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Sale a la luz la auditoría que confirma la "exagerada" mortalidad en los quirófanos del hospital de Tenerife
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Sale a la luz la auditoría que confirma la "exagerada" mortalidad en los quirófanos del hospital de Tenerife

 El documento que, por activa y por pasiva, la dirección del Hospital Universitario de Canarias (HUC) se negaba a publicitar ha salido finalmente a la luz.

El documento que, por activa y por pasiva, la dirección del Hospital Universitario de Canarias (HUC) se negaba a publicitar ha salido finalmente a la luz. La auditoría externa en el servicio de cardiocirugía del citado centro hospitalario revela los peores presagios concluyendo la existencia de una "mortalidad exageradamente elevada y muy especialmente para determinadas patologías", tal y como este diario ha dado cuenta en la investigación iniciada el pasado noviembre. Los datos concretos del informe, filtrados a La Gaceta de Canarias (El Mundo), constatan que fallecían el 20% de los pacientes de alto riesgo, cuando la tasa habitual es del 11% y "lo más llamativo es que no sólo se han perdido casos de alto riesgo, sino que aquellos con un riesgo bajo no han sobrevivido a la intervención".

La media es de tasa bruta de mortalidad hospitalaria del 10% para los 232 pacientes operados en el servicio en 2006. Es decir, en el periodo auditado murieron entre 23 y 24 personas que en otro hospital hubieran sobrevivido. Curiosamente, en la memoria del hospital reza un 0,8% de mortalidad bruta ese mismo año. En cuanto a la mortalidad ajustada a riesgo, según la auditoría, en pacientes menos graves el HUC registró un 4,2% frente al 3% esperado y, en intervenciones de alto riesgo, de un 11% esperado el hospital tinerfeño registró un 20%.

La investigación se realizó por dos facultativos designados por la Sociedad Española de Cirugía Torácica y Cardiovascular (SECTCV) entre mediados de 2005 y principios de 2006 tras las insistentes denuncias de uno de los cirujanos del servicio, Ignacio Díaz de Tuesta, por las que fue posteriormente despedido. Cabe recordar que Tuesta llevaba denunciando el problema desde el 4 de diciembre de 2001 señalando como principal responsable al que aún continúa al frente del servicio de cardiocirugía: Rafael Martínez Sanz.

El informe de la SECTCV, entregado en junio de 2006 a la gerencia del HUC, recoge la impresión de que "el número de reintervenciones precoces (enfermos que tienen que entrar en quirófano antes de lo esperado) es muy alto". Así como la desconfianza de los cardiólogos en los cirujanos de su propio hospital, algo que pudo constatar este diario con las contundentes declaraciones de uno de ellos.

Canarias mira para otro lado

Pese a las continuas denuncias del cirujano rebelde desde 2001, la posterior insistencia de miembros del PSOE canario a la hora de pedir la citada auditoría a las autoridades sanitarias de Canarias en manos primero de Coalición Canaria y ahora en el Partido Popular, peticiones de investigación a la Organización Médica Colegial y al Diputado del Común (Defensor del Pueblo canario) no ha sido hasta principios de este año, después de la publicación del escándalo en El Confidencial, cuando se han puesto en marcha algunos resortes.

A finales de febrero, la Fiscalía de Tenerife abría diligencias previas para investigar los posibles casos de mala praxis. El Comité de Ética del Colegio de Médicos de Tenerife, tras ocho meses con la denuncia sobre la mesa, decidió dejar el asunto en manos de los tribunales por los "graves hechos que se relataban". Meses antes, la Asociación Defensor del Paciente remitió una carta a la fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, Carmen Almendral Parra, para que desde esta instancia se investigara qué estaba pasando en los quirófanos del HUC.

El documento que, por activa y por pasiva, la dirección del Hospital Universitario de Canarias (HUC) se negaba a publicitar ha salido finalmente a la luz. La auditoría externa en el servicio de cardiocirugía del citado centro hospitalario revela los peores presagios concluyendo la existencia de una "mortalidad exageradamente elevada y muy especialmente para determinadas patologías", tal y como este diario ha dado cuenta en la investigación iniciada el pasado noviembre. Los datos concretos del informe, filtrados a La Gaceta de Canarias (El Mundo), constatan que fallecían el 20% de los pacientes de alto riesgo, cuando la tasa habitual es del 11% y "lo más llamativo es que no sólo se han perdido casos de alto riesgo, sino que aquellos con un riesgo bajo no han sobrevivido a la intervención".