincones de la Unión. La más reciente, y de las más alarmantes, fue la revelación de que la OTAN apenas tendría un 5% de las defensas antiaéreas necesarias para proteger su flanco oriental, dijeron al Financial Times fuentes de la Alianza.

Los países bálticos —colindantes con Rusia y Bielorrusia—, llevan meses trabajando (cada uno por su cuenta) en la fortificación de sus fronteras ante un escenario de confrontación total. También los países de segunda línea, como Polonia (también fronteriza con Bielorrusia), avanzan planes para defender su territorio en caso de que Rusia gane la guerra y tome el control de Ucrania. Ahora, estas naciones quieren que se haga un esfuerzo conjunto, coordinado por la OTAN y financiado con fondos europeos.

Empezando por construir un gran muro de drones. ¿Un muro de drones?

Un primer paso gris

El pasado mes de mayo, seis países OTAN/UE —Lituania, Letonia, Estonia, Polonia, Finlandia y Noruega— anunciaron que había comenzado a trabajar en un proyecto de defensa común sin precedentes denominado “muro de drones” (drone wall) para blindar sus fronteras de la injerencia rusa. El primer paso para comenzar a tapar las carencias defensivas más básicas del bloque.

“Esto es algo completamente nuevo. Un muro de drones desde Noruega a Polonia. El objetivo es usar drones y otras tecnologías para proteger nuestras fronteras”, anunció la ministra de Interior lituana, Agne Bilotaite, en declaraciones a una agencia de noticias local.

Para los expertos militares, cualquier potencial agresión rusa —total o parcial— muy probablemente iría precedida por una intensificación de las hostilidades en la llamada zona gris. Oleadas de migrantes, contrabando de drogas y armas para fomentar la criminalidad, sabotajes contra infraestructuras críticas, campañas de desinformación masiva, protestas orquestadas o cualquier tipo de crisis prefabricada que desestabilice al enemigo, especialmente en los puntos de presión fronterizos. Y en este menú de acciones desestabilizadoras, los drones juegan un papel crucial.

Foto: Frontera entre Letonia y Rusia, el 18 de junio de 2024. (Europa Press/DPA/Alexander Welscher)
TE PUEDE INTERESAR
La UE estudia unirse al "muro" de drones con el que la OTAN quiere blindarse contra Rusia
Mónica Redondo. Tallin György Folk (EUrologus. Bélgica)

"Hemos empezado ya a implementar el proyecto, aunque de manera muy inicial. Tenemos un plan específico en la cabeza. Nuestra prioridad es aumentar la vigilancia y defensa con drones para contrarrestar las actividades de Rusia", explica Veiko Kommusaar, director general adjunto de la Guardia Fronteriza de Estonia, en entrevista con El Confidencial en la capital estonia. “También sistemas con capacidad de escucha y cámara, aunque tenemos que acabar de definir cómo conseguiremos estos sistemas que son complejos para nosotros”, avisa.

El plan está todavía en una fase embrionaria. El primer objetivo sería instalar vehículos no tripulados aéreos, pero también terrestres y marinos, que puedan vigilar las fronteras en tiempo real para identificar y analizar cualquier movimiento sospechoso proveniente de Rusia, ya sean personas o drones.

“Le llaman ‘muro', pero viene a ser un sistema de alerta y vigilancia para reforzar los ya existentes. Los bálticos quieren levantar barreras físicas con diferentes elementos como trincheras, alambradas, verjas, fortificaciones. Los drones vienen a complementar estos sistemas para detectar cualquier maniobra híbrida o ilegal con un patrullaje intensivo que llega hasta las zonas de más difícil acceso”, explica Joaquín Garrido, experto y divulgador en el canal Drones de Guerra.

“Probablemente, irán equipados con software avanzado de reconocimiento, con lo que se puede prescindir del operador. Puedes automatizar las horas de salida y regreso, los reemplazos y la cadencia, y avisa automáticamente según los parámetros establecidos. Técnicamente, todo es posible”, agrega.

Foto: Maniobras militares 'African Lion 22' de Marruecos y EEUU. (EFE/Fátima Zohra)
TE PUEDE INTERESAR
No, Marruecos no planea invadir Canarias de forma "inminente". Y aunque quisiera, no podría
Enrique Andrés Pretel Ignacio Cembrero Alba Sanz

El muro, además, iría acompañado de sus respectivos sistemas de detección (como radares) y neutralización de vehículos no tripulados; primero versión soft-kill, que busca inhibir o interferir la frecuencia del dron enemigo para estrellarlo o capturarlo; y, llegado el caso, modelos hard-kill, con capacidad de destruir físicamente el aparato mediante ametralladoras, cañones o torretas.

Defiendes lo que gastas

La industria báltica de defensa ya ha salido al paso del desafío. Desde Lituania aseguran que tienen capacidades para comenzar a levantar el muro no tripulado y ya han arrancado las conversaciones con expertos y fabricantes para ver cómo acometer esta primera fase. A las ventajas tácticas, sostienen, se suma la futura eficiencia del sistema.

“Las cámaras de los drones pueden detectar una amplia gama de objetos en movimiento mejor que el ojo humano y también pueden procesar cantidades de datos mucho mayores. Se puede realizar una mayor cantidad de vigilancia con el mismo número de efectivos”, sostiene Vaidas Sabaliauskas, director de la Asociación de la Industria de Defensa y Seguridad de Lituania.

