El acuerdo de inversiones UE-China peligra por la escalada diplomática con Bruselas

Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea han aprobado este lunes sanciones contra cuatro oficiales chinos y una entidad por el ataque de Pekín a la minoría musulmana uigur, especialmente en la provincia de Xinjiang. El parlamento holandés califica dichas actuaciones por parte del Gobierno chino como un “genocidio”. La reacción del gigante asiático ha sido contundente: ha respondido incluyendo a diez personas y cuatro entidades a su propia lista de sanciones. Fuentes europeas explican que si bien esperaban una reacción china, no creían que fuera a llegar tan rápido y de forma tan agresiva.

Las sanciones europeas tuvieron después su réplica por parte del Reino Unido, Estados Unidos y Canadá, que sancionaron a las mismas cuatro personas involucradas en el programa de control, persecución y encierro en campos de detención de uigures y otras minorías musulmanas.

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En la Eurocámara defienden que Pekín se ha dado un tiro en el pie, al menos en cuanto al Acuerdo de inversiones cerrado entre China y la UE el pasado mes de enero. El Parlamento Europeo ya tenía ciertas reservas hacia dicho acuerdo, pero este paso dado por el Gobierno chino podría terminar de hacerlo descarrilar. Porque en la lista de sancionados las autoridades asiáticas han incluido a cinco eurodiputados: Michael Gahler, Raphaël Glucksmann, Ilhan Kyuchyuk, Miriam Lexmann y una de las figuras más destacadas en las relaciones entre China y la UE, el eurodiputado verde alemán Reinhard Bütikofer, que de hecho es presidente de la delegación de la Eurocámara para las relaciones con la República Popular China.

"Con una sola acción, China logra poner en su contra a los cuatro grupos más importantes del Parlamento Europeo. Pekín no puede creer seriamente que se esté haciendo un favor", declaraba después de conocer su inclusión en la lista el eurodiputado Bütikofer. “Esta escalada desacertada marca un ataque contra el Parlamento Europeo. Tratar de silenciar a esta institución solo puede ser contraproducente”, señalaba por su parte Bernd Lange, presidente de la comisión de Comercio Internacional de la Eurocámara.

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“Las sanciones de China a los eurodiputados, el Subcomité de Derechos Humanos y los órganos de la UE son inaceptables y tendrán consecuencias. Las sanciones afectan a los eurodiputados y a los órganos del Parlamento Europeo por expresar su opinión en el ejercicio de su deber democrático. Los derechos humanos son derechos inalienables”, ha escrito por su parte David Sassoli, presidente del Parlamento Europeo.

En otras palabras: China ha alineado y puesto en su contra a muchos eurodiputados influyentes que saben que tienen la posibilidad de presionar con la ratificación del acuerdo de inversiones entre Pekín y los Veintisiete. Mucho más claro ha sido Guy Verhofstadt, eurodiputado belga de Renew Europe y una de las figuras más relevantes de la familia liberal en la Eurocámara: “China acaba de matar el Acuerdo de Inversión UE-China al sancionar a las personas que critican el trabajo esclavo y el genocidio en Xinjang”.

Mark Rutte, primer ministro holandés, también ha señalado que “la medida de China es una respuesta completamente injustificada a las medidas tomadas bajo el régimen de sanciones de derechos humanos de la UE” y que su reacción “se abordará más a fondo en un contexto europeo”.

También ha reaccionado Sophie Wilmès, ministra de Exteriores belga. “Bélgica rechaza enérgicamente el anuncio de las autoridades chinas de sancionar a las entidades de la UE y especialmente a los diputados de la UE (incluido un diputado belga) en respuesta a las medidas adoptadas en defensa de los derechos humanos, un principio fundamental de las políticas de la UE. Seguiremos tratándolo con nuestros colegas de la UE”, ha escrito la ministra.

El Parlamento Europeo tenía previsto celebrar un encuentro este pasado martes en el que precisamente se iba a debatir el acuerdo de inversiones, pero la reunión fue cancelada el lunes por la tarde al conocerse las sanciones contra los cinco eurodiputados.

La opinión de que el acuerdo está colgando de un hilo hasta que China no cambie de actitud, y no hay esperanzas en que lo haga, se extiende más allá del Parlamento y llega hasta la Comisión Europea. El propio Valdis Dombrovskis, vicepresidente del Ejecutivo comunitario a cargo de Comercio, ha señalado en una entrevista con el Financial Times que la aprobación del acuerdo “no puede separarse de las dinámicas” más amplias de las relaciones entre China y la UE.