¿Quieres generar energía solar en tu casa? Así funciona el autoconsumo

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a energía solar fotovoltaica es asequible, eficiente y fácil de mantener, lo que la convierte en la opción ideal para iniciarse en el autoconsumo y reducir la factura de la luz

Por Nacho Palou

Los panales solares fotovoltaicos convierten la luz solar en electricidad a través de paneles que contienen células fotovoltaicas. En 2009 un proyecto planteó la idea de cubrir una parte del desierto del Sáhara con placa solares para cubrir la demanda de Europa. La idea no llegó a buen puerto pero da cuenta del enorme potencial que tiene la energía solar para satisfacer nuestras necesidades, colectivas e individuales, respetando el medioambiente

La energía solar tiene además la particularidad de que es la única fuente de energía cuya eficiencia no se ve afectada por el tamaño de la instalación: es la misma tanto en grandes instalaciones como en instalaciones domésticas. Por ese motivo es la opción ideal para el autoconsumo.

Qué es el autoconsumo fotovoltaico

Es un opción cada más interesante para el consumidor por el ahorro que supone en la factura eléctrica, especialmente una vez amortizada la instalación.

Dar el paso al autoconsumo no implican la desconexión de la red eléctrica, sino priorizar el consumo de la energía producida por paneles solares instalados en la propia vivienda. De modo que cuando los paneles solares están produciendo electricidad el consumo eléctrico se reduce significativamente. Por eso es conveniente que la potencia de la instalación de autoconsumo sea igual o superior al consumo de la vivienda.

Al margen del coste de la instalación, la energía producida por los paneles solares domésticos es gratuita y está exenta de impuestos

Pero, además, una instalación de autoconsumo con excedentes entrega a la red eléctrica convencional una parte de la electricidad que produce y que no se utiliza. Este aporte permite compensar después el consumo que se haga procedente de la red eléctrica, por ejemplo, durante la noche o cuando la producción fotovoltaica sea inferior a la demanda de la vivienda.

Esto significa que, al margen del coste de la instalación, la energía producida por los paneles solares domésticos es gratuita y está exenta de impuestos, y además, la electricidad que no se consume en el momento sirve como ‘crédito’ para reducir el coste final de la electricidad: lo que se paga en la fractura eléctrica será la diferencia entre la electricidad consumida y la electricidad entregada a la red eléctrica. Eso sí, la cantidad de electricidad inyectada en la red eléctrica no será superior a la electricidad consumida de la red.

Las ventajas

La energía solar fotovoltaica es limpia y renovable. La producción de electricidad de origen solar no supone ni emisiones directas contaminantes ni emisiones relacionadas con el calentamiento global, como el CO2. También es silenciosa, lo que la hace adecuada para entornos residenciales.

En los últimos años el coste de los paneles fotovoltaicos y de los componentes se ha reducido considerablemente y su mantenimiento es muy sencillo. Se calcula que la vida útil de una instalación doméstica está en torno a los 25 años, por lo que la inversión inicial cada vez es menor y se amortiza en menos tiempo.

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El ahorro económico es inmediato: comienza en el mismo momento en que los paneles fotovoltaicos comienzan a producir electricidad, y una vez amortizada la instalación, el ahorro energético es neto. Una instalación de autoconsumo también mejorar la certificación energética de la vivienda e incrementa el valor del inmueble.

Ademas, como el origen de la energía fotovoltaica es limpia y local, el autoconsumo reduce la dependencia de los combustibles fósiles y en muchos casos también reduce la dependencia energética del exterior. El autoconsumo hace al usuario partícipe de la transición energética hacia un modelo distribuido que aprovecha fuentes de energía limpias y renovables a través de viviendas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.

Cómo iniciarse en el autoconsumo

La instalación de autoconsumo es especialmente adecuada en viviendas unifamiliares que tienen tejado individual o un jardín amplio sin sombras, aunque también es posible compartir una misma instalación de autoconsumo (autoconsumo compartido o colectivo) entre varios propietarios; por ejemplo, con la instalación de paneles fotovoltaicos instalados en el tejado de un edificio comunitario.

Existen diversas fórmulas adecuada paras iniciarse en el autoconsumo fotovoltaico, siempre teniendo en cuenta que requiere de ciertos requisitos técnicos y administrativos. Qué fórmula sea más adecuada en cada caso dependerá de las preferencias y necesidades del consumidor.

Para instalaciones de autoconsumo, Endesa ofrece, por ejemplo, tanto la fórmula de compra directa como la de renting a ocho años. Las compañías se encargan de desarrollar el proyecto personalizado que evalúa parámetros como el consumo energético de la vivienda y su localización geográfica, las horas de sol que recibe anualmente y la superficie disponible para la instalación de paneles fotovoltaicos.

La compañía elegida se encarga de los permisos, certificados y trámites administrativos y una vez esté la instalación realiza, monitoriza en tiempo real el funcionamiento del sistema

Se encarga también de todos los permisos, certificados y trámites administrativos. Una vez la instalación en marcha la instaladora se encarga de monitorizar en tiempo real el funcionamiento del sistema. En caso de ser necesario se encarga también de realizar las tareas de mantenimiento o las actualizaciones que sean necesarias sacar el máximo rendimiento de la instalación: durante cinco años en el caso de compra directa de la instalación y durante toda la duración del contrato en el caso de optar por la fórmula de renting.

Cristina García, especialista en autoconsumo, explica por qué ahora es un buen momento para adoptar el autoconsumo fotovoltaico: “La normativa actual, las bonificaciones para el autoconsumo y la simplificación de los procesos administrativos para la instalación facilitan su despliegue y favorecen al consumidor. Además la energía solar fotovoltaica se basa en tecnología ya madura y probada.”

Las instalaciones fotovoltaicas tienen una vida útil de 25 años, “lo que deja mucho margen para el ahorro neto una vez amortizada la inversión y, además, el autoconsumo fotovoltaico implica al ciudadano de forma activa y efectiva en la lucha contra el calentamiento global.”