“Se podría proteger la frontera con la misma cantidad de personas y de energía, pero con una calidad mucho mayor”, expone, agregando que la combinación con tecnologías disruptivas, como la inteligencia artificial, se puede lograr un monitoreo inteligente con bajas tasas de error.

Sin embargo, recalcan los expertos, todavía es demasiado pronto para saber cómo lucirá esta defensa tecnológica, qué aparatos y con qué configuraciones. La industria del dron (especialmente el aéreo) está muy avanzada y es muy competitiva. También estará sujeto a cuántos países se impliquen, bajo qué mecanismo (UE/OTAN/multilateral) y qué plazos quieran ponerse.

Foto: Ejercicios militares Quadriga de la OTAN. (DPA/Kay Nietfeld)

“Depende de las áreas que quieran abarcar, la intensidad y, en definitiva, los recursos que quieran invertir. Son muchos kilómetros de frontera, así que se necesitarían drones de un tamaño medio (que pueden recorrer unos 200 km) o grandes (hasta 600 km), preferiblemente de ala fija e híbridos eléctricos/gasolina, que les da gran autonomía de vuelo. El punto es que esté todo integrado, a ser posible en un solo sistema”, abunda Garrido.

De ejecutarse, esta muralla tecnológica podría constituir una sólida primera línea de alerta y adquirir, con el tiempo, capacidades defensa y ofensivas adicionales para hacer frente a diferentes escenarios de amenaza externa.

“Sí, se podría imaginar una evolución hacia una versión más ofensiva de este sistema. Al final, todo depende de con qué armes a los drones. Se podrían agregar otros elementos adicionales con más capacidades, como ‘globos espía’ con sensores especializados, o ‘drones prisioneros’, que están alimentados por cable y siempre están en el aire. Incluso está el concepto de ‘campo minado aéreo’, densos enjambres de drones que podría llegar a interceptar amenazas aéreas más serias”, apunta Garrido.

Del Báltico al Negro

Los promotores de la iniciativa están ahora tratando de arrancar el proyecto, ya que todavía no hay una coordinación entre industria y las autoridades de defensa bálticas. "Donde hay más trabajo es en la preparación, análisis previo y consulta de mercado para que el proceso es más fluido. Cuando hay prisa por hacer las cosas, existe el riesgo de tener que redefinir los planes”, opina Sabaliauskas, el representante de las empresas lituanas de defensa.

Bruselas ya ha tomado nota y podría estar dispuesta a analizar y, llegado el caso, a coordinar, el plan. "[La UE] acoge con satisfacción cualquier iniciativa por parte de los Estados miembros encaminada a apoyar a Ucrania, por mucha ayuda que se trate, y que se aplique lo más rápidamente posible", dijo una fuente institucional que prefirió no ser identificada al medio europeo EUrologus y a la que tuvo acceso El Confidencial. La fuente aboga por ejecutar este tipo de ideas de manera centralizada por el bloque, ya que "resultan más eficaces que las coordinaciones bilaterales".

Polonia y los países bálticos enviaron una carta a la presidencia rotatoria de la UE para incluir en sus debates la construcción de esta combinación de barreras físicas y tecnológicas. Un proyecto de este calado —que podría llegar costar más de 2.500 millones de euros, tan solo para los 700 kilómetros de frontera con Rusia y Bielorrusia— requeriría de pleno apoyo político y financiero del bloque.

Foto: El presidente de Rusia, Vladimir Putin. (Reuters)

“Construir un sistema de infraestructura de defensa a lo largo de las fronteras externas de la UE con Rusia y Bielorrusia comenzará a solucionar la terrible y urgente necesidad de proteger la UE de amenazas militares e híbridas”, argumentaron los líderes de los cuatro países en su misiva, a la que tuvo acceso Reuters.

Más allá de los bálticos, otros países del este de Europa que sienten de cerca el aliento militar de Putin, también han recibido la idea con interés. Muchos creen que esto debería ser un esfuerzo mancomunado para defender en todo el flanco oriental.

La línea de defensa contra Rusia debería comenzar desde el mar Báltico y llegar hasta el mar Negro. El “muro de drones”, por lo tanto, debería abarcar no solo Polonia, los países bálticos y nórdicos, sino también Hungría, Eslovaquia, Rumanía, Ucrania y Bulgaria”, consideró Velizar Shalamanov, experto militar búlgaro y exministro de Defensa con experiencia en diversos cargos en la OTAN. "La defensa con drones es muy importante y en este momento es el sistema más rentable como herramienta disuasoria”.

A orillas del Narva, el río que sirve de frontera natural entre Estonia y Rusia, cayó hace meses un paquete de droga. Lo llevaba un dron que volaba desde el lado ruso hacia la ciudad estonia del mismo nombre. Unas semanas después, otro vehículo aéreo no tripulado realizó maniobras muy cerca de una infraestructura crítica cercana a la divisoria entre ambos países. Estos lances, cada vez más frecuentes, podrían parecer algo menor en el gran esquema de la seguridad continental. Pero también cuentan otra historia: la de una alianza militar con un gran boquete en su defensa.

Estonia OTAN Defensa Conflicto de Ucrania Noticias de Rusia
El redactor recomienda