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Kamala, la "niñata": la campaña de Harris se lanza a por los votantes que Biden perdió
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Kamala, la "niñata": la campaña de Harris se lanza a por los votantes que Biden perdió

El equipo de Kamala Harris ha detectado una oportunidad de oro para conectar con los votantes más jóvenes que no se sentían representados por Joe Biden

Foto: Kamala Harris habla frente a la sororidad universitaria Zeta Phi Beta en Indianapolis. (Reuters/Jon Cherry)
Kamala Harris habla frente a la sororidad universitaria Zeta Phi Beta en Indianapolis. (Reuters/Jon Cherry)

Las cuentas oficiales de redes sociales de las campañas políticas estadounidenses no se han caracterizado nunca por ser interesantes. Incluso un candidato como Donald Trump, acostumbrado a trascender cualquier convencionalismo, posee un perfil de campaña en X (antes Twitter) repleto de mensajes altamente pulidos y que sirve como una simple cinta transportadora de propaganda electoral. Sin embargo, cualquiera que se asome a la recién estrenada cuenta de campaña de la Kamala Harris, la más que probable sucesora del presidente Joe Biden en la boleta demócrata, verá un escenario muy distinto.

La cuenta oficial ni siquiera muestra una fotografía de la candidata. En su lugar, despliega una imagen de baja resolución digna de ser realizada con Paint, con un fondo color verde lima y el mensaje en minúsculas kamala hq (por Kamala headquarters, "Cuartel general de Kamala"). La descripción del perfil, donde normalmente se llama al respaldo y las donaciones de los votantes, apenas está compuesta por dos palabras: "Proporcionando contexto".

En cuestión de días, la cuenta ha superado el millón de seguidores, muchos de ellos con nombres que incluyen los emojis de una palmera y un coco. Porque detrás de esta decisión, en apariencia incomprensible, se esconden múltiples capas de ironía y memes surgidos de forma orgánica en las redes sociales. Pero también, sobre todo, la voluntad de Harris de reconectar con el grupo de votantes que se habían visto más alienados por la campaña de un octogenario Joe Biden: los jóvenes.

placeholder La cuenta oficial de X de la campaña de Kamla Harris. (Captura de pantalla)
La cuenta oficial de X de la campaña de Kamla Harris. (Captura de pantalla)

El camino de Harris para llegar al Despacho Oval pasa por una coalición de votantes con los mismos tres pilares fundamentales que impulsaron a Biden en 2020: mujeres, minorías raciales y jóvenes. Los Millenials y la Generación Z resultaron especialmente clave para la victoria demócrata en las últimas elecciones presidenciales, con un grado de participación histórico que superó por primera vez el 50% (un 11% más que en 2016) y una preferencia por Biden frente a Trump de cerca de 20 puntos.

Sin embargo, la percepción generalizada de que el presidente estaba demasiado viejo y senil como para afrontar otro mandato y el respaldo de su administración a Israel durante la guerra en Gaza —un tema de especial sensibilidad para la población más joven de EEUU— habían erosionado seriamente el entusiasmo de los jóvenes por la candidatura de Biden. La última encuesta de Axios/Generation Lab realizada a votantes de entre 18 y 34 años revelaba que solo un 53% planeaba votar por Biden, una ventaja de apenas 6 puntos sobre Trump.

Pero la retirada del presidente estadounidense de la carrera por la reelección y el ascenso súbito de Harris, respaldada por la práctica totalidad del Partido Demócrata y sin ningún rival a la vista que pueda impedir su candidatura, ha supuesto un cambio drástico en la tendencia. La misma encuesta muestra a la vicepresidenta 20 puntos por delante de Trump entre los jóvenes. ¿El motivo? Para Rachel Grant, profesora de la Universidad de Florida especializada en comunicación estratégica y gestión de redes sociales, muchos votantes jóvenes sienten que al fin pueden apoyar a una candidata que se dirige a ellos. "Está claro que la llegada de Harris ha reforzado la percepción entre los votantes jóvenes de que esta es una elección histórica, y están altamente involucrados en ella", afirma en entrevista con El Confidencial.

Foto: Barack y Michelle Obama. (Reuters/Jerry Lai)

Proporcionando contexto

De la lluvia de respaldos que ha recibido Kamala Harris desde la retirada de Joe Biden de la carrera electoral, que incluyen los del propio presidente o el de Barack Obama, no resulta exagerado decir que el que más impacto ha tenido ha sido el de una cantante y compositora pop británica de 31 años. El pasado 22 de julio, Charlie XCX publicaba en X tres simples palabras destinadas a definir la campaña de la futura candidata: "Kamala is Brat".

"Brat", una palabra que no resulta fácil de traducir —"niñata", "mocosa" o "malcriada" son los términos en castellano que más se acercan—, es el título del álbum lanzado por la cantante este año que acumula más de 400 millones de reproducciones en Spotify y que se ha convertido en un fenómeno, sobre todo, entre las jóvenes estadounidenses. Aunque el término pueda sonar como un insulto, para Charlie XCX supone un cumplido, una manera de definir a una mujer fiestera y despreocupada, que puede ser un desastre en ocasiones, pero que no tiene miedo a mostrarse al mundo y sin miedo a destacar. Al llamar "niñata" a la candidata, la artista estaba, en esencia, describiéndola como una mujer "cool".

