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El GPS de los controles de alcoholemia
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UN GRUPO DE ‘ESPÍAS’ INFORMA DE LA SITUACIÓN DE LA POLICÍA

El GPS de los controles de alcoholemia

En las noches madrileñas hasta 15 coches vigilan desde la oscuridad los movimientos que se producen. No se trata de superhéroes que recorren la ciudad luchando

Foto: El GPS de los controles de alcoholemia
El GPS de los controles de alcoholemia

En las noches madrileñas hasta 15 coches vigilan desde la oscuridad los movimientos que se producen. No se trata de superhéroes que recorren la ciudad luchando contra el crimen, sino de los vehículos que despliega una empresa encargada de comunicar a sus usuarios la posición de los controles de alcoholemia. Por un módico precio (hasta 4,95 euros si no se es un habitual), los amantes del buen beber pueden evitar que su coche acabe en los depósitos municipales y su carné de conducir requisado por la Policía.

Al igual que una cajetilla de tabaco advierte de lo nocivo de fumar, el servicio de NVIA Control nos recuerda al comienzo de sus mensajes que “al volante, 0 alcohol”. “Creemos que es importante reforzar la idea de que hay que cumplir con las normas de tráfico”, nos cuenta Alberto Pérez, socio director de esta empresa. “Ni favorecemos, ni alentamos el incumplimiento de ningún tipo de norma”.

El sistema “ni roza la legalidad ni es una alegalidad. Tanto la anterior legislación, como la actual ley de tráfico, lo que sí prohíben expresamente son todos aquellos sistemas que interfieran de algún modo en las comunicaciones policiales estableciendo un diálogo técnico entre dicho mecanismo y los sistemas policiales”, afirma Pérez.

Nos lo cuenta sorprendido por el creciente éxito del negocio, que tras año y medio en el mercado, ya aglutina a 20.000 usuarios “más o menos activos”, que reclaman vía mensaje normal o a través de una cuenta Premium, conocer dónde están los temidos alcoholímetros de la capital. “No estamos ofreciendo nada novedoso. Ya había comunidades en Internet en las que se informaba de la presencia de los controles. Nuestro valor añadido es el tiempo real y la verificación”. Y así es. No conviene errar el tiro cuando damos al botón de enviar, ya que la información que nos facilitarán sólo tendrá valor en ese instante. “Nadie te asegura que los controles de alcoholemia a las 0h00 sigan estando ahí tres horas después”.

Pérez evita la polémica sobre cómo obtienen los datos. “Tenemos 400 puntos probables en nuestra base de datos que vamos revisando con nuestros coches. Asimismo, entramos por zonas por las que nunca se ha puesto ningún control”, explica el socio director de NVIA, que desmiente que tengan topos dentro del cuerpo de Policía.

En las noches madrileñas hasta 15 coches vigilan desde la oscuridad los movimientos que se producen. No se trata de superhéroes que recorren la ciudad luchando contra el crimen, sino de los vehículos que despliega una empresa encargada de comunicar a sus usuarios la posición de los controles de alcoholemia. Por un módico precio (hasta 4,95 euros si no se es un habitual), los amantes del buen beber pueden evitar que su coche acabe en los depósitos municipales y su carné de conducir requisado por la Policía.