Los bomberos de Madrid, más que quemados con las preguntas de las oposiciones

Imagínese que llega al examen de las oposiciones que lleva años preparando y se encuentra con preguntas que, a priori, no entraban en su temario. Y con el más difícil todavía: que hay preguntas cuya respuesta conoce perfectamente, pero que entre las opciones que puede marcar no está la correcta.

Eso es de lo que se quejan los aspirantes a bomberos de la Comunidad de Madrid tras los exámenes de las oposiciones de los pasados 27 y 28 de mayo. Según ha denunciado el sindicato de trabajadores públicos CSIT-Unión Profesional, “más del 30% de las preguntas no entraban en el temario pactado”. Así lo ha explicado el representante sindical, Antonio Rocamora, a El Confidencial. “De las 135 preguntas, unas 20-25 estaban fuera de temario, otras 14-15 estaban mal redactadas o tenían respuestas incorrectas y otras 10-11 correspondían a exámenes de promoción interna de años anteriores”, se queja.

Las oposiciones, que llevaban cinco años sin ser convocadas, ofrecían 79 plazas de bombero especialista y bombero conductor para 2.679 aspirantes. Cuando los opositores fueron leyendo las preguntas de la segunda parte de la prueba (la primera correspondía al examen psicotécnico) se fueron quedando estupefactos y, poco a poco, indignados.

“En mi aula hubo mucha tensión, uno de los aspirantes se levantó y se puso a gritar diciendo que llevaba cuatro años esperando ese examen y que estaban jugando con su vida y con su futuro” relata Guillermo. “Además, como cinco veces entró uno de los supervisores a la clase a corregir las preguntas, diciendo por ejemplo que cambiáramos ‘él’ por ‘de’ en alguna de ellas”. Efectivamente otra de las quejas del sindicato es que muchas de las preguntas estaban mal redactadas y no se entendían.

Uno de los ejemplos más evocados es el de la pregunta que planteaba cuál es la dirección exacta del parque de bomberos de Getafe. Esto sí entraba en el temario pactado por la Administración y los sindicatos (y publicado en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid), pero al parecer, ninguna de las opciones que los aspirantes podían marcar era la correcta.

“La gente estaba muy alterada y después del examen intentamos hablar con el tribunal, pero no querían”, explica Rafa, otro de los aspirantes. Este joven lleva un año y medio preparando este examen y para ello se ha apuntado (como la mayoría) a una academia que le cobra 63 euros al mes y a un gimnasio por el que paga otros 50 euros. A esto hay que sumarle los costes de matriculación y las tasas de examen, lo que ronda los 100 euros, un esfuerzo para quien está en paro, una situación que afecta a muchos de los examinados ‘sorprendidos’ por el examen.

El futuro, en manos de trece técnicos 

El tribunal que elige las preguntas de la prueba está compuesto por 13 técnicos de protección civil y de función pública elegidos por sorteo. Atrincherados en un despacho, al finalizar las pruebas terminaron aceptando que dos representantes de los opositores entraran a plantearles sus quejas a cambio de que el resto desalojara el lugar.

Luis es uno de los bomberos que entró a exigir su derecho fundamental al acceso a empleo público, y la respuesta (cordial, eso sí) que recibió fue poco más o menos que sus reivindicaciones eran "algo trivial" y que allí "no había pasado nada".

Él se ha pasado "cuatro años y doce días dedicando ocho horas diarias y descansando sólo los domingos" a prepararse este examen, lo cual hace comprensible que no considere "trivial" el hecho de que algunas preguntar no casaran con el temario pactado. 

Ante la situación, CSIT ha puesto a disposición de los aspirantes a bombero un formulario para impugnar formalmente el examen, y pretende hacerlo también como entidad. El registro de la Consejería de Presidencia de la Comunidad de Madrid (de quien depende el cuerpo de bomberos) ha recibido entre este jueves y el mediodía de este viernes alrededor de 25 solicitudes de impugnación del examen. Fuentes de la Comunidad aseguran que ahora el Tribunal debe examinar las quejas y resolver algo en una o dos semanas. “Lo urgente es solucionarlo para poder pasar a hacer el siguiente examen, las pruebas físicas”, explican.

De forma paralela un grupo de opositores ha contratado un abogado para promover su propia iniciativa judicial, ya que temen que los sindicatos, al final, acaben pactando con las autoridades competentes. "Qeremos un nuevo examen lo antes posible y por eso nos hemos puesto en marcha", sentencia Luis.

Él es una de las 75 personas que este jueves se concentraron en Las Rozas para protestar por las irregularidades en las oposiciones. Consiguieron reunirse y hablar con la jefa del cuerpo de bomberos, Pilar Hernán,  "y ella cree que la mejor opción es repetir el examen", asegura, Luis, que participó en esa reunión. "Ella ni siquiera se había leído el examen y yo le dije que cuando lo hiciera se daría cuenta de que es un insulto a la inteligencia de cualquiera", explica.  

El sindicato, por su parte, afirma que no cesará hasta ver esta situación clarificada y no descarta ninguna acción hasta devolver la normalidad a todo este proceso.