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La brecha de la innovación, creer o no creer y el caso de Avanza 2
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Es necesario creer en la innovación

La brecha de la innovación, creer o no creer y el caso de Avanza 2

Una de las actividades a las que se dedica mi empresa es la búsqueda de financiación pública para proyectos de innovación, a lo que muchos de

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La brecha de la innovación, creer o no creer y el caso de Avanza 2

Una de las actividades a las que se dedica mi empresa es la búsqueda de financiación pública para proyectos de innovación, a lo que muchos de mis amigos liberales con los que hablo me hablan de la ineficiencia del sistema y los argumentos típicos (y en muchas ocasiones lógicos) de los sectores donde interviene el Estado. Siempre respondo lo mismo, y es que no me cuestiono si es necesaria la inversión pública en I+D+i, sino que juego con las reglas que hay impuestas, con sus virtudes y con sus defectos.

Lo que sí que tengo claro es que es necesario como país creer en la innovación y que España como tal debe decidir si creer y apostar por ello, o no. Seguramente en el medio plazo empezará a surgir la “brecha de la innovación” donde se vean las consecuencias de aquellos países que creyeron en esto y los que no. El modelo de cómo construir un país basado en la innovación es, como no puede ser de otra manera, complejo, pero centrándonos simplemente en cómo financiar este sistema (a través de inversión pública y privada) lo que es evidente es que todos los países con los que España compite apuestan en esta palanca de cambio. España, igual que el resto de países de la Unión Europea, acordaron en la Estrategia de Lisboa dos puntos importantes: que en 2010 se invierta el 3% del PIB en I+D+i y que dos terceras partes de esta inversión sea privada. No hemos cumplido con ninguna de las dos premisas (ni nos acercamos). La situación actual es que en España (según Eurostat) se invierte el 1,38% del PIB en I+D+i (por debajo del 2,1% de la media europea) y que la contribución privada no llega al 50% (del 66% al que se pretendía llegar).

Estas cifras de 2009 difieren de lo que hacen otros países que compiten en un marco global, como Estados Unidos, donde en 2008 ya invertía un 2,77% del PIB (67% del sector privado), o Japón, que en 2007 invertía el 3,44% (77% del sector privado). Es por eso que desde la Administración algo no se está haciendo bien, ya que sus programas no incentivan lo suficiente y además no se invierte lo necesario. Pero también es responsabilidad de las empresas creer en la innovación como palanca competitiva, y no es lo que parece cuando en España sólo se patentaron el 2,5% de las patentes europeas, frente al 41% de Alemania, el 14% de Francia o el 8,8% de Italia.

En este escenario, ciertamente algo desolador, aparece el principal instrumento de apoyo a la industria en materia de innovación por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, el Avanza 2, que con el principal subprograma denominado Subprograma Avanza Competitividad Sector TIC se pretende seguir la línea de los últimos años. Esta vez con menos presupuesto, siguiendo la tendencia de los últimos tres años y con alguna novedad; por ejemplo los préstamos esta vez tiene un interés o las universidades y centros de investigación no pueden tener más de un 8% del presupuesto en los proyectos, algo que choca con el esfuerzo que se ha hecho en la colaboración universidad-empresa en los últimos años. Y es que la desagregación de las diferentes convocatorias en regionales por un lado y nacionales pero con diferentes ministerios por otro (por ejemplo el de industria y el de innovación) va creando un modelo de “café para todos” pero que desde un punto de vista pragmático, poco ayuda a la competitividad del país y al apoyo de la innovación que tanto hace falta.

A pesar de sus defectos, Avanza 2 no deja de ser una oportunidad para aquellos empresarios que requieran financiación para el desarrollo de sus proyectos, donde se destinarán 53 millones de euros en subvenciones y 293  millones en préstamos en el apoyo a iniciativas. La convocatoria se espera para principios de marzo (cuya orden de bases se publicó en el B.O.E con Orden ITC/362/2011, de 21 de febrero) y con un mes para la presentación de propuestas desde su apertura.

Cualquier esfuerzo es bueno, aunque deberemos reflexionar, Gobierno y empresas, de cuál es el camino correcto para poder competir en un mercado global donde hay países, que visto