Albares y Cameron intentan atar en Bruselas un acuerdo sobre Gibraltar

Segunda reunión en pocas semanas entre José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores español, y David Cameron, su homólogo británico, para intentar cerrar el acuerdo sobre el encaje de Gibraltar después de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, que se consumó en febrero de 2020, y que concluyó el periodo transitorio al finalizar diciembre de ese mismo año sin que hubiera un acuerdo sobre la Roca. El anterior encuentro se celebró el pasado 12 de abril y todas las partes reconocieron progresos importantes en las conversaciones.

Hasta ahora las negociaciones se habían celebrado de manera bilateral y de forma muy discreta entre Madrid y Londres, pero recientemente Albares cambió la estrategia y se reunió con Cameron en Bruselas, con la presencia de Maros Sefcovic, vicepresidente de la Comisión Europea. En este encuentro, como en el del 12 de abril, también estará Fabian Picardo, ministro principal de Gibraltar. El hecho de que se celebre la reunión es una señal de que se han hecho progresos en las últimas semanas y que toca ponerle un sello político a los avances hechos.

El Gobierno español defiende un modelo de “prosperidad compartida” entre el peñón y el Campo de Gibraltar, pero incluye muchos aspectos técnicos que se han tenido que ir cerrando durante los últimos años, y, especialmente, durante las últimas semanas. En la Comisión Europea se ve la reunión de este jueves con optimismo. Algunos detalles ya se dan por cerrados, como el papel que tendrá Frontex en el control de los viajeros que lleguen al Peñón, o la situación en la que quedarán los miles de trabajadores transfronterizos que cada día cruzan la Verja. Además, Albares ya ha señalado en varias ocasiones que el aeropuerto quedará bajo gestión conjunta entre España y las autoridades gibraltareñas. En una reunión hace pocos días con los alcaldes del Campo de Gibraltar Albares también insistió en que desaparecerá la verja que separa el Peñón de La Línea de la Concepción.

Para el Gobierno gibraltareño la clave de las negociaciones siempre ha sido que nunca se dispute la soberanía británica sobre la Roca, y la realidad es que el Ejecutivo español, tanto en la era de Mariano Rajoy como después con Pedro Sánchez, no ha entrado en ese terreno y ha intentado mantener una estrategia pragmática, centrada en solventar los desequilibrios generados por los beneficios desproporcionados que Gibraltar obtuvo durante la negociación de ingreso de España en las Comunidades Europeas en 1986 y en los años previos.

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Las fuentes diplomáticas españolas confían en que el acuerdo servirá para “avanzar en las líneas maestras de un acuerdo que traerá prosperidad, confianza, seguridad jurídica y estabilidad a los ciudadanos de todo el Campo de Gibraltar”. No es suficiente con que España y Reino Unido cierren un acuerdo. Este pacto tendría que ser ratificado por el Parlamento Europeo cuando se vuelva a conformar después de las elecciones de entre el 6 y el 9 de junio.