El auge de la eAdministracion

Cuando se habla de eAdministración se piensa en participación ciudadana, la votación online, la apertura de la iniciativa personal al ámbito público, etc. Muchas cuestiones que están muy bien y que vendrán, pero nada real y factible.

No voy a entrar en un punto capital como es la normativa de sobre accesibilidad que obliga a las páginas web públicas o de empresas que reciben fondos públicos a que sean accesibles. Esta normativa no se ha aplicado prácticamente en ninguna parte, lo que supone una importante barrera de acceso a la información a miles de personas. En cualquier caso no se pierden gran cosa.

Encontramos cientos de webs relacionadas con la administración pública y sin embargo no son útiles. No hablamos ya del diseño en sí que en la mayoría de casos frustra cualquier intento de conseguir una determinada información básica o porque no funcionen los buscadores, no esté correctamente etiquetada o simplemente porque no esté disponible.

Un error habitual es encontrarnos con que las páginas webs públicas son una biblioteca desordenada con los tomos de los libros completamente gastados donde navegamos a ciegas. Dar un verdadero salto a Internet requiere cambiar la forma de consumir información y por tanto de mostrarla. La web no es digitalizar documentos o mostrarlos en PDF, parece mentira que a estas alturas tengamos que hablar de estos conceptos tan básicos.

No hablemos ya de la realización de trámites, la mejor oportunidad que ofrece la red a la administración pública. Actualmente poco más podemos hacer online que pagar impuesto, crear una sociedad limitada o, en Madrid, pedir cita con el médico de cabecera. Además, dentro de los escasos recursos disponibles la dispersión existente los hace mucho menos accesibles. Debe ser otro de los síndromes políticos estrenas en lugar de arreglar lo que ya está online.

Muchos obstáculos y muy básicos para pensar en algo más allá de lo normal, que ya la normalidad sería un avance importante. Todo esto forma parte de los miedos a los medios sociales, aunque aplicados en otro nivel. La desaparición de los procesos administrativos.