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Madrid busca 'donantes de lujo'
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aquellos a los que se les extrae plaquetas

Madrid busca 'donantes de lujo'

Con un simple gesto como es la donación de sangre y apenas diez minutos de nuestro ya de por sí ajetreado tiempo son suficientes para ayudar a tres personas

Salvar una vida o ayudar a mejorar la salud de un ser humano está en nuestra mano. Con un simple gesto como es la donación de sangre y apenas diez minutos de nuestro ya de por sí ajetreado tiempo son suficientes para ayudar a tres personas. En solo un año, un hombre puede salvar o paliar la vida de 12 enfermos, una cifra que se reduce a 9 en el caso de la mujer, a quien se le restringe el número de donaciones anuales a tres.

Detrás de ese altruismo no solo está la generosidad del donante, sino también es esfuerzo diario y no siempre reconocido de un equipo de profesionales con quienes El Confidencial ha compartido tiempo y espacio con el objetivo de mostrar qué hay detrás de apenas diez minutos en los que el único y más importante requisito no es otro que tener ganas de ayudar a los demás, sobre todo a los colectivos que más sangre necesitan: los que se someten a tratamientos oncológicos, a operaciones de corazón y los que son receptores de órganos.

Situado en el madrileño barrio de Valdebernardo, elCentro de Transfusión de la Comunidad de Madrid–también con unidad demédula óseaycordón umbilical- se alza entre rotondas y zonas verdes como una mole de hormigón y amplios ventanales en cuyo interior las oportunidades y la esperanza de muchos enfermos se multiplican.

Una vez dentro, el procedimiento de extracción es sencillo e idéntico al que se realizan otros centros hospitalarios de la región y en las unidades móviles de Cruz Roja. Primero, el donante rellena un cuestionario para después someterse a una breve entrevista realizada por personal altamente cualificado y entrenado -un médico o enfermero-. En total, en este breve proceso intervienen a diario ocho trabajadores, incluido personal administrativo. Una vez ‘superado’ ambos pasos, el donante pasa a la sala de donación -donde trabajan tres enfermeras, dos auxiliares de enfermería y un médico en dos turnos-, en la que se realizan dos tipos de extracciones: la convencional y por aféresis, la más desconocida. A partir de aquí, qué se hace con la sangre es casi una incógnita que El Confidencial despeja con la ayuda de los 200 trabajadores que a diario hacen que el altruismo sea una vía de salvación.

El ‘donante de lujo’

A pesar de que los donantes que se someten a la extracción convencional son la mayoría, hay quienes optan por dar un paso más y afianzar su compromiso a través de ladonación por aféresis. Menos conocida perola más comprometida, este tipo de extracción se realiza mediante una máquina conectada en circuito cerrado con la vena del donante. Mientras que en la convencional se extrae en diez minutos la sangre para posteriormente fraccionarla y utilizar cada uno de sus componentes (glóbulos rojos, plaquetas y plasma) para diferentes tratamientos y/o pacientes, en la aféresis el componente que generalmente se extrae son lasplaquetas. En este proceso, quedura una horay puede realizarse cada dos semanas, todos los componentes de la sangre, menos aquel o aquellos que se recogen en este tipo de donación, regresan al donante.

Si bien la convencional tiene gran importancia, la aféresis lo es más aún por dos motivos: las plaquetascaducan a los cinco díasde su extracción ysu necesidad es vital para pacientes que reciben tratamientos de quimioterapia o radioterapiao que tienen problemas de coagulación o un número muy bajo de glóbulos rojos. Sin embargo, el aspecto importante de la aféresis es que una sola donación es necesaria para transfundir lo que se consigue con la donación convencional de cinco donantes.

Es por este motivo por lo que los donantes por aféresis son catalogados como ‘donantes de lujo’, un término que refleja no solo lo necesarios que son sino también el enorme compromiso que demuestran. Este reducido colectivo está incluido dentro de una base de datos especial dentro de la general y son citados cada vez que las reservas de plaquetas (en la mayoría de ocasiones) bajan. Su reducido número hace que desde el CRTS se quiera fomentar este tipo de donación casi desconocida. El único requisito, haber donado sangre antes a través de la donación convencional.

Este es el caso de Javier, un joven madrileño con quien El Confidencial coincidió en la sala de extracciones. “Llevo cinco años haciéndolo y vengo cada vez que me necesitan”, confiesa en el momento en el que un pitido pone fin a 60 minutos ‘enganchado’ a la máquina. “Desde que lo probé, no he dejado nunca de hacerlo”, insiste.

