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¿Vienen con covid los migrantes irregulares? Menos del 5%, pero en Italia se agita el miedo
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¿Vienen con covid los migrantes irregulares? Menos del 5%, pero en Italia se agita el miedo

Según expertos italianos, apenas entre un 3% y un 5% de los inmigrantes llegan a Italia contagiados de coronavirus, mientras que los turistas o viajeros representan entre un 25 y un 40%

Foto: Llegada de inmigrantes al puerto de Lampedusa el pasado 3 de agosto. (EFE)
Llegada de inmigrantes al puerto de Lampedusa el pasado 3 de agosto. (EFE)

El coronavirus no ha trastocado viejas recetas: vuelven las elecciones y la inmigración se vuelve a colar como uno de los asuntos clave en el debate público en Italia. Tras un verano marcado por el alza en las llegadas de inmigrantes por el Mediterráneo, la retórica antinmigrantes regresa con ruido. Ya lo repite casi a diario el ultranacionalista Matteo Salvini, el jefe de la Liga, Giorgia Meloni, la líder de Hermanos de Italia, y también Nello Musumeci, gobernador de Sicilia. Este último incluso llegó a ordenar hace una semana la expulsión casi inmediata de los inmigrantes llegados a esta isla, arguyendo un “riesgo sanitario” vinculado al covid-19, pese a que ni los datos ni los expertos respaldan esta aseveración.

Lo explicaba en agosto Franco Locatelli, presidente del Consejo Superior de Salud italiano. El número de “casos importados por ciudadanos que regresaron (ese mes) de viajes y los extranjeros ya residentes en Italia representan entre el 25% y el 40%” del total dependiendo de la región. En cambio, “la aportación de los inmigrantes, es decir, de esos desesperados que están huyendo, es mínima; entre el 3% y 5% son positivos y buena parte se infecta en los centros de acogida donde es difícil mantener las medidas sanitarias adecuadas”, añadió en una entrevista a mediados de agosto.

En otro informe del 25 de agosto, el Instituto Superior de Sanidad respaldaba esta afirmación añadiendo que la mayor parte de los casos continúan siendo [contagios] contraídos en el territorio nacional". En la última semana, según este organismo que coordina los centros de salud italianos, solo el 20,8% han sido nuevos casos importados de Estados extranjeros.

Foto: Test de coronavirus en Turín, Italia. (Reuters)

Aun así, aupados por el miedo que todavía subsiste en la población a una propagación descontrolada del virus y por el aumento en los desembarcos de migrantes —que, a 1 de septiembre, ya sumaban unos 19.300, es decir, casi 15.000 más que todo 2019, una tendencia más marcada que la de España o Grecia— durante el verano, los líderes conservadores más adversos a la inmigración y la prensa afín a este discurso han multiplicado sus intervenciones para volver a convertir el tema en un eje del debate político nacional, tras meses de haber estado en segundo plano.

"Es otra vergüenza italiana"

Confrontado con la dificultad real de las llegadas a su isla, el gobernador de Sicilia incluso se ha enzarzado en una disputa con el Gobierno del primer ministro Giuseppe Conte que ya ha llegado ante la Justicia. De momento, el tribunal de Palermo ha rechazado el argumento del gobernador siciliano sobre el presunto riesgo sanitario originado por las nuevas llegadas y, el 27 de agosto, suspendió su ordenanza que pedía el alejamiento de los inmigrantes.

Sin embargo, el pleito, que además se acopla a una serie de controversias ocurridas en los últimos meses entre el Estado central y varias regiones italianas sobre las competencias de cada uno, aún no se ha archivado. Para el próximo 17 de septiembre está prevista una nueva reunión en la que los jueces están llamados a emitir su sentencia definitiva.

placeholder Matteo Salvini, de gira. (EFE)
Matteo Salvini, de gira. (EFE)

Mientras tanto, Musumeci sigue sin arrugarse y ha vuelto a contestar. La del tribunal, según el dirigente de una lista cívica apoyada por diversos partidos conservadores, entre ellos también la Liga, “ha sido una decisión que se ha tomado sin ni escuchar las razones de la región”, añadió. “Es otra vergüenza italiana”, ha enfatizado Salvini. “Un portavoz de la Comisión Europea se ha dicho ‘preocupado' por la posición del Gobierno regional. (…) ¿Por qué no se ponen a disposición los otros puertos europeos?”, ha continuado Musumeci, en una publicación en su página de Facebook.

