Los Veintisiete aplazan la decisión la congelación de fondos a Hungría tras otro bloqueo de Orbán

Por ahora los Veintisiete no dan luz verde a la propuesta de la Comisión Europea de bloquear 7.500 millones de euros de fondos de cohesión destinados a Hungría, para la que tienen hasta el próximo 19 de diciembre como plazo. Bruselas pidió que se congelara el 65% de tres partidas al considerar que el Gobierno húngaro no había cumplido con todas las promesas hechas al Ejecutivo comunitario el pasado mes de septiembre, tras la activación por primera vez del mecanismo de condicionalidad, que permite suspender pagos del presupuesto de la Unión Europea en caso de deficiencias en un Estado miembro que puedan poner en riesgo el buen uso de los fondos europeos, como por ejemplo problemas en la lucha contra la corrupción.

Fuentes comunitarias admitían hace una semana que Hungría había hecho progresos, pero no los suficientes. La decisión de congelar los 7.500 millones de euros propuestos en septiembre, a pesar de que el Gobierno sí que había introducido algunas reformas y modificaciones prometidas a la Comisión Europea, sorprendió a algunas fuentes diplomáticas, pero alegró mucho al Parlamento Europeo, que lleva tiempo presionando al Ejecutivo comunitario para que tenga más mano dura contra Budapest.

Alemania y Francia han liderado a un grupo de Estados miembros que consideran que quizás Bruselas se ha pasado, que los progresos que ha hecho el Gobierno húngaro justifica que se bloquee solamente una parte de esos 7.500 millones de euros. El cable lanzado por Berlín y París ha sido muy criticado por miembros de la Eurocámara, que consideran que es premiar la estrategia del autoritario primer ministro Viktor Orbán. Ahora se espera que el Ejecutivo comunitario presente un nuevo análisis en los próximos días para ver si sería posible aligerar la cantidad de dinero bloqueado.

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Además de proponer la congelación de los 7.500 millones de euros, la Comisión Europea dio la luz verde al plan de recuperación húngaro de algo más de 5.500 millones de euros, aunque sujeto a 27 “súper hitos” relacionados también con la protección de la independencia judicial y la lucha contra la corrupción. Y aunque durante mucho tiempo los representantes húngaros negaron que los bloqueos de Budapest a distintos debates europeos estuvieran conectados entre ellos, este martes todas las cartas han quedado sobre la mesa: Hungría bloquea el acuerdo sobre impuesto mínimo del 15 % para las multinacionales de la OCDE y también la ayuda macrofinanciera a Ucrania.

Ahora los Veintisiete trabajan como si fuera un solo paquete que hay que aprobar en conjunto: los dos asuntos sobre Hungría, el bloqueo a sus fondos de cohesión y la luz verde a su plan de recuperación, la ayuda de 18.000 millones a Ucrania y el acuerdo sobre el impuesto mínimo.

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El objetivo es que en los próximos días se pueda cerrar un acuerdo. Pero el tiempo apremia para todas las partes. El resto de los socios quieren tener ya un acuerdo sobre la ayuda macrofinanciera a Ucrania y sobre el impuesto a las multinacionales, y Hungría necesita urgentemente la luz verde a su plan nacional. Existe la posibilidad de que en los próximos días se convoque una nueva reunión de ministros de Finanzas, o bien que la situación acabe en las manos de los jefes de Estado y de Gobierno, que se reúnen el próximo miércoles y jueves en Bruselas.