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Alvise decide no unirse al grupo de los más ultras de la Eurocámara formado por AfD
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Nuevas formaciones de extrema derecha

Alvise decide no unirse al grupo de los más ultras de la Eurocámara formado por AfD

Tras una larga negociación los tres eurodiputados de Se Acabó La Fiesta no se unen al nuevo grupo de extrema derecha creado por AfD en la Eurocámara

Foto: El eurodiputado electo Luis 'Alvise' Pérez Fernández, líder de la agrupación Se Acabó la Fiesta. (Europa Press/Eduardo Parra)
El eurodiputado electo Luis 'Alvise' Pérez Fernández, líder de la agrupación Se Acabó la Fiesta. (Europa Press/Eduardo Parra)

La extrema derecha tendrá un nuevo grupo en la Eurocámara: Europa de las Naciones Soberanas. Después de que Identidad y Democracia (ID) se haya transformado en una nueva facción, Patriotas para Europa, patrocinada por el primer ministro húngaro Viktor Orbán y dominada por el Rassemblement National de Marine Le Pen, se ha conformado un nuevo grupo más a la derecha. Este gravitará alrededor de Alternativa para Alemania (AfD), la formación ultra alemana que fue expulsada de ID por parte de Le Pen y los leguistas de Matteo Salvini después de que su cabeza de lista blanquease a las personas con un pasado en las SS nazis.

En ese grupo, que se ha conformado este miércoles durante una reunión en Bruselas, estaba previsto que estuviera también Se Acabó La Fiesta (SALF), la formación del agitador Luis ‘Alvise’ Pérez, que sorprendió en las elecciones europeas del pasado 9 de junio obteniendo 3 escaños. La noticia se confirmaba cuando en redes sociales el diputado húngaro Toroczkai László, cuyo partido forma parte del grupo, celebraba "un día histórico" con la formación de una nueva bancada en la que incluía a la formación de Alvise. El mensaje incluía un mapa en el que estaba también el logotipo de SALF.

Desde que el sector de AfD comenzó a mover la posibilidad de que se conformara un nuevo grupo a la derecha de ID y de los ultraconservadores de Conservadores y Reformistas (ECR), en Bruselas se daba por hecho que SALF acabaría en esa bancada, especialmente después de que Vox decidiera abandonar el grupo de Giorgia Meloni, el ECR, para unirse a los Patriotas, el nuevo grupo capitaneado por Le Pen y Orbán. Sin embargo, el partido ha decidido quedarse fuera.

"Tras intensas consultas, hemos fundado hoy el grupo Europa de las Naciones Soberanas (ENS). Nos hemos reunido porque compartimos el objetivo de tener un impacto significativo en el futuro político de Europa mediante una acción decisiva y una planificación estratégica. Esto sólo puede lograrse colectivamente, como demuestra la historia europea. Siempre han ejercido influencia quienes han tenido el valor de organizarse y actuar estratégicamente", ha señalado el grupo en un comunicado en el que no se menciona a SALF entre los integrantes finales de la bancada.

Además de AfD, en el grupo se encuentran Reconquête, la formación del radical Éric Zemmour, el SPD checo, que contó con dos eurodiputados en la anterior legislatura, el Republika eslovaco, con raíces en movimientos neonazis como el ĽSNS, el Konfederacja, un partido de extrema derecha polaco que se encuentra todavía más a la derecha que el ultraconservador, Ley y Justicia (PiS). Además, hay otras formaciones como el Mi Hazánk húngaro, un partido a la derecha del Fidesz de Viktor Orbán y que consideran que el anterior partido de ultraderecha húngaro que competía con Fidesz, Jobbik, se había moderado demasiado.

