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Cómo el 'ultra' antimigración que quiso matar la UE desde dentro huyó a España
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Cómo el 'ultra' antimigración que quiso matar la UE desde dentro huyó a España

No es su nombre real, pero todos le conocen como Tommy Robinson. Quiso vivir de Europa para destruir la UE por dentro; este detractor de la inmigración acaba de trasladarse a España

Foto: Tommy Robinson, frente a los tribunales en Londres después de haber sido denunciado por un joven sirio al que aquel acusó de haber abusado de niñas. (EFE)
Tommy Robinson, frente a los tribunales en Londres después de haber sido denunciado por un joven sirio al que aquel acusó de haber abusado de niñas. (EFE)

En torno a Tommy Robinson todo son contradicciones, aunque ni siquiera este es su nombre real. Hace algo más de un año, Stephen Christopher Yaxley-Lennon, ante todo el Reino Unido conocido como Tommy Robinson, aparecía en una pantalla de un barrio del área metropolitana de Manchester anunciando su intención de convertirse en eurodiputado. Con solo 36 años, este activista claramente radical, supremacista blanco, contrario a la inmigración y antieuropeo, lanzaba su candidatura como independiente por la región de North West England buscando el euroescaño que le permitiría vivir de la Unión Europea pero con la intención de destruirla desde dentro. Allí, desde las afueras de Manchester, decía que hablaba por el pueblo, para enfrentarse a la élite política y a los medios de comunicación. "Ellos no viven donde lo hacemos nosotros; ni experimentan lo que nosotros experimentamos". Mientras pronunciaba esas palabras, su casa de campo estaba a la venta a través de una agencia inmobiliaria por 900.000 libras, casi un millón de euros: una vivienda con bañera de hidromasaje en el jardín, tal y como publicó la BBC.

Fundador del partido de extrema derecha Liga de Defensa Inglesa (EDL), Robinson habría anunciado recientemente que estaba buscando reubicar a su familia después de un presunto intento de incendio contra una propiedad de su esposa hace algunas semanas. La prensa británica lo situaba en España, y más de uno ya lo ha localizado en la zona de Marbella, adonde se ha trasladado con su familia. Esta decisión le ha costado duras críticas, dado su fuerte perfil pro-Brexit y su perspectiva antiinmigración. "En ese momento (en el del supuesto ataque) abandonamos el país, y desde entonces he estado intentando reubicar a mi familia, algo que es bastante difícil debido a la situación provocada por el coronavirus. No hemos podido conseguir ni un hotel. Pero mi familia tiene que estar lejos porque, básicamente, no están a salvo", explicaba en un vídeo que circulaba por las redes sociales.

placeholder Manifestación contra Tommy Robinson durante uno de sus juicios. (EFE)
Manifestación contra Tommy Robinson durante uno de sus juicios. (EFE)

Lo cierto es que las declaraciones de Robinson son recientes, aunque su estancia en España parece anterior a su historia. El 12 de julio, un usuario publicaba en Twitter un vídeo extraído de otra red social en el que se veía cómo un británico reconocía a Tommy Robinson, sentado junto a su familia en unas aparentes vacaciones, mientras lo llamaba "maldito cerdo racista". "¿En frente de mi familia?", se preguntaba un tranquilo Robinson. El vídeo en el que explica las razones de su 'huida' de Reino Unido hacia España era mucho más reciente. "Para aquellos como yo, que conocemos el 'modus operandi' de Robinson, esto no tiene sentido", explica Louise Raw, historiadora, locutora y columnista en 'The Independent'. "Robinson había permanecido en secreto en España durante al menos dos semanas (...); antes de ese vídeo, no había reconocido que estaba en el extranjero, ni había hablado del supuesto ataque a la vivienda de su esposa. Esto es inusual, ya que normalmente se apresura a exagerar cualquier amenaza percibida, en ocasiones para pedir donaciones a sus seguidores". La periodista Lizzie Dearden, del mismo periódico, consultó con la Policía de Bedfordshire los antecedentes de incendios provocados en viviendas de la zona, y las autoridades aseguraron que no había registro alguno de algún tipo de ataque en las propiedades de la familia de Robinson.

Mientras muchos se preguntaban dónde habría sido grabado aquel vídeo, Robinson sugirió que podría encontrarse en España al intentar justificar su ausencia en un mitin en Reino Unido. "Alguien ofreció a mi esposa un lugar donde quedarse, así que dejamos el país y aunque yo tenía que volar de vuelta para la manifestación, ahora con esta cuarentena obligatoria de 14 días, probablemente no podría regresar y mis hijos iban a estar aquí", explicó en un vídeo. Aunque a principios de julio el Gobierno británico eliminó este autoaislamiento obligatorio de dos semanas de los pasajeros que llegaran de países como España, esta medida se reimpuso hace unos días para quien entrara en todo el Reino Unido procedente de cualquier punto de la geografía española. Poco después, el propio Robinson confirmó, a través de un vídeo difundido en redes sociales, que su ubicación era Marbella. Lo hizo en una corta grabación en la que se disculpaba por adelantado por llegar tarde a una retransmisión en vivo, y lo hacía desde una de las pistas de pádel del club deportivo Manolo Santana Racquets, de la ciudad de la Costa del Sol.

