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Cena romántica gratis si recoges basura del río: Copenhague va a premiar a los turistas 'limpios'
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Cena romántica gratis si recoges basura del río: Copenhague va a premiar a los turistas 'limpios'

La ciudad lanza una iniciativa que espera cambiar el comportamiento de los turistas a cambio de comidas gratis, visitas en los museos y paseos por los canales

Foto: Una turista recorre en bicicleta la ciudad de Copenhague. (Yohan Marion)
Una turista recorre en bicicleta la ciudad de Copenhague. (Yohan Marion)

Las imágenes de turistas rociados con pistolas de agua por manifestantes en Barcelona dieron, hace poco, la vuelta al mundo. En Venecia, este verano se ha implementado un nuevo impuesto de 5 euros para los visitantes que solamente pasen un día en la ciudad. Por las antiguas calles adoquinadas de Dubrovnik (Croacia), piden evitar el uso de maletas con ruedas por el incesante ruido que producen cuando son arrastradas por miles de turistas cada día. Otras ciudades como Ámsterdam, Florencia o Londres han introducido regulaciones contra la plataforma de alquiler de pisos turísticos Airbnb. Pero en un momento en el que muchas ciudades europeas imponen restricciones, tarifas y medidas para limitar el turismo, Copenhague ha tomado el camino de "premiar" a los visitantes que tengan un comportamiento más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

La capital de Dinamarca, que cada año recibe 12 millones de turistas, acaba de lanzar un proyecto piloto que prevé recompensar a aquellos turistas que participen en iniciativas ecológicas en la ciudad. Desde la oficina de turismo se quiere promover que los turistas opten por desplazarse por la capital en bicicleta y transporte público. También que participen recogiendo basura en los canales o trabajando de voluntarios en iniciativas que cuiden la ciudad.

A cambio, los turistas que tengan un comportamiento más respetuoso con el entorno tienen acceso a una cena gratuita o a una copa de vino en un bar de diseño en el puerto, visitas a museos, o alquileres de kayak, entre otras propuestas. El proyecto se llama CopenPay y por primera vez se ha puesto en marcha desde el 15 de julio al 11 de agosto con un total de 24 iniciativas. Otras de las experiencias que se ofrecen es un taller de arte gratuito en la Galería Nacional para los visitantes que lleguen con plásticos recogidos por las calles, o invitar a un café o a un helado a los turistas que vayan en bicicleta para ver el Museo de Arte Nacional.

"Nuestro objetivo es que el turismo sea menos una carga medioambiental para la ciudad y que contribuya a convertirse en un cambio positivo", explica Rikke Holm Petersen, responsable de comunicación en Wonderful Copenhagen. Petersen cuenta que la idea surgió tras los datos de un estudio sobre turismo sostenible realizado por la empresa Kantar, que revelaron que el 82% de los turistas afirma querer actuar de forma sostenible cuando viaja, pero solamente el 22% cambia sus actitudes para hacerlo. Con la iniciativa CopenPay "queremos ser el puente entre el deseo de los visitantes de actuar de manera sostenible y su comportamiento real. Queremos que los visitantes tomen decisiones conscientes y ecológicas y, con suerte, terminen obteniendo experiencias aún mejores durante su visita en la ciudad", decía en una nota de prensa el director de la oficina de turismo, Mikkel Aarø-Hansen.

Reestructurar el turismo de forma sostenible

El centro de la capital danesa, como muchas otras ciudades europeas, en los últimos años también ha notado un incremento de la presión por el turismo. De hecho, la mayoría de partidos políticos en el ayuntamiento están de acuerdo en implementar una tasa turística, que por el momento se está debatiendo cómo aplicarla. Desde la oficina de turismo se admite que la iniciativa CopenPay por sí sola no tienen la capacidad de revertir el impacto ecológico que genera el turismo, sino más bien, "es parte de un esfuerzo mayor para crear una restructuración sostenible del turismo en la capital". "Parte de nuestro propósito es concienciar que, como turistas, se puede viajar y tomar decisiones más sostenibles", decía Rikke Holm Petersen.

Según los responsables de turismo, Copenhague es reconocida en todo el mundo por adoptar la sostenibilidad como parte del carácter de la ciudad, un hecho que ahora también se quiere transmitir a los turistas que la visitan. Además, los organizadores también resaltan que, en sintonía con el carácter de la sociedad danesa, la iniciativa está "basada en la confianza". Lo que significa que en la mayoría de actividades no se pedirá una prueba de que se haya realizado la acción ecológica, más allá de que el turista afirme haberla hecho.

