Sony Dash, el 'superdespertador'
Se acabó el amanecer cada mañana con el molesto 'bip bip', o bien con su emisora de radio favorita. El despertador también ha evolucionado al calor
Como suele ser habitual en el mundo de la tecnología, los fabricantes eluden calificar los productos por su nombre y son más partidarios de emplear pomposas denominaciones. Así, el Dash es definido por los japoneses como "Personal Internet Viewer" (visor personal de Internet). Pero hay que darles la razón, en parte: Dash es mucho más que un simple despertador. Fue presentado el pasado mes de enero en el certamen CES Las Vegas (la principal feria mundial de tecnología) y tal como hemos comentado con anterioridad, viene a hacerse un hueco en un mercado iniciado en solitario por Chumby. Tanto es así, que Sony ha tenido la habilidad de hacer el Dash totalmente compatible con las aplicaciones de su competidor, y de hecho, corre el mismo sistema operativo.
Dash cuenta con una pantalla táctil de 7 pulgadas, se conecta de forma inalámbrica al router, permite visualizar fotos (ya sean almacenadas en su memoria interna, o bien alojadas en la web), reproducir alguna de las múltiples emisoras existentes en Internet en sus altavoces estéreo, ver vídeos o incluso películas, consultar el correo, la agenda con nuestras citas del día, la previsión meteorológica y repasar el estado de toda suerte de redes sociales. Sony ha ideado el producto como un acompañante en el hogar o incluso en el trabajo, sobre todo gracias a la gran cantidad de información que proporciona, y lo que es más importante, es totalmente configurable (pone a disposición del usuario cerca de 1.500 aplicaciones con todo tipo de funciones).
Pero no todo es curioso y divertido en este simpático complemento. Para empezar, despertarse con nuestra canción favorita y leyendo las noticias tiene un coste que muchos no asumirán: 199 dólares a los que habrá que sumar los portes (y costes aduaneros, en su caso). Pagar semejante cantidad por un despertador descartará a muchos potenciales clientes de partida. Por otro lado, los usuarios que lo han probado afirman que el dispositivo se muestra lento y pesado a la hora de ejecutar las aplicaciones, y critican que, tratándose de un aparato muy útil dentro de casa, no disponga de una batería de forma que pueda acompañarnos de una habitación a otra en el hogar.
¿Realmente necesitamos un dispositivo de este tipo? La respuesta, a bote pronto, es 'no'. Es un capricho, pero uno muy divertido y que puede dar muchas satisfacciones a sus propietarios.
Como suele ser habitual en el mundo de la tecnología, los fabricantes eluden calificar los productos por su nombre y son más partidarios de emplear pomposas denominaciones. Así, el Dash es definido por los japoneses como "Personal Internet Viewer" (visor personal de Internet). Pero hay que darles la razón, en parte: Dash es mucho más que un simple despertador. Fue presentado el pasado mes de enero en el certamen CES Las Vegas (la principal feria mundial de tecnología) y tal como hemos comentado con anterioridad, viene a hacerse un hueco en un mercado iniciado en solitario por Chumby. Tanto es así, que Sony ha tenido la habilidad de hacer el Dash totalmente compatible con las aplicaciones de su competidor, y de hecho, corre el mismo sistema operativo.
Dash cuenta con una pantalla táctil de 7 pulgadas, se conecta de forma inalámbrica al router, permite visualizar fotos (ya sean almacenadas en su memoria interna, o bien alojadas en la web), reproducir alguna de las múltiples emisoras existentes en Internet en sus altavoces estéreo, ver vídeos o incluso películas, consultar el correo, la agenda con nuestras citas del día, la previsión meteorológica y repasar el estado de toda suerte de redes sociales. Sony ha ideado el producto como un acompañante en el hogar o incluso en el trabajo, sobre todo gracias a la gran cantidad de información que proporciona, y lo que es más importante, es totalmente configurable (pone a disposición del usuario cerca de 1.500 aplicaciones con todo tipo de funciones).
Pero no todo es curioso y divertido en este simpático complemento. Para empezar, despertarse con nuestra canción favorita y leyendo las noticias tiene un coste que muchos no asumirán: 199 dólares a los que habrá que sumar los portes (y costes aduaneros, en su caso). Pagar semejante cantidad por un despertador descartará a muchos potenciales clientes de partida. Por otro lado, los usuarios que lo han probado afirman que el dispositivo se muestra lento y pesado a la hora de ejecutar las aplicaciones, y critican que, tratándose de un aparato muy útil dentro de casa, no disponga de una batería de forma que pueda acompañarnos de una habitación a otra en el hogar.