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Macron supera a Sánchez en su apoyo a Rabat y avala la "marroquinidad" del Sáhara Occidental
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Una fiesta para el trono

Macron supera a Sánchez en su apoyo a Rabat y avala la "marroquinidad" del Sáhara Occidental

Marruecos no tardará, probalemente, en pedir al Gobierno español que se alinee con la nueva posición del presidente francés, que ha desatado una crisis con Argelia

Foto: Fotografía de archivo del rey de Marruecos, Mohammed VI, junto al presidente francés, Emmanuel Macron. (Reuters/Youssef Boudial)
Fotografía de archivo del rey de Marruecos, Mohammed VI, junto al presidente francés, Emmanuel Macron. (Reuters/Youssef Boudial)

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha hecho un espléndido regalo al rey Mohamed VI con motivo de la Fiesta del Trono que conmemora, hoy martes, el 25 aniversario de su ascenso al puesto de monarca. El Elíseo ha apostado abiertamente por la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental en un mensaje que la Casa Real marroquí ha celebrado como “una evolución importante y significativa”.

El método es parecido al empleado con el presidente Pedro Sánchez en marzo de 2022. Macron ha felicitado al monarca por escrito y la Casa Real ha hecho público, a través de un comunicado, extractos del mensaje presidencial que ha recibido. Macron “considera que el presente y el futuro del Sáhara Occidental se inscribe en el marco de la soberanía marroquí”. Aunque la prensa del país magrebí no establece matices, no es del todo un pleno reconocimiento de la soberanía de Marruecos, como hizo el presidente Donald Trump en diciembre de 2020. Aunque se acerca mucho.

“Para Francia, la autonomía bajo soberanía marroquí es el marco en el cual debe de ser resuelta esa cuestión”, prosigue el presidente, negando el derecho a la autodeterminación a los saharauis, como prevén las resoluciones de Nacionales Unidas. “La autonomía es la única base para una solución al conflicto”, prosigue. En consecuencia, actuará “en coherencia con esta posición a nivel nacional e internacional”, añade en una alusión al Consejo de Seguridad de la ONU, del que es miembro permanente. “Hoy en día surge un consenso internacional cada vez más amplio” sobre esta cuestión, continúa.

Macron va más allá y, tras ensalzar los esfuerzos de Rabat para desarrollar económicamente el Sáhara, se compromete a que “Francia acompañe a Marruecos en esa iniciativa para el beneficio de las poblaciones locales”. Animará, por tanto, a las empresas francesas a invertir allí.

Foto: Mohammed VI recibe al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en Rabat. (EFE/EPA/Pool/Jalal Morchidi)

El momento elegido por Macron para dar este paso ha sido una sorpresa entre los círculos diplomáticos, que lo atribuyen a una exigencia marroquí. Coincide con los Juegos Olímpicos y cuando, tras las elecciones del 7 de julio, Francia tiene un Gobierno interino que será sustituido por otro a finales de agosto. El presidente compromete así al próximo Ejecutivo que, probablemente, estará en manos de la izquierda.

Francia fue la primera democracia en respaldar, ya en 2007, el plan de autonomía propuesto por Marruecos para resolver el conflicto en la antigua colonia española. Con este plan, Rabat trata de sortear el referéndum de autodeterminación que pactó en 1991 con el Frente Polisario. Ahora, Macron ha ido más allá brindando a Mohamed VI un apoyo que rebasa el que le proporcionó el presidente Sánchez hace más de dos años.

Hasta ahora era España el que, de todos los países europeos, había ido más lejos en su alineamiento con la solución autonómica que propugna Rabat. El Gobierno español dio un volantazo en política exterior con la carta que el presidente Pedro Sánchez escribió al rey Mohamed VI el 14 de marzo de 2021 y que este hizo parcialmente pública cuatro días después. Su propuesta de autonomía bajo soberanía marroquí es, le dijo Sánchez al monarca, "la base más seria, creíble y realista para la resolución de esta disputa". La carta de Sánchez no se hizo pública, pero Macron ayer sí dio a conocer la suya.

Foto: El presidente de Agrupación Nacional, Jordan Bardella. (EFE/EPA/Christophe Petit Tesson)

Está ahora por ver si Rabat no presionará dentro de poco al Gobierno español para que emule a Macron y dé un paso más hacia el reconocimiento de la “marroquinidad” del Sáhara Occidental. Hasta ahora había hecho más bien hincapié en la plena transferencia del control del espacio aéreo de la antigua colonia española, que está parcialmente en manos de la empresa pública española ENAIRE, que lo efectúa desde la torre de control del aeropuerto de Gran Canaria.

La diplomacia marroquí acaba hoy de demostrar una vez más que es capaz de maniobrar con éxito para lograr concesiones de sus socios europeos en lo que es su prioridad, casi el monotema, de su política exterior. Para alcanzar sus objetivos, Rabat mezcla seducción y presiones a través de la inmigración y de la cooperación antiterrorista.

Además de España, el país que más le importaba por ser la antigua potencia colonia, las autoridades de Marruecos han ido poco a poco logrando cambios a su favor en la política exterior de Alemania, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo, entre otros. Aún se le resisten el Reino Unido e Italia, cuya primera ministra, Giorgia Meloni, mostró simpatía por el Frente Polisario antes de acceder al cargo.

Hasta ahora solo una democracia, Estados Unidos, ha reconocido la plena soberanía marroquí sobre ese territorio. Lo hizo el presidente Donald Trump, el 10 de diciembre de 2020, cuando le faltaba un mes para acabar su mandato. A cambio, Marruecos tuvo que incorporarse a los Acuerdos de Abraham y establecer plenas relaciones diplomáticas con Israel. Las ha seguido desarrollando, sobre todo en materia de seguridad y defensa, tras el inicio de la guerra en Gaza.

Con el paso que ha dado, Macron pone así fin a tres años de conflicto diplomático o, en algunas etapas, de crisis abierta entre los dos países. Fue el propio presidente francés el que la desató cuando supo, en julio de 2021, a través de la prensa, que había sido espiado, junto con 14 de sus ministros, por los servicios secretos marroquíes con el programa malicioso Pegasus.

Desde entonces hubo otros muchos encontronazos bilaterales, generalmente provocados por Rabat. La prensa oficialista marroquí publicó, por ejemplo, varios bulos denigrantes sobre la vida privada de Macron y de su esposa. En septiembre pasado, las autoridades marroquíes rrechazaron además la ayuda que ofrecía Francia para rescatar a víctimas del terremoto, que causó cerca de 3.000 muertos y más de 6.000 heridos. Rabat sí aceptó el apoyo de España y del Reino Unido.

Foto: Trabajadores de emergencia en Amizmiz. (Reuters/Nacho Doce)

Antes incluso de que se anunciase ese mayor respaldo de la diplomacia francesa a Marruecos, las autoridades argelinas expresaron, el jueves, su “profunda desaprobación”. Tacharon la iniciativa de “contraproducente”. A diferencia de lo que hizo el Gobierno español, en marzo de 2022, el francés sí comunicó de antemano a Argel su cambio de postura sobre el Sáhara.

De ahí el largo comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores argelino en el que afirma que “la decisión francesa es claramente el resultado de un cálculo político dudoso, de un a priori moralmente cuestionable y de una lectura jurídica que nada sustenta ni justifica”. Advierte, por último, que “sacará todas las consecuencias que se desprenden de esta decisión”.

¿Significa eso que, como hizo Argelia con España, retirará a su embajador en París, dejará de importar sus productos y no aceptará la repatriación de sus inmigrantes en situación irregular en Francia? No está claro. La relación franco-argelina es tan intensa que le será difícil tomar represalias contra la antigua metrópoli colonial como sí lo hizo en 2022 con España. En buena medida sigue aún en vigor porque no se llevan a cabo, por ejemplo, repatriaciones de inmigrantes argelinos.

Foto: Bouraoui habla con los medios de comunicación durante la manifestación en Argel. (Reuters/Louafi Larbi)

Sí parece comprometida la visita de Estado a Francia del presidente argelino, Abdelmajid Tebboune, que estaba apalabrada para el próximo otoño. Será, en cambio, Macron el que probablemente efectúe este otoño un breve viaje a Marruecos para sellar definitivamente la reconciliación. Sánchez también visitó al rey en Rabat, el 7 de abril de 2022, para poner fin a 15 meses de crisis bilateral.

La respuesta más dañina que podría dar Argelia a esta iniciativa francesa consistiría en proporcionar al Frente Polisario un mejor armamento que la chatarra que posee. Podría así intensificar la guerra de baja intensidad que, desde noviembre de 2020, libra en el Sáhara Occidental contra el Ejército marroquí.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha hecho un espléndido regalo al rey Mohamed VI con motivo de la Fiesta del Trono que conmemora, hoy martes, el 25 aniversario de su ascenso al puesto de monarca. El Elíseo ha apostado abiertamente por la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental en un mensaje que la Casa Real marroquí ha celebrado como “una evolución importante y significativa”.

Emmanuel Macron