Foto: Esta ciudad de Europa estaba saturada por el turismo pero encontró la solución: hacerles pagar impuestos (iStock)

Una imagen habitual del verano en el centro de Copenhague es ver a locales y a turistas bañándose en los canales de la ciudad, donde el agua es suficientemente limpia para hacerlo. Sin embargo, "puede que cuando uno se baña no se dé cuenta, pero hace falta limpiarlos" explica Elisabeth Friis Larsen, responsable de comunicación de Green Kayak. Esta ONG, que ahora forma parte del proyecto CopenPay, ofrece alquilar kayaks a cambio de recoger basura y plásticos que se encuentran en los canales. Desde el céntrico canal de Islands Brygge, Larsen cuenta que "se puede encontrar todo tipo de basura en el agua, sobre todo plásticos, botellas y latas que han caído en el canal". El kayac cuenta con una cesta donde guardar la basura, que se recoge con unas pinzas. "Te aseguro que todos los turistas pueden encontrar plásticos" dice Larsen. Según Kayak, el año pasado se retiraron hasta 23.000 quilos de residuos. Además de la sostenibilidad, Larsen menciona otro elemento que puede explicar el éxito de iniciativas como esta: "Copenhague es una ciudad bastante cara para los turistas, así que cuando encuentran actividades gratuitas, la gente quiere hacerlo".

En el centro de la capital

En la isla de Refshaleøen había antiguos astilleros del puerto de Copenhague. Ahora se han convertido en un remanso verde donde uno se puede olvidar de que está en el centro de una capital. Aquí se encuentra el restaurante Øens Have, que más bien se asemeja a una granja. A pesar de ser un día lluvioso en el mes de julio, hay una treintena de personas que trabaja en un huerto urbano, la mitad de ellos son llegados de todo el mundo. A cambio, al mediodía comerán un menú vegetariano preparado con las verduras que cultivan.

"Creo que es una buena idea concienciar a la gente de que se tienen que preocupar por los sitios que visitan", dice Livia Swart Haaland, responsable de la iniciativa que también forma parte de CopenPay. Haaland asegura que el objetivo del restaurante es trasmitir los valores de la agricultura ecológica y regenerativa, pero más allá de esto, "también permite a los turistas conocer a locales y sentir que se involucran más con la ciudad, no solamente como visitantes que hacen una foto y se van". En la primera semana que se ha puesto en marcha el proyecto CopenPay, cada día hay una lista de espera con más de 80 personas que quieren participar de la experiencia en Øens Have, a pesar de que solamente hay 30 plazas por día.

Foto: Imagen de archivo de un elefante en Sudáfrica (EFE/Nerea González)

Patricia, una turista norteamericana de Nueva York, es una de las personas que ha decidido dedicar una mañana de voluntariado sacando malas hierbas y cuidando el huerto: "Leí en el Washington Post que en Copenhague podía hacer esto, y decidí probarlo", explica. "Me gusta poder contribuir con la ciudad cuando viajo", dice. A su lado, Jake y Hadley son una pareja de jóvenes de Sidney que están de vacaciones: "estamos aprendiendo cómo cultivar un huerto, así lo podemos hacer en casa" dice Jake. "Creo que en Australia deberíamos hacer lo mismo, tenemos mucho turismo atraído por la naturaleza, y, sin embargo, la gente continúa tirando basura en los parques nacionales", se lamenta Hadley.

Desde la oficina de turismo de Copenhague se señala que en la capital danesa tienen la ambición de poder inspirar a los turistas a realizar acciones sostenibles cuando vuelvan de vacaciones, además de impulsar que otras ciudades tomen iniciativas similares a CopenPay. Rikke Holm Peterssen lo resumía diciendo: "Nos gustaría inspirar a los turistas a llevarse a casa una mentalidad más sostenible y ecológica como recuerdo de su visita a Copenhague".

Las imágenes de turistas rociados con pistolas de agua por manifestantes en Barcelona dieron, hace poco, la vuelta al mundo. En Venecia, este verano se ha implementado un nuevo impuesto de 5 euros para los visitantes que solamente pasen un día en la ciudad. Por las antiguas calles adoquinadas de Dubrovnik (Croacia), piden evitar el uso de maletas con ruedas por el incesante ruido que producen cuando son arrastradas por miles de turistas cada día. Otras ciudades como Ámsterdam, Florencia o Londres han introducido regulaciones contra la plataforma de alquiler de pisos turísticos Airbnb. Pero en un momento en el que muchas ciudades europeas imponen restricciones, tarifas y medidas para limitar el turismo, Copenhague ha tomado el camino de "premiar" a los visitantes que tengan un comportamiento más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

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