Italia es, junto a España, uno de los países europeos que peor parado ha salido de la pandemia en Europa, presentando una de las tasas más altas de mortalidad por el covid-19 y sumando más de 35.000 muertos. Es en esta situación de incertidumbre, la inmigración irregular suma una piedra más a la mochila de algunas islas como Lampedusa, cuyo alcalde de izquierdas, Totò Martello, también se ha quejado abiertamente contra el Gobierno nacional.

Foto: Matteo Salvini, líder de la Lega. (Reuters)

El Gobierno italiano se ha intentado esmerar en diseñar planes a múltiples bandas para frenar los flujos migratorios hacia su territorio. Un ejemplo ha sido lo ocurrido con Túnez, país al que Roma llegó a amenazar con retirarle las ayudas a la cooperación si no aceptaba repatriaciones y frenaba las salidas desde sus costas, puerto de salida de miles de inmigrantes llegados a Italia en pateras en los últimos meses.

Más adelante, la ministra de Interior Luciana Lamorgese, una tecnócrata que ha estado en primera línea para poner en marcha el plan, se reunió el 31 de julio con las autoridades francesas, entre ellas su homólogo Gérald Darmanin, con quien anunció la creación de brigadas policiales comunes. Estas lucharán contra los traficantes en la frontera que ambos países comparten (en la zona entre la localidad italiana de Ventimiglia y la francesa de Menton).

Lamorgese también cerró un acuerdo con Eslovenia, con quien se reunió a principios de agosto, pese a las críticas de varias organizaciones humanitarias e investigaciones periodísticas que han denunciado devoluciones en caliente ilegales por parte de ambos Estados a otros países extracomunitarios. Estos encuentros, sumados a la reunión que hubo en julio con otros países europeos, entre ellos España, con representantes de Marruecos, Túnez, Libia, Mauritania y Libia buscan aliviar la presión migratoria sobre las costas del país transalpino. Allí, los europeos prometieron más apoyo económico y ayuda para la formación de las fuerzas del orden de estos países norteafricanos.

Elecciones en más de mil ayuntamientos

Estas polémicas cobran especial relevancia en vista de la cita electoral del 20 y el 21 de septiembre, cuando se celebrará un referéndum constitucional, así como comicios en más de mil ayuntamientos y siete regiones italianas, Campania, Liguria, las Marcas, Apulia, Valle de Aosta, Véneto y Toscana, históricamente vinculada a la izquierda, pero donde también existe cierto el descontento que puede pasarle factura a los principales partidos que actualmente gobiernan a nivel nacional. Estos son el populista Movimiento 5 Estrellas (M5S) y el centroizquierdista Partido Democrático (PD).

Tal vez por ello, desde semanas y con la pandemia relativamente bajo control, Salvini ha retomado sus maratonianas actividades: sus agendas suelen empezar pronto en la mañana y acabar a la hora de la cena en plazas y calles. Desde allí ha llegado a amenazar al actual Ejecutivo con presentar una denuncia en su contra por “favorecer a la inmigración clandestina”, a la vez de que ha hablado de regiones “asediadas” por los migrantes.

“No solo Sicilia y Calabria. También la isla de Cerdeña está asediada por los desembarcos. En las últimas horas se registraron 14 inmigrantes llegados [a la localidad] de Teulada”, dijo el pasado domingo. De momento y pese a seguir liderando las encuestas, Salvini no logra remontar los 10 puntos que ha perdido en los últimos meses, mientras que Conte sigue siendo el primer ministro más popular en Italia en las dos últimas décadas.

El coronavirus no ha trastocado viejas recetas: vuelven las elecciones y la inmigración se vuelve a colar como uno de los asuntos clave en el debate público en Italia. Tras un verano marcado por el alza en las llegadas de inmigrantes por el Mediterráneo, la retórica antinmigrantes regresa con ruido. Ya lo repite casi a diario el ultranacionalista Matteo Salvini, el jefe de la Liga, Giorgia Meloni, la líder de Hermanos de Italia, y también Nello Musumeci, gobernador de Sicilia. Este último incluso llegó a ordenar hace una semana la expulsión casi inmediata de los inmigrantes llegados a esta isla, arguyendo un “riesgo sanitario” vinculado al covid-19, pese a que ni los datos ni los expertos respaldan esta aseveración.

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