El CTCMde la CAM no es el único centro de la región que realiza este tipo de extracción. Hospitales como Gregorio Marañón, La Paz, 12 de Octubre, Príncipe de Asturias, Puerta de Hierro y Ramón y Cajal ‘miman’ en la misma medida a estos donantes de lujo.

¿Qué se hace con la sangre?

Una vez termina la donación, la sangre pasa a la sala de fraccionamiento, donde también llega la que ha sido extraída en los hospitales públicos y privados del grupo Hospitales Madrid y por Cruz Roja en las unidades móviles cedidas por el CRTS a través de un convenio firmado por la Comunidad de Madrid

A través del proceso decentrifugación y filtrado, se obtienen tres componentes que podrán ser utilizados con distintos enfermos: concentrado de hematíes, plaquetas y plasma en el caso de la donación convencional. Todo ello, en un proceso que apenas dura24 horasen la que la sangre es analizada utilizando rigurosos sistemas de calidad y donde cada componente se conserva durante un tipo fijo y a una temperatura adecuada: desde la ‘volatilidad’ de las plaquetas (solo 5 días) hasta los 2 años del plasma.

Es en este último componente donde entra en juego una de las empresas privadas más importantes de mundo. Considerada la tercera multinacional en el sector de hemoderivados y la primera de Europa, Grifols es quien se encarga del uso industrial del plasma que recoge este centro público para la fabricación, entre otros productos, de la albúmina -con buenos resultados en pacientes con Alzheimer- y del factor VIII -para pacientes con hemofilia-, y de la inactivación del plasma para la destrucción de patógenos, una actividad que poco a poco concentra el CRTS de la Comunidad de Madrid.

Protocolo de abastecimiento a hospitales

Una vez confirmados los análisis, la sangre se almacena antes de ser trasladada a los hospitales públicos de la capital. A primera hora de la mañana y a través de un sistema informáticoel CTCM revisa si hay alguna petición o prevista alguna actividad que precise un mayor número de bolsas de sangre.

De manera regular, los grandes hospitales de Madrid - Gregorio Marañón, La Paz, Ramón y Cajal, Clínico y 12 de Octubre- son abastecidos dos veces al día. La primera, a las 14 horas, momento en el cual se aprovecha para recoger las donaciones de ese día para ser analizadas. El resto de centros reciben sangre una vez al día mientras que los que están situados en la periferia lo hacen entre una y tres veces por semana.

Como norma general, el stock de bolsas en los hospitales debe estar en el nivel de seguridad, es decir, hay sangre suficiente para diez días. Sin embargo, hay otros dos tipos de stock: el mínimo y de emergencia, momento en el cual se empieza a restringir el uso de la sangre.

El perfil del donante

Con un 1.696.970 donaciones en 2013, según datos de la Federación Nacional de Donantes de Sangre y a la espera de los de 2014, ya son tres los años consecutivos en los que el número de extracciones de sangre baja en nuestro país.

En Madrid, el 57% de los donantes son hombres -sobre todo entre los 30 y los 50 años- mientras el que el 43% son mujeres. En este último caso, la franja de edad baja hasta los 18-30 años debido a que a partir de esa edad la mujer comienza a ser madre y el embarazo, la lactancia y la conciliación de la vida familiar y profesional dificulta mucho tener tiempo para donar.

Según la OMS, para que una comunidad sea autosuficiente son necesarias entre 40 y 45 donaciones por cada 1.000 habitantes. País Vasco (43,56), Extremadura (43,49) y Galicia (41, 26) son las tres comunidades que más donan al año. En la cola, Melilla (21,39), Canarias (30,55) y Andalucía (33,85).

Uno de los datos más curiosos a los que ha tenido acceso El Confidencial hace referencia a qué inmigrantes donan más. Los sudamericanos se sitúan en primer lugar mientras que los inmigrantes del Este apenas acuden a los centro de donación. El motivo, en alguno de esos países se paga por donación, algo prohibido en nuestro país desde 1985.

Salvar una vida o ayudar a mejorar la salud de un ser humano está en nuestra mano. Con un simple gesto como es la donación de sangre y apenas diez minutos de nuestro ya de por sí ajetreado tiempo son suficientes para ayudar a tres personas. En solo un año, un hombre puede salvar o paliar la vida de 12 enfermos, una cifra que se reduce a 9 en el caso de la mujer, a quien se le restringe el número de donaciones anuales a tres.

Cruz Roja OMS