"Devolvamos a los que huyen"

Dado que su argumento para defender su traslado —no se sabe si temporal o fijo— a España ha sido la inseguridad que, afirma, vive su familia allí —"no están a salvo"—, era de esperar que sus propias palabras se volvieran en su contra. Férreo detractor de la inmigración, especialmente de la musulmana, cuatro años antes de viajar a Marbella "por seguridad" aseguraba que todos los musulmanes que huían de la guerra en Siria en busca de zonas seguras en Europa deberían ser "devueltos". "Personalmente, yo cogería a todo adulto varón que haya entrado a la Unión Europea en los últimos 12 meses y lo enviaría de vuelta a su país, mañana mismo si pudiera", llegó a decir.

Él mismo se define como un "hombre perseguido por el Estado británico". ' Tommy Robinson, enemigo del Estado' es una autobiografía en la que el propio activista de la ultraderecha británica defiende su postura contra el "extremismo islámico y las pandillas criminales" que "plagan" su ciudad natal, Luton, y cómo por su "apoyo a los soldados británicos" ha sido "acosado por los tribunales y arrojado al inframundo musulmán que dirige las cárceles inglesas", conocidas por el propio Robinson, quien ha pasado en más de una ocasión por ellas. Casado y con tres hijos, su primer paso conocido por los centros penitenciarios ocurrió hace 15 años, cuando una noche de borrachera acabó peleándose con un hombre que resultó ser un agente de la Policía fuera de servicio: fue condenado a un año de prisión. En 2011, fue condenado de nuevo por su comportamiento "amenazante, abusivo e insultante" durante una pelea multitudinaria en un partido de fútbol en su natal Luton. El año pasado fue filmado en Portugal, también en las inmediaciones de un estadio de fútbol, golpeando a un hombre en plena calle; la víctima explicó después que en algún momento se había acercado al activista para decirle que no representaba a todos los británicos. "Definitivamente, a mí no me representas. Ni siquiera sabía que se permitiera entrar a fascistas en este partido".

En la última década ha sido condenado por varios delitos, desde intentar entrar en Estados Unidos con el pasaporte de otra persona, hasta por fraude hipotecario, amén de haber cometido otros tantos como posesión de drogas, incumplimiento de órdenes judiciales o por su comportamiento amenazante. En 2018 fue detenido a las puertas del tribunal de Leeds mientras difundía, en directo y en las redes sociales, detalles de uno de los juicios más importantes de los últimos años, que acabó con una veintena de hombres condenados por abusos sexuales cometidos contra niñas en el área de Huddersfield. El juez había emitido una orden por la que se prohibía temporalmente informar de cualquier detalle del proceso.

Robinson ha sido condenado por falsedad documental, fraude, por comportamiento amenazante... y por desacato judicial

Robinson compareció ese mismo día ante el magistrado, que acabó decretando 13 meses de prisión, diez por desacato judicial (al infringir la orden de no difusión) y otros tres por el incumplimiento de las condiciones de una sentencia anterior. Tras ganar una apelación en los tribunales, volvió a ser juzgado y en julio del año pasado se emitió una nueva condena que le retiraba la libertad durante nueve meses. El propio Robinson describió su condena como una "absoluta broma" e hizo un llamamiento a protestar, con cierto éxito: algunos seguidores se congregaron en torno a los tribunales para pedir su libertad, al considerarlo un "preso político". Llegó incluso a hacer un llamamiento público para que Donald Trump le ofreciera asilo en Estados Unidos, debido a que "las fuerzas oscuras" estaban trabajando en su contra.

placeholder Manifestantes en favor de Tommy Robinson. (Reuters)
Manifestantes en favor de Tommy Robinson. (Reuters)

El pasado mes de junio, antes de huir a España, fue arrestado como sospechoso por haber agredido a un hombre que, según su versión, le había escupido. Unos meses antes, fue detenido y acusado de otro delito de asalto después de un altercado en una piscina de Center Parcs, una cadena de centros de vacaciones de lujo, donde Robinson habría golpeado en la cara a otro hombre. Su continuado discurso de odio le ha valido la suspensión de sus cuentas de redes sociales de la compañía de Zuckerberg, bloqueadas permanentemente desde hace más de un año; la única red social en la que sigue activo es la rusa VK.

En torno a Tommy Robinson todo son contradicciones, aunque ni siquiera este es su nombre real. Hace algo más de un año, Stephen Christopher Yaxley-Lennon, ante todo el Reino Unido conocido como Tommy Robinson, aparecía en una pantalla de un barrio del área metropolitana de Manchester anunciando su intención de convertirse en eurodiputado. Con solo 36 años, este activista claramente radical, supremacista blanco, contrario a la inmigración y antieuropeo, lanzaba su candidatura como independiente por la región de North West England buscando el euroescaño que le permitiría vivir de la Unión Europea pero con la intención de destruirla desde dentro. Allí, desde las afueras de Manchester, decía que hablaba por el pueblo, para enfrentarse a la élite política y a los medios de comunicación. "Ellos no viven donde lo hacemos nosotros; ni experimentan lo que nosotros experimentamos". Mientras pronunciaba esas palabras, su casa de campo estaba a la venta a través de una agencia inmobiliaria por 900.000 libras, casi un millón de euros: una vivienda con bañera de hidromasaje en el jardín, tal y como publicó la BBC.

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