Le Pen pincha y la izquierda quedaría como primera fuerza en la Asamblea Nacional, según encuestas

Pinchazo de la ultraderecha de Marine Le Pen en la segunda vuelta de las elecciones legislativas en Francia. Agrupación Nacional (RN) quedaría muy lejos de la mayoría absoluta en los comicios de este domingo, que se convirtieron en un plebiscito sobre la llegada al poder de esta formación xenófoba y nacionalista. El lepenismo y sus aliados obtendrían entre 152 y 132 diputados, según los resultados preliminares ofrecidos en sondeos a pie de urna, que no son definitivos y variarán durante la noche.

Estos ballotages —un recuento preliminar hecho de manera estratégica— dan a la coalición unitaria de la izquierda del Nuevo Frente Popular como la primera fuerza en la Cámara Baja, con una estimación de entre 192 y 172 escaños. Los partidos afines al presidente Emmanuel Macron conseguirían entre 170 y 150 escaños. Es decir, un casi empate entre los tres bloques (izquierda, macronismo y lepenismo) se dibuja según estos resultados preliminares. Una fragmentación que deja la Asamblea Nacional sin mayorías claras. El umbral de la mayoría absoluta se sitúa en 289 diputados.

“Nuestro pueblo ha descartado la peor solución para él”, ha declarado Jean-Luc Mélenchon, líder de la Francia Insumisa (afines a Sumar o Podemos), una formación central junto con el Partido Socialista en el Frente Popular. “La izquierda ha salvado una vez más la República”, ha añadido el dirigente insumiso desde plaza de Staligrad, en el nordeste de París, en medio de centenares de militantes eufóricos.

Tras una primera vuelta marcada por un aumento significativo de la participación, con un 67% fue la más elevada en unas legislativas desde 1997, este domingo creció ligeramente el porcentaje de votantes, según las estimaciones de los institutos de sondeos. Estas apuntan a una participación de entre el 67% y el 68%. Representaría la más alta en los últimos 27 años. Esto habría ayudado al Nuevo Frente Popular, que en la primera vuelta apenas obtuvo un 27,99% de votos en la primera vuelta, en segundo lugar tras Agrupación Nacional.

Parecía imposible que la izquierda, así, obtuviera la mayoría, pero en la última semana parte de los candidatos de la coalición macronista aceptaron retirarse de la carrera a la segunda vuelta.

Si se confirma este resultado, el presidente Emmanuel Macron debería, según la tradición, invitar a un candidato del Nuevo Frente Popular a formar y dirigir el Gobierno de "cohabitación" entre el liberal Macron y la izquierda. Pero la pregunta es: ¿quién?

Aunque existe la opción de un gobierno de "unión nacional" contra la ultraderecha, donde los macronistas apoyarían a un primer ministro de izquierdas, figuras dentro del propio Nuevo Frente Nacional ya han rechazado ese acuerdo, como la Francia Insumisa de Jean-Luc Melenchon. Otra parte, la más socialista-centrista del Nuevo Frente Nacional, sí habría tendido puentes ante esa posibilidad.

Otra posibilidad con la que se especula consiste en un Ejecutivo interino con perfiles técnicos a la espera de unos nuevos comicios, que no podrán celebrarse hasta el verano del año que viene. En medio de esos escenarios, en que la presidencialista política gala estará dominada por la Cámara Baja, ganaría en relevancia el rol del Frente Popular. Sobre todo, si este logra mantenerse unido, lo que no está garantizado.