¿Para qué sirve la almohadilla que hay en las bandejas de carne? Mercadona tiene la respuesta

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La almohadilla que se encuentra en las bandejas de carne tiene varias funciones importantes. Su principal propósito es absorber los líquidos que la carne desprende, como sangre y otros jugos, para mantener el producto más seco y evitar que estos líquidos se acumulen en la bandeja. Esto no solo mejora la apariencia del producto, sino que también ayuda a reducir el riesgo de proliferación bacteriana y mantiene la carne fresca por más tiempo. Además, ayuda a prevenir que los líquidos se derramen al manipular la bandeja, lo que mejora la higiene durante su transporte y almacenamiento.

Las almohadillas absorbentes en las bandejas de carne comenzaron a utilizarse ampliamente a partir de los años 1980 en Estados Unidos, aunque a Europa llegaron unos años después. Estas almohadillas fueron desarrolladas para mejorar la higiene y seguridad alimentaria, absorbiendo los líquidos que la carne desprende y así mantener el producto más seco y fresco, reduciendo el riesgo de proliferación bacteriana y mejorando la presentación del producto en los supermercados.

No se debe comer nunca

Las almohadillas están hechas de materiales como papel, celulosa y gel de sílice, y a veces se tratan con aditivos antimicrobianos. Es necesario retirar la almohadilla antes de cocinar. Si se cocina accidentalmente con la almohadilla, es importante no consumir la carne y desecharla para evitar riesgos de salud como la ingestión de compuestos tóxicos. Las almohadillas están diseñadas solo para absorber líquidos y no para soportar altas temperaturas.

Sin embargo, es seguro congelar la carne con la almohadilla absorbente. Estas almohadillas están diseñadas para resistir temperaturas bajas sin degradarse ni liberar sustancias nocivas. No obstante, es importante recordar que al descongelar la carne, la almohadilla debe retirarse antes de cocinar para evitar cualquier riesgo asociado con el calentamiento de materiales no aptos para el consumo.

De este modo se logran minimizar los riesgos de infección de la carne envasada, entre los que se encuentran las causadas por bacterias como salmonella, escherichia coli (E. coli), listeria monocytogenes, y campylobacter. Estas bacterias pueden provocar enfermedades graves en los humanos si la carne contaminada se consume sin una cocción adecuada. La salmonella y E. coli suelen estar presentes en carne de res y aves, mientras que listeria puede encontrarse en carnes procesadas y listas para comer. Campylobacter es común en carne de pollo. Estas infecciones pueden prevenirse mediante el almacenamiento adecuado, la correcta manipulación y la cocción completa de la carne.