Es noticia
La ONU admite un error en un informe sobre el calentamiento global en el Himalaya
  1. Sociedad
LA CORDILLERA SE DERRITE, PERO NO LO HARÁ EN 2035

La ONU admite un error en un informe sobre el calentamiento global en el Himalaya

En 2035, el hielo seguirá en el Himalaya. Una de las teorías bandera de los ecologistas que sostienen la existencia de un calentamiento global quedó tocada

Foto: La ONU admite un error en un informe sobre el calentamiento global en el Himalaya
La ONU admite un error en un informe sobre el calentamiento global en el Himalaya

El error, destapado el pasado domingo por el británico Sunday Times, se debió a una cadena de malentendidos después de que el IPCC citase un dato sacado de un informe de WWF. Dicha organización mencionaba, a su vez, una entrevista de New Scientist a un científico del Instituto de Energía y Recursos de Nueva Delhi, Syed Iqbal Hasnain que habría estimado 2035 como la fecha del deshielo del Himalaya. En declaraciones al propio Times, Hasnain dijo: “Nunca escribí 2035 en ninguno de mis artículos de investigación”.

Por su parte, el IPCC aseguró en un comunicado “que lamenta la pobre aplicación de los procedimientos” que utiliza este organismo a la hora de redactar informes. Este episodio "demuestra que la calidad de los cálculos depende de la absoluta adherencia de las normas del IPCC", que considera que los datos citados deben ser revisados correctamente.

El adelgazamiento progresivo de los glaciares, sin embargo, no mengua, y se intensificará este siglo, pero la cordillera no se verá libre de hielo dentro de un periodo de tiempo tan corto. Este hecho se suma al escándalo desatado antes de la cumbre del clima de Copenhague del pasado mes de diciembre, cuando se desvelaron una serie de correos electrónicos de científicos que, según los escépticos, demostrarían la manipulación de datos sobre el calentamiento global. Hechos, que unidos al escaso resultado de la Cumbre del Clima, han dado alas a los escépticos.

Cuatro años después de que Al Gore convenciese a medio mundo de la urgencia de actuar contra el calentamiento global a través de Una verdad incómoda, esta lucha parece haber perdido fuerza. Para revitalizar la concienciación sobre este fenómeno, la revista Nature, una de las abanderadas de la causa, asumió la necesidad de matizar el error de la fecha del deshielo del Himalaya.

Nature admite que, a pesar de la degradación de los glaciares en el Himalaya, “muchos expertos dudan de que, incluso los más pequeños se derritan completamente antes de final de siglo”. Asimismo, la revista cita a Murari Lal, director del Centro de Análisis de Clima, Energía y Desarrollo Sostenible en Ghaziabad, que aseguró que el informe de WWF parecía creíble, pero que el equipo de investigación debería haber cuidado más las fuentes secundarias a las que hacía referencia.

Al mismo tiempo, la revista deja claro que, a pesar de estos errores de cálculo, el problema del hielo en el Himalaya es palpable y la reducción, aunque a un ritmo más pausado, sigue imparable. “El ministro de Medio Ambiente de India, Jairam Ramesh, señaló el deshielo del Himalaya como un problema de seguridad nacional”, asevera Nature.

El ‘Climategate’

La polvareda levantada por los datos sobre los glaciares del Himalaya no es la primera, ya que justo antes de la Cumbre del Clima de Copenhague, celebrada en diciembre, se destapó un escándalo sobre otro organismo conocido por sus estudios en este campo, la CRU (Unidad de investigaciones sobre el clima, según sus siglas en inglés) de la universidad East Agila, en un caso conocido como Climategate.

Los científicos de dicha universidad fueron acusados de manipulación de datos sobre el calentamiento en vísperas de la cumbre del clima, después de que un pirata informático robase y unos correos electrónicos. Los investigadores se defendieron diciendo que estaban sacadas de contexto.

The Wall Street Journal iba, sin embargo, más allá, acusando al centro de manipularlos para obtener más subvenciones. “Según documentos pirateados a este centro, entre 2000 y 2006 Jones recibió, o co-recibió, alrededor de 19 millones de dólares en subvenciones, un incremento espectacular si se compara con lo recibido en los años 90. ¿Por qué el dinero aumentó tan rápido? Porque la alarma ante el cambio climático sigue creciendo a velocidad de vértigo”, afirmó, entonces, el diario estadounidense.