La importancia de un grupo

Formar parte de un grupo es importante en el Parlamento Europeo. Por un lado, porque al estar en una bancada, las distintas delegaciones de ese grupo cuentan con una financiación adicional para gastos parlamentarios que no tienen como independientes o, como se les conoce en la Eurocámara, como “no inscritos”. El sueldo del eurodiputado en cuestión es el mismo, pero no así su acceso a recursos para los gastos de la actividad parlamentaria. La Eurocámara tiene un control para que los miembros de la cámara no desvíen fondos europeos que, en ningún caso, se deben dedicar a la financiación de campañas electorales. Marine Le Pen, líder del Rassemblement National, está bajo investigación por el posible uso de fondos de la institución para campañas dentro de Francia.

Foto: La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. (EFE/Olivier Hoslet)

Estar dentro de un grupo hace que cuando el Bureau del Parlamento Europeo reparte el presupuesto al inicio de cada año en función del número de diputados de cada grupo, se obtenga un acceso mejor que si se encuentra en los no inscritos. En 2024 el presupuesto fue de 67,5 millones de euros destinados a “gastos administrativos y de actividades políticas y también a campañas de información”. El margen para interpretar esas normas es relativamente amplio.

Además, formar parte de uno de los grupos da un cierto acceso a los principales mecanismos y engranajes de la Eurocámara. Por ejemplo, el grupo contará con un presidente que se sentará en la Conferencia de Presidentes del Parlamento Europeo, un órgano que controla la agenda de la institución. SALF podría haber aspirado a obtener un cargo de coordinación en alguna comisión parlamentaria, aunque el resto de grupos, Partido Popular Europeo (PPE), socialdemócratas (S&D), liberales de Renew Europe (RE), Los Verdes y La Izquierda van a aplicar un “cordón sanitario” a este nuevo grupo, así como a los Patriotas, aunque no lo hará en principio el ECR de Meloni.

En términos de influencia, estar dentro de una bancada ayuda al partido en cuestión a encontrar apoyo de otras formaciones europeas en algunas de sus prioridades. Por ejemplo, que los Soberanistas ataquen de manera más frecuente al Gobierno de Pedro Sánchez si SALF estuviera dentro del grupo que si no. Ocurre lo mismo en el resto de las bancadas, donde las distintas delegaciones trabajan para que los eurodiputados de su grupo respalden sus mensajes a nivel nacional.

Foto: Los líderes de Alternativa para Alemania (AfD),  Alice Weidel y Tino Chrupalla (Reuters/Annegret Hilse)

Sin embargo, la nueva facción de la Eurocámara se convertirá en el grupo más pequeño, con solamente 25 eurodiputados, por detrás incluso de La Izquierda, que en la última legislatura había quedado relegada al último puesto.

De hecho, AfD ha conseguido por la mínima los números necesarios para constituir un grupo propio: 25 eurodiputados de al menos siete Estados miembros distintos. Pero lo cierto es que la extrema derecha en general logra sacar músculo al final del proceso de la formación de grupos al evitar que casi una treintena de eurodiputados queden disueltos en el grupo de los no inscritos. Este bloque político da visibilidad a los 190 eurodiputados que se pueden considerar ultraconservadores o de extrema derecha. El Partido Popular Europeo cuenta con 188 eurodiputados, lo que muestra la fuerza que toma el fantasma de la unión de toda la extrema derecha, a pesar de que las enormes diferencias y odios cruzados dentro de todo este espacio conviertan en una quimera la idea de un “supergrupo” de derecha radical.

La extrema derecha tendrá un nuevo grupo en la Eurocámara: Europa de las Naciones Soberanas. Después de que Identidad y Democracia (ID) se haya transformado en una nueva facción, Patriotas para Europa, patrocinada por el primer ministro húngaro Viktor Orbán y dominada por el Rassemblement National de Marine Le Pen, se ha conformado un nuevo grupo más a la derecha. Este gravitará alrededor de Alternativa para Alemania (AfD), la formación ultra alemana que fue expulsada de ID por parte de Le Pen y los leguistas de Matteo Salvini después de que su cabeza de lista blanquease a las personas con un pasado en las SS nazis.

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