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La UE pone en marcha el control de exportaciones sobre las farmacéuticas
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Control de las dosis de AstraZeneca

La UE pone en marcha el control de exportaciones sobre las farmacéuticas

La Comisión Europea ya adelantaba este jueves su intención de obligar a las farmacéuticas a solicitar permiso para poder exportar dosis de la vacuna fuera de la UE

Foto: La comisaria de Salud, Stella Kyriakides (Reuters)
La comisaria de Salud, Stella Kyriakides (Reuters)

A partir de este sábado las farmacéuticas que quieran exportar dosis de sus vacunas fuera de la Unión Europea van a tener que solicitar la autorización por parte de los Estados miembros, que deberán consultar con la Comisión Europea. Es la culminación de una semana de tensiones entre el Ejecutivo comunitario y AstraZeneca después de que la farmacéutica anunciara que iba a recortar en más de un 70% el número de dosis que entregará a la Unión Europea durante el primer trimestre.

Aquel movimiento hizo que todas las alarmas saltaran en Bruselas y que Stella Kyriakides, comisaria de Salud, sugiriera que la empresa había estado exportando dosis producidas en territorio comunitario a países terceros. Esa idea acabó por convertirse en una acusación a lo largo de la semana. Desde la Comisión Europea señalaban que no se trataba de una sospecha: tienen los datos de las aduanas, tienen la información y saben lo que ha pasado.

Foto:  Ursula Von Der Leyen. (EFE)

Por eso el lunes Kyriakides anunció un “mecanismo de transparencia de exportaciones” que obligaría a las empresas a notificar a los Estados miembros cuando quisieran exportar dosis de sus vacunas. “No es una prohibición”, explicaban desde la Comisión Europea. Y por entonces no lo era. Pero desde algunas capitales se presionaba por ir más allá. Y el jueves fuentes comunitarias adelantaban lo que Bruselas ha oficializado este viernes: ahora las farmacéuticas no tendrán únicamente que notificar a las capitales, sino recibir su autorización. Desde la Comisión Europea insisten: no es una prohibición.

Pero lo cierto es que ahora las empresas que tengan un contrato firmado con el Ejecutivo comunitario y quieran exportar dosis de su vacuna tendrán que rellenar una serie de documentos. Lo normal es que el proceso ocupe dos días laborables, aunque podría ser más rápido. La Comisión Europea ha explicado que esta medida estará en pie al menos durante el primer trimestre del año. Eso sí: un total de 92 países se libran de esta nueva medida.

La decisión de la Comisión Europea ha sido adoptada por procedimiento de urgencia, por lo que podrá aplicarse de forma inmediata hasta finales de marzo. Junto al acto de ejecución ha sido publicado un anexo en el que se encuentra un ejemplo de formulario que la farmacéutica deberá rellenar para poder solicitar la autorización a las autoridades aduaneras nacionales.

Foto: Michael Gove (EFE)

Cuando la solicitud esté en manos de las autoridades nacionales estas deberán enviarla a Bruselas. “La Comisión emitirá un dictamen en el plazo de un día hábil a partir de la recepción de la notificación. La Comisión evaluará el impacto de las exportaciones para las que se solicita una autorización en la ejecución de los APA (acuerdos de compra adelantada) pertinentes con la Unión. Los Estados miembros decidirán sobre la solicitud de autorización de acuerdo con el dictamen de la Comisión”, señala el texto publicado este viernes. Además, si es necesario, el proceso puede extenderse 48 horas más.

En el texto legal también se señala que las farmacéuticas tendrán que mostrar sus cartas de los últimos meses. Junto con el formulario que propone en su anexo, Bruselas señala que “además, también contendrá información sobre el número de dosis de vacuna de productos cubiertos por el presente Reglamento distribuidas en la Unión desde el 1 de diciembre de 2020 desglosada por Estados miembros”. Es decir, las empresas tendrán que facilitar la información de dónde han ido a parar las dosis que han fabricado en los últimos meses.

Kyriakides ha justificado la medida: “Damos financiación por adelantado a las empresas para que desarrollasen la capacidad de fabricación necesaria para producir vacunas, de modo que las entregas pudieran comenzar tan pronto como fueran autorizadas. Ahora necesitamos transparencia sobre el destino de las vacunas y asegurarnos de que lleguen a nuestros ciudadanos. Somos responsables ante los ciudadanos y contribuyentes europeos, ese es un principio clave para nosotros”.

Aunque desde Bruselas insisten una y otra vez en que no es una prohibición, y que tampoco es una medida dirigida a un productor concreto, el movimiento está diseñado a la medida de la crisis con AstraZeneca y para evitar que vuelva a repetirse el mismo escenario vivido durante la última semana.

El asunto irlandés

Hay otro asunto espinoso. La regulación señala que los movimientos a Irlanda del Norte serán considerados exportaciones, algo que técnicamente no se puede hacer bajo el Protocolo de Irlanda del Acuerdo de Retirada con el Reino Unido. Para poder hacerlo la Comisión Europea había invocado el artículo 16 del protocolo, que permite establecer restricciones si se dan condiciones excepcionales. Este movimiento iba a tener consecuencias en el plano diplomático entre Londres y Bruselas, con unas relaciones que ya se encuentran en un estado frágil tras la desconexión definitiva entre la UE y el Reino Unido el pasado 1 de enero.

"Si bien las restricciones cuantitativas a las exportaciones están prohibidas entre la Unión e Irlanda del Norte, de conformidad con el artículo 5, apartado 5, del Protocolo sobre Irlanda / Irlanda del Norte, esto se justifica como medida de salvaguardia de conformidad con el artículo 16 de dicho Protocolo para evitar graves Dificultades sociales debidas a la falta de suministro que amenazan con perturbar la ejecución ordenada de las campañas de vacunación en los Estados miembros", señala el texto legal.

El asunto prometía escalar a un choque de trenes entre la UE y el Reino Unido, y finalmente la Comisión Europea ha dado un paso atrás y ha puntualizado que finalmente no activará el artículo 16 para controlar esa exportación de vacunas en Irlanda del Norte.

No sin antes desatar numerosas críticas en el lado británico y norirlandés. La líder de los unionistas norirlandeses (DUP), Arlene Foster, ha descrito el movimiento como un "increíble acto de hostilidad" por parte de la Unión. El ministro del Gabinete, en la práctica vice primer ministro británico, Michael Gove, ha señalado que ha hablado con el vicepresidente de la Comisión Europea Maros Sefcovic sobre "la preocupación de Reino Unido sobre la falta de notificación desde la UE sobre sus acciones en relación con el protocolo de Irlanda del Norte", según declaraciones a la prensa de un portavoz de Downing Street. El movimiento tampoco gustó nada a la República de Irlanda, cuyo primer ministro ha comunicado a la presidenta de la Comisión Europea su malestar.

A partir de este sábado las farmacéuticas que quieran exportar dosis de sus vacunas fuera de la Unión Europea van a tener que solicitar la autorización por parte de los Estados miembros, que deberán consultar con la Comisión Europea. Es la culminación de una semana de tensiones entre el Ejecutivo comunitario y AstraZeneca después de que la farmacéutica anunciara que iba a recortar en más de un 70% el número de dosis que entregará a la Unión Europea durante el primer trimestre.

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