Hasta hace poco, hubiera resultado sumamente extraño utilizar ese término para definir a Harris, una exfiscal y exsenadora que viste casi exclusivamente con trajes monócromos y que durante la mayoría de su vicepresidencia ha permanecido en un plano discreto y casi invisible. Sin embargo, su ascenso meteórico ha ido de la mano de un radical cambio de imagen impulsado, en gran medida, por una serie de memes realizados por personas terminalmente online.

Fragmentos de vídeos que los republicanos utilizaban para burlarse de la vicepresidenta en el pasado se han vuelto, de la noche a la mañana, en una de las mejores armas comunicativas de su campaña. El ejemplo más importante es un discurso sobre educación que dio en la Casa Blanca en mayo de 2023, en el que Harris dijo lo siguiente: "Mi madre a veces nos regañaba y nos decía: 'No sé qué es lo que os pasa a los jóvenes. ¿Creéis que os habéis caído de un cocotero? Existís en el contexto de todo lo que vivís y de todo lo que vino antes que vosotros". Una frase que los conservadores consideran delirante, pero que los usuarios más jóvenes de redes convirtieron en un fenómeno viral. Ya fuera por convicción o de forma irónica, TikTok y X se han visto inundadas de memes y remixes del discurso, hasta el punto de que los emojis de la palmera y el coco se han transformado en símbolos de respaldo a la futura candidata.

El equipo de Harris no fue responsable de este fenómeno, pero no tardó en identificarlo correctamente como una oportunidad de oro para conectar con los votantes más jóvenes. Rápidamente, comenzó a integrar estos memes y símbolos en sus estrategias de comunicación, lo que explica el fondo verde lima y la tipografía pixelada que decora la cuenta oficial de campaña, una réplica de la portada último disco de Charlie XCX.

Fue una apuesta inusual y arriesgada, pero que, como demuestran las encuestas, ha dado frutos. "Kamala siempre ha tenido una presencia muy fuerte en las redes sociales. Ya sea en las elecciones de 2020 o como parte del equipo de Biden, ha utilizado mucho estas plataformas para interactuar con su audiencia", recuerda la profesora Grant. "El hecho de que las bromas y memes iniciales fueran creados por sus oponentes, pero luego apropiados por su campaña, demuestra su habilidad y la de su equipo para desarrollar estrategias efectivas de movilización", agrega.

Los retos prosiguen

No son solo los jóvenes. El Partido Demócrata al completo se encuentra en una etapa de luna de miel con Kamala Harris. Tras meses viendo como las encuestas mostraban un desencanto cada vez mayor con Biden y la calamidad que supuso su debate contra Trump, por fin tienen alguien en quien depositar sus esperanzas y su entusiasmo para las elecciones de noviembre. En la semana que ha pasado desde que el presidente anunció su retirada de la carrera, la campaña de la vicepresidenta ha recaudado 200 millones de dólares. La mayor parte de estas donaciones —un 66%— ha provenido de contribuyentes que participan por primera vez en el ciclo electoral de 2024.

Sin embargo, esta fase de luna de miel terminará en las próximas semanas y, más allá de la estética y la estrategia de comunicación, Harris deberá encontrar un delicado equilibrio entre distanciarse de Biden y no alienar al tipo de votantes moderados que el presidente trajo de vuelta al Partido Demócrata cuatro años atrás.

Foto: Tres gobernadores y un senador, los posibles candidatos a ser el "número dos" de Harris. (EFE)

Además de los jóvenes, otro de los factores clave para la victoria de Biden en 2020 fue su fortaleza entre los votantes de los suburbios y, específicamente, entre las mujeres blancas, un grupo que la entonces candidata demócrata Hillary Clinton había perdido frente a Trump en 2016. El desafío para Harris será encontrar temas y mensajes que le ayuden tanto a retener el apoyo de estos votantes blancos y mayores, como a construir apoyo entre el grupo más joven y racialmente diverso que ahora muestra más entusiasmo. En algunos temas, como el aborto, este equilibrio será relativamente sencillo. En otros, como Israel y Gaza, no lo será tanto.

Durante una reunión el pasado jueves con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, la demócrata se mostró visiblemente fría ante las cámaras y llamó a aceptar un acuerdo de alto el fuego que detendría los combates en Gaza y liberaría rehenes. En comentarios posteriores, Harris enfatizó el sufrimiento palestino: "No podemos mirar hacia otro lado ante estas tragedias (...) No podemos permitirnos volvernos insensibles al sufrimiento. Y no guardaré silencio", afirmó. Al mismo tiempo, reconoció el derecho de Israel a defenderse y no hizo llamado alguno a retirar la ayuda militar al país. Un ejercicio de equilibrismo que a varios de los posibles votantes demócratas, por mucho meme que publique su campaña, no les hace ninguna gracia.

Las cuentas oficiales de redes sociales de las campañas políticas estadounidenses no se han caracterizado nunca por ser interesantes. Incluso un candidato como Donald Trump, acostumbrado a trascender cualquier convencionalismo, posee un perfil de campaña en X (antes Twitter) repleto de mensajes altamente pulidos y que sirve como una simple cinta transportadora de propaganda electoral. Sin embargo, cualquiera que se asome a la recién estrenada cuenta de campaña de la Kamala Harris, la más que probable sucesora del presidente Joe Biden en la boleta demócrata, verá un escenario muy distinto.

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