Sobrevive tras permanecer 17 horas atrapado bajo un alud

Como todo el mundo sabe, la práctica del esquí fuera de pistas es altamente peligrosa y desaconsejada tanto por los responsables de las estaciones como por los equipos de emergencia . De ahí la gran cantidad de accidentes que se producen con consecuencias nefastas para los esquiadores más imprudentes. Sin embargo, en ocasiones podemos hablar de final feliz. Es el caso de un joven que este fin de semana fue sepultado por un alud en la estación de Evolène, en el Valais de Suiza, y fue rescatado tras permanecer 17 horas bajo la nieve. Su estado fue lo que más sorprendió a sus rescatadores. Además de continuar vivo, sus condiciones eran buenas y solo sufría una breve hipotermia. Un suceso "extraordinario" según la policía suiza.

Cedric Genoud, de 21 años, esquiaba fuera de pistas y fue sorprendido por un potente alud, hecho del que informó su propia familia. Aunque los equipos de rescate trabajaron desde la tarde del sábado, se vieron obligados a suspender el operativo de madrugada por el peligro que corrían los propios efectivos. Pasadas 17 horas, el helicóptero que realizaba la búsqueda localizó un alud de aproximadamente 150 metros de alto y 50 de ancho. Con medio metro de nieve por encima, el esquiador permaneció con vida hasta el momento de su rescate gracias a la cavidad de aire que quedó bajo su cuerpo. Afortunadamente, la ropa de abrigo y la nieve sólida y le aislaron durante la noche de los 10ºC bajo cero del exterior.

Doce muertos en una semana

A pesar de sufrir una leve hipotermia -su temperatura era 34,5ºC cuando fue rescatado-, el joven no presentaba lesiones ni secuelas importantes. Un caso aislado dada la gravedad de este tipo de situaciones. Y es que solo en la última semana hasta doce esquiadores han muerto en los Alpes austríacos a causa de aludes por las extremas condiciones meteorológicas. Las tres últimas muertes del domingo se suman a otras nueve en los estados de Vorarlberg, Salzburgo, Alta Austria y Baja Austria, en su mayoría esquiadores que de forma temeraria se habían salido de las pistas. Por eso, las autoridades austríacas no se cansan de advertir a los deportistas del peligro de salirse de las pistas marcadas.

Según los meteorólogos, las primeras nieves, más débiles, quedaron bajo las más fuertes y de temperatura muy inferior provocando que las capas no se hayan solidificado y se encuentren con menos fijación. Debido a este proceso, los esquiadores que desoyen las advertencias y se salen del trazado tienen más posibilidades de provocar desprendimientos de nieve. Rudi Mair, experto austríaco en avalanchas, en declaraciones al diario österreich y recogidas por Efe, advierte que "muchos de estos esquiadores están mal preparados y se despreocupan demasiado". "Cada esquiador debe preguntarse si realmente es necesario salirse de las pistas", añade el especialista.