Ambos escándalos dejan dañados no sólo a los implicados, como el dimitido director del CRU de East Agila, Phil Jones, sino también la credibilidad sobre el fenómeno del cambio climático.

El error, destapado el pasado domingo por el británico Sunday Times, se debió a una cadena de malentendidos después de que el IPCC citase un dato sacado de un informe de WWF. Dicha organización mencionaba, a su vez, una entrevista de New Scientist a un científico del Instituto de Energía y Recursos de Nueva Delhi, Syed Iqbal Hasnain que habría estimado 2035 como la fecha del deshielo del Himalaya. En declaraciones al propio Times, Hasnain dijo: “Nunca escribí 2035 en ninguno de mis artículos de investigación”.

Por su parte, el IPCC aseguró en un comunicado “que lamenta la pobre aplicación de los procedimientos” que utiliza este organismo a la hora de redactar informes. Este episodio "demuestra que la calidad de los cálculos depende de la absoluta adherencia de las normas del IPCC", que considera que los datos citados deben ser revisados correctamente.

El adelgazamiento progresivo de los glaciares, sin embargo, no mengua, y se intensificará este siglo, pero la cordillera no se verá libre de hielo dentro de un periodo de tiempo tan corto. Este hecho se suma al escándalo desatado antes de la cumbre del clima de Copenhague del pasado mes de diciembre, cuando se desvelaron una serie de correos electrónicos de científicos que, según los escépticos, demostrarían la manipulación de datos sobre el calentamiento global. Hechos, que unidos al escaso resultado de la Cumbre del Clima, han dado alas a los escépticos.

Cuatro años después de que Al Gore convenciese a medio mundo de la urgencia de actuar contra el calentamiento global a través de Una verdad incómoda, esta lucha parece haber perdido fuerza. Para revitalizar la concienciación sobre este fenómeno, la revista Nature, una de las abanderadas de la causa, asumió la necesidad de matizar el error de la fecha del deshielo del Himalaya.

Nature admite que, a pesar de la degradación de los glaciares en el Himalaya, “muchos expertos dudan de que, incluso los más pequeños se derritan completamente antes de final de siglo”. Asimismo, la revista cita a Murari Lal, director del Centro de Análisis de Clima, Energía y Desarrollo Sostenible en Ghaziabad, que aseguró que el informe de WWF parecía creíble, pero que el equipo de investigación debería haber cuidado más las fuentes secundarias a las que hacía referencia.

Al mismo tiempo, la revista deja claro que, a pesar de estos errores de cálculo, el problema del hielo en el Himalaya es palpable y la reducción, aunque a un ritmo más pausado, sigue imparable. “El ministro de Medio Ambiente de India, Jairam Ramesh, señaló el deshielo del Himalaya como un problema de seguridad nacional”, asevera Nature.

El ‘Climategate’

La polvareda levantada por los datos sobre los glaciares del Himalaya no es la primera, ya que justo antes de la Cumbre del Clima de Copenhague, celebrada en diciembre, se destapó un escándalo sobre otro organismo conocido por sus estudios en este campo, la CRU (Unidad de investigaciones sobre el clima, según sus siglas en inglés) de la universidad East Agila, en un caso conocido como Climategate.

Los científicos de dicha universidad fueron acusados de manipulación de datos sobre el calentamiento en vísperas de la cumbre del clima, después de que un pirata informático robase y unos correos electrónicos. Los investigadores se defendieron diciendo que estaban sacadas de contexto.

The Wall Street Journal iba, sin embargo, más allá, acusando al centro de manipularlos para obtener más subvenciones. “Según documentos pirateados a este centro, entre 2000 y 2006 Jones recibió, o co-recibió, alrededor de 19 millones de dólares en subvenciones, un incremento espectacular si se compara con lo recibido en los años 90. ¿Por qué el dinero aumentó tan rápido? Porque la alarma ante el cambio climático sigue creciendo a velocidad de vértigo”, afirmó, entonces, el diario estadounidense.

Ambos escándalos dejan dañados no sólo a los implicados, como el dimitido director del CRU de East Agila, Phil Jones, sino también la credibilidad sobre el fenómeno del cambio climático.

ONU