En tiempos de crisis triunfa el amor: disminuyen las rupturas conyugales por primera vez en diez años

Corren malos tiempos para la economía, la banca, el empleo, la vivienda… ¿También el amor se ve afectado por la crisis? Según las conclusiones que se extraen de los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, la difícil situación que vive la inmensa sociedad española, lejos de hacer mella en los matrimonios, parece que los está fortaleciendo. Y es que durante 2007 se produjeron un 5,8% menos de disoluciones conyugales que al año anterior. Un dato a tener en cuenta ya que, por primera vez desde 1998, ha bajado el número de rupturas matrimoniales.

 En el año 2007 se dieron 137.510 disoluciones de matrimonios, casi un 6%  menos que en 2006, cuando fueron 145.919. Esta caída rompe la tendencia al alza que se venía observando en los últimos años. De estas rupturas, 11.583 fueron separaciones, un 38,4% menos que en el año anterior, y 125.777 divorcios, un 0,9% menos. Además, hubo 150 nulidades, un 13,8% menos que en el ejercicio 2006.

 Y es que romper con alguien no sólo deja secuelas en el terreno sentimental, sino que ahora también puede hacer mella en el bolsillo. No es lo mismo cargar con una hipoteca a medias  que hacerlo solo y muy pocos son los que tienen ganas de aventurarse en una demanda de divorcio de la que saldrán poco beneficiados y con alguna deuda de más. La crisis ha podido hasta con una tendencia imparable desde 1995, cuando se aprobó la Ley 15/2005 del 8 de julio, que permite el divorcio sin necesidad de separación previa.

 Desde este avance, la cifra de parejas que deciden poner fin a su historia mediante este proceso era como una gran bola de nieve que ahora, aunque muy levemente (menos de un 1% menos), podría empezar a congelarse, como una forma de mantener el amor ‘en conserva’ hasta que llegue el calor de la bonanza económica. Así y todo, los divorcios supusieron el 91,5% de las disoluciones matrimoniales en 2007, mientras que las separaciones representaron el 8,4% y las nulidades el 0,1% restante.

 Por todos es sabido que el matrimonio resulta complicado por naturaleza, pero los números rojos en la cuenta corriente pueden obrar el milagro y volver encantadora a la esposa más insoportable o, al menos, transformar la convivencia en mínima tolerancia. Si tal y como nos dicen los datos, las parejas lo hacen, hasta los refranes habrán de adaptarse a los tiempos, y dadas las circunstancias, si toca apretarse el cinturón mejor mal acompañado que solo.