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¿Que solo pasa en España? Así se cuelan políticos y famosos polacos para vacunarse
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ESTALLA EL ESCÁNDALO

¿Que solo pasa en España? Así se cuelan políticos y famosos polacos para vacunarse

La revelación de que altos cargos públicos y celebridades lograron vacunarse cuando no les correspondía ha sacudido uno de los países más escépticos sobre el virus de Europa

Foto: Una paciente polaca es vacunada. (Reuters)
Una paciente polaca es vacunada. (Reuters)

Todo empezó con un tuit. Leszek Miller, ex primer ministro polaco, publicaba en las redes sociales su certificado de vacunación contra el coronavirus. Extraño, dado que la primera fase del plan nacional de vacunación daba prioridad al personal sanitario. Pronto saldría a relucir que su caso era uno de más de las al menos 18 personalidades, incluyendo a estrellas de cine y cantantes, que consiguieron saltarse el turno para ser vacunadas en Polonia.

El escándalo, todavía por aclarar, ha empañado el despliegue de la campaña de vacunación, la cual comenzó oficialmente con Alicja Jakubowska, la enfermera jefa del Hospital Central de Varsovia. Como ella, el personal sanitario y de residencias de ancianos forman el 'grupo cero', con prioridad para recibir la vacuna antes que nadie, incluyendo obviamente a políticos o celebridades. ¿Qué ocurrió en la clínica asociada a la Universidad Médica de Varsovia para que, entre otros, las actrices Maria Seweryn y Kristyna Janda fuesen vacunadas antes que, por ejemplo, los 10.000 trabajadores sanitarios de la propia Facultad de Medicina?

Según el ministro de Sanidad, “se saltaron las reglas deliberadamente”. El rector de la Universidad, que al principio dijo desconocer los hechos, aparece en una fotografía saludando a uno de los famosos justo después del pinchazo. Por ahora, el jefe de la clínica ha sido cesado y el centro ha sido sancionado con 55.000 euros. Según las explicaciones a la prensa de la clínica, el problema fue la falta de tiempo para programar adecuadamente la administración del primer lote de vacunas. Todo se planificó durante las vacaciones de Navidad —las vacunaciones comenzaron el 27 de diciembre— y, cuando acudían a la clínica los padres de famosos y políticos acompañados por ellos, se les ofrecía la posibilidad de ser vacunados “para aprovechar los viales ya abiertos y las dosis que quedaban sin usar”.

Foto: Un hospital temporal en Wroclaw, en el oeste de Polonia, para enfrentarse a la segunda ola de coronavirus. (Reuters)

La excusa no ha convencido a nadie, y más teniendo en cuenta que se trató de ocultar los hechos. Mientras el primer ministro, Mateusz Morawiecki, se mostró escandalizado por lo ocurrido, la actriz Kristyna Janda confesó en Facebook que ella también había sido vacunada, y adjuntaba el enlace a un documento gubernamental en el que se aconseja dar prioridad a un grupo selecto de personalidades “del mundo de la cultura” para “promover la idea de la vacunación”. Sin embargo, en el grupo de vacunados también había políticos y un ejecutivo de televisión.

En Polonia, el país con la población que más desconfía de la vacuna de toda Europa, y donde el propio presidente, Andrzej Duda, dijo no creer en la vacunación obligatoria, este escándalo reviste especial gravedad. Para muchos, en vez de animar a la gente a vencer sus prejuicios y vacunarse, lo que se ha conseguido es que se confirme la vieja idea de que los grupos de élite y con conexiones siempre tendrán ventajas. Una viñeta humorística en la prensa decía: “resulta que las vacunas no causan autismo, sino nepotismo”.

placeholder El tuit que comenzó el escándalo. (Twitter)
El tuit que comenzó el escándalo. (Twitter)

En Europa Occidental, la vacuna contra la gripe es una rutina anual para los grupos de riesgo, mientras que, en Polonia, solo un 4% de los ciudadanos opta por vacunarse. Casi la mitad de los polacos dice que prefiere no vacunarse contra el covid-19, una proporción que llega al 65% entre las mujeres y es aún mayor (un 72%) entre los menores de 40 años.

Mientras algunos famosos no dudaban en saltarse la cola para ser vacunados cuanto antes, otras celebridades como la veterana periodista Hanna Lis se dedicaban a difundir dudas sobre los beneficios de inyectarse una vacuna. Lis asegura que sufrió “el peor trauma de su vida” y una reacción alérgica casi letal tras recibir una vacuna, sin especificar qué tipo de vacuna fue ni exactamente qué efectos secundarios sufrió. Sin embargo, sus declaraciones han sido esgrimidas por los que se resisten a inmunizarse contra el covid-19 y han añadido leña a la hoguera del escepticismo. Incluso expertos en salud pública como Tomasz Sobierajski, de la Universidad de Varsovia, han criticado la "propaganda excesivamente optimista" del Gobierno acerca de la efectividad y seguridad de la vacuna. Por si fuera poco, el ministro de Administraciones Públicas, Janusz Kowalski, declaró su rechazo a ser vacunado escudándose en “la libertad de elección”.

Foto: Una nueva encuesta muestra datos reveladores sobre nuestras actitudes hacia las vacunas. (Efe/Tan Kaixing)

Polonia ha designado a los trabajadores de residencias para ancianos, policías y militares como el siguiente grupo en recibir la vacuna, una vez se complete el proceso con el personal sanitario. Se prevé disponer de seis millones de dosis para finales de marzo y unos 50 millones más para fin de año, que en total han costado unos 675 millones de euros. A pesar de superar la primera ola mucho mejor que el resto de Europa, Polonia ha sufrido en los últimos meses un dramático incremento en el número de casos (cerca de un millón y medio actualmente) y víctimas (unas 34.000), y acumula ya casi 900 muertes por millón de habitantes, más que Portugal y Holanda y no muy lejos de España (1.140).

Las restricciones vigentes, que obligan por ejemplo a mantener cerrados hoteles y restaurantes (que solo pueden entregar comida para llevar), son acogidas con disgusto por gran parte de la población. Los movimientos contra estas medidas han ido de lo imaginativo, como la pista de patinaje sobre hielo que decía vender flores colocadas en el centro de la pista y facilitaba los patines para poder recogerlas “sin límite de tiempo”, hasta lo provocativo, como el gimnasio que se autodenominó “templo del culto a la salud” para permanecer abierto acogiéndose a las excepciones que benefician a las iglesias.

Un gimnasio se autodenominó “templo del culto a la salud” para permanecer abierto acogiéndose a las excepciones que benefician a las iglesias

Otros, como los apartamentos Ars de Cracovia, ni siquiera intentan disimular y han permanecido abiertos sin interrupción durante toda la pandemia, a pesar de ser ilegal. Cuando el Gobierno permitía el tránsito de viajeros por razones de negocios, en estos apartamentos se pedía a los huéspedes que al registrarse indicasen que tal era el propósito de su estancia. Cuando la hostelería quedó restringida a personal sanitario y pacientes de la pandemia, la dirección simplemente alquiló los alojamientos a cualquiera —en su mayoría, jóvenes que usan los apartamentos como piso compartido—. El movimiento Otwieramy (Abrimos) ha llegado incluso a publicar un mapa 'online' de negocios que permanecen abiertos sin respetar la ley y desafía lo que califica como “confinamiento económico”. El cierre de establecimientos de ocio y comercios —excepto alimentación e higiene— ha sido extendido hasta el final de enero.

Foto: Protestas en coche en Varsovia contra la nueva ley del aborto (Reuters)

Los colectivos negacionistas o aquellos que ven una conspiración internacional detrás de la pandemia han encontrado simpatizantes en todo el espectro social y político. A pesar de los llamamientos a “confiar en la ciencia” del primer ministro, es mayor la proporción de polacos que temen a la vacuna antes que al propio virus. Para contrarrestar cualquier miedo, el Gobierno ha anunciado un fondo de compensación económico para todo aquel que sufra efectos secundarios tras vacunarse, además de ofrecer la total exención de limitaciones (viajes, confinamientos, mascarilla) para quienes hayan recibido la vacuna y el refuerzo.

“Vacunarse es una muestra de solidaridad y respeto por los otros, la única manera de volver a la normalidad y el único modo de proteger los empleos”, ha dicho Morawiecki. El objetivo final es alcanzar la llamada inmunidad comunitaria, que se logra cuando tres cuartas partes de la población son inmunes.

El 15 de enero se abrió la inscripción 'online' para que cualquiera que lo desee pueda registrarse y ser incluido en el programa de vacunación contra el coronavirus. Sin embargo, la web dejó de funcionar durante más de 24 horas y, de momento, el número de inscritos es, según fuentes oficiales, “más bajo de lo esperado”.

Todo empezó con un tuit. Leszek Miller, ex primer ministro polaco, publicaba en las redes sociales su certificado de vacunación contra el coronavirus. Extraño, dado que la primera fase del plan nacional de vacunación daba prioridad al personal sanitario. Pronto saldría a relucir que su caso era uno de más de las al menos 18 personalidades, incluyendo a estrellas de cine y cantantes, que consiguieron saltarse el turno para ser vacunadas en Polonia.

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