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La Guardia Civil envía 17 barcos a proteger la Copa América y sólo seis a controlar la oleada de cayucos
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La Guardia Civil envía 17 barcos a proteger la Copa América y sólo seis a controlar la oleada de cayucos

Sus rostros, desencajados por el largo viaje, llenan desde el pasado fin de semana las portadas de los periódicos. Son los rostros de los cientos de

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La Guardia Civil envía 17 barcos a proteger la Copa América y sólo seis a controlar la oleada de cayucos

Sus rostros, desencajados por el largo viaje, llenan desde el pasado fin de semana las portadas de los periódicos. Son los rostros de los cientos de inmigrantes sin papeles que en los últimos días han arribado a las costas de las Islas Canarias a bordo de cayucos -embarcaciones tradicionales de pesca de Mauritania y Senegal-. Una auténtica oleada que ha obligado al Ministerio de Defensa a enviar a la zona tres buques de la Armada y tres aviones del Ejército del Aire para participar en el dispositivo disuasorio que el pasado lunes anunció con urgencia el Gobierno después de que, en menos de 70 horas, llegaran al archipiélago 974 subsaharianos a bordo de 15 barcas.

Setenta horas en las que, sin embargo, el Ejecutivo sólo mantuvo en la zona seis patrulleras de la Guardia Civil. Un número sensiblemente inferior a las 17 que esos mismos días se encargaban de proteger las regatas de la Copa América que se celebraban en aguas de Valencia. Éstos son los datos recabados por la principal organización de agentes de la Benemérita, la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), y que El Confidencial ha podido confirmar en fuentes del Ministerio del Interior.

En concreto, en Canarias había durante el pasado fin de semana tres embarcaciones en Fuerteventura -una de altura y dos medias, aunque una no navegó al estar en revisión-, otra en la isla de Gran Canaria y dos más en Tenerife, aunque sólo una estaba operativa. Otra patrullera de altura, la Río Duero, había partido el pasado lunes de Pontevedra rumbo a aguas de Mauritania para participar, junto a unidades marítimas de este país africano, en la interceptación de los cayucos que salen de sus costas.

Además, otras seis embarcaciones del Instituto Armado estuvieron dispuestas en los puertos más cercanos al Estrecho de Gibraltar -Cádiz, Algeciras, Málaga y la provincia de Granada- para interceptar las posibles pateras que desde la costa marroquí intentaran llegar a la Península, aunque la mitad de ellas no contaban con tripulación suficiente para hacerse a la mar.

17 barcos y 52 agentes

Frente a ello, para proteger los dos campos de regatas del puerto de Valencia en los que entre el 11 y el 16 de mayo se celebraron competiciones de la Copa América, el departamento que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba envió un total de 17 embarcaciones -una de altura, ocho medias, cuatro ligeras y cuatro semirrígidas- con una dotación total de 52 agentes.

Todo un despliegue que, según denuncia la AUGC, “es absolutamente desproporcionado, dadas las funciones que realizan”, y que se vio completado con el envío desde diferentes cuarteles de la Península de 40 guardias civiles de los Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas (GEAS).

Fuentes de Interior han confirmado a este diario los datos, pero destacan que, aunque sí se enviaron a Valencia cinco barcos de los que navegan habitualmente por aguas del Estrecho, no se detrajo ninguno de los destinados en Canarias. Siempre según estas fuentes, las patrulleras que han protegido la Copa América procedían, en su mayoría, de otros puertos del Mediterráneo, a los que han regresado en los últimos días tras terminar las competiciones que se celebraban simultáneamente en dos campos de regatas.

Estas mismas fuentes justifican el elevado número de embarcaciones enviadas a Valencia en el contenido del llamado Plan Director de Seguridad de la Copa América, que en su día presentó el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho. Dicho plan encargaba la protección en tierra del evento al Cuerpo Nacional de Policía y en el mar, a la Guardia Civil.

Sus rostros, desencajados por el largo viaje, llenan desde el pasado fin de semana las portadas de los periódicos. Son los rostros de los cientos de inmigrantes sin papeles que en los últimos días han arribado a las costas de las Islas Canarias a bordo de cayucos -embarcaciones tradicionales de pesca de Mauritania y Senegal-. Una auténtica oleada que ha obligado al Ministerio de Defensa a enviar a la zona tres buques de la Armada y tres aviones del Ejército del Aire para participar en el dispositivo disuasorio que el pasado lunes anunció con urgencia el Gobierno después de que, en menos de 70 horas, llegaran al archipiélago 974 subsaharianos a bordo de 15 barcas.