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La crisis también mata
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EL ASESINO DE YECLA ATRAVESABA PROBLEMAS ECONÓMICOS

La crisis también mata

J.P.V., el albañil de 43 años que asesinó brutalmente ayer a su mujer y a sus dos hijos de 4 y 6 años para suicidarse después,

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La crisis también mata

J.P.V., el albañil de 43 años que asesinó brutalmente ayer a su mujer y a sus dos hijos de 4 y 6 años para suicidarse después, estaba atravesando “una crisis económica importante”. Así lo apuntó ayer el alcalde de Yecla, Juan Miguel Benedito. Al parecer, ni siquiera podía hacer frente a los pagos de la casa.

Algunos medios avanzaron que el homicida relató en una nota los motivos de su desvarío. “Juan ha escrito que a las 5 de la madrugada se ha desvelado y ha empezado a darle vueltas a la cabeza. Dice que no sabe qué será de su familia si él falta y entonces ha pensado que tenía que matar a su mujer. Después ha ido a buscar a las niñas. Les ha dicho que iban a dormir con mamá y después de coserlas a puñaladas las ha envuelto junto a su madre en una manta. Junto a la carta ha dejado 2.000 euros con órdenes al juez para que los reparta entre sus familiares. Fuentes de la investigación aseguran que tenía problemas de drogas”, publicaba ayer ABC.

Al margen de las circunstancias concretas en que se ha desarrollado este terrible suceso, comienzan a ser tristemente comunes los casos de siniestros provocados por la desesperación económica de las familias. Siempre sucede lo mismo cuando el paro crece, la bolsa cae y las hipotecas suben. No hay duda: la crisis también mata.

Son muchos los informes que ligan las crisis económicas con el aumento de los trastornos mentales y el número de suicidios. Curiosamente, según datos de la OCDE, el país del mundo con mayor número de suicidios es Japón con 19 por cada 100.000 habitantes, un país que, desde hace años, no atraviesa por su mejor momento. A Japón le siguen Francia con 16 suicidios, y Alemania y Canadá con 11.

Según el Instituto Vasco de Medicina Legal (IVML), la crisis que se vive a nivel global es una de las principales causas de que haya aumentado el número de suicidios en un 40% en tan sólo un año. "Para algunas personas, la evolución socioeconómica y sociolaboral y, en general, afrontar la situación personal ante el déficit económico, les genera un estrés imposible de superar y les aboca al suicidio", ha señalado Carlos Cubero, director del IVML.

Ejemplos en Castellón, Sevilla y Córdoba

Hace menos de un año que un ciudadano rumano se quemó a lo bonzo ante la Subdelegación del Gobierno de Castellón como protesta por la situación económica en la que se encontraban él y su familia, a la que ya había comunicado su idea de suicidarse. Su hija señaló que estaba "desesperado" por la situación que atravesaban en España, que la familia quería regresar a Rumanía y que, tras reunir el dinero de los billetes, les estafaron. El rumano, finalmente, murió.

El mes pasado, tuvo lugar un extraño suceso en la provincia de Sevilla. Hallaron muerto con dos tiros en el pecho a un alto directivo del BBVA responsable de la ejecución del cobro de morosos y la recuperación de créditos para la entidad bancaria. Los investigadores barajaban como principal hipótesis un ajuste de cuentas relacionado con el trabajo de la víctima.

A primeros de julio, un hombre de unos 60 años efectuó dos disparos en la sede central de CajaSur de Córdoba. Con el arma en la mano, comunicó en voz alta a empleados y clientes de la entidad de ahorro que tenía problemas económicos. A esto añadió que no quería hacer daño a nadie y que su intención era suicidarse.

“Era una familia normal”

Conmocionados por el terrible suceso de ayer, algunos vecinos de Yecla que afirmaban conocer a la familia siniestrada, colgaron ayer sus impresiones en las versiones digitales de los periódicos locales. Allí reflejaron opiniones para todos los gustos: unos enmarcaban el crimen en la vergonzosa violencia machista y el espeluznante número de mujeres asesinadas a manos de sus parejas que sufre este país. Otros destacaban que el no poder pagar la casa de los sueños no justifica una atrocidad semejante.

Las personas de Yecla interrogadas por las televisiones repetían que “era una familia normal”. El delegado del Gobierno de Murcia, Rafael González Tovar, informó de que no se tenía conocimiento de denuncias previas de la esposa contra el marido ni tampoco existía ninguna orden de alejamiento. ¿Violencia de género? ¿Locura transitoria? ¿Problemas económicos? El asesino de Yecla se ha llevado sus motivos (y de paso a su familia) a la tumba.

J.P.V., el albañil de 43 años que asesinó brutalmente ayer a su mujer y a sus dos hijos de 4 y 6 años para suicidarse después, estaba atravesando “una crisis económica importante”. Así lo apuntó ayer el alcalde de Yecla, Juan Miguel Benedito. Al parecer, ni siquiera podía hacer frente a los pagos de la casa.