Una pantera se pasea por un tejado en Francia ante las miradas de los vecinos

Armentieres es una tranquila ciudad del norte de Francia, pegada a la frontera con Bélgica. Hasta ahora, cuando querían ver a un animal salvaje solían ir al zoo, pero a los habitantes del barrio de Saint-Roch no les ha hecho falta esta semana: se han encontrado con una pantera negra paseando sin preocupaciones por sus tejados.

Los hechos sucedían este miércoles 18 a media tarde. Alrededor de las 18:30 la policía de esta ciudad recibía una llamada alertando de la presencia de una pantera negra en un tejado de la Rue de l’Avenir. Rápidamente se dirigieron hacia el lugar, junto a una dotación de bomberos y a varios expertos en animales salvajes.

Los vecinos no podían dar crédito a lo que estaban presenciando y reconocen a La Voix du Nord que jamás habían visto nada parecido. Durante más de una hora deambuló por lo alto del edificio, entre las canaletas de desagüe, entrando y saliendo de vez en cuando en una de las viviendas que tenía el techo abierto.

Dos horas para cazarlo

La policía tampoco estaba habituada a semejante animal. Uno de los agentes que participó en el operativo reconoce que "en veinte años de carrera, nunca había visto esto. Una serpiente, sí. Pero no un gato grande como ese". Incluso los bomberos manifestaron su asombro por tener que intervenir para neutralizar a una pantera.

Policía, bomberos y expertos en animales salvajes tardaron más de dos horas en poder neutralizar al animal con un dardo tranquilizador

Después de dos horas de espera, en la que acordonaron la zona, los bomberos aprovecharon que el felino había entrado de nuevo en la casa abierta para colocar su escalera de incendios junto a la ventana y bloquearla. Al mismo tiempo, los expertos entraron en la vivienda, donde pudieron disparar con un dardo tranquilizador al animal para dejarlo fuera de combate.

El animal pesaba entre 25 y 30 kilos, fue enjaulado y trasladado a una protectora de animales, que lo derivará a un zoológico. El dueño de la pantera la tenía en su casa como una mascota y se había ido de vacaciones, pero dejó la ventana abierta, lo que aprovechó el felino para pasearse por el vecindario. Ya no volverá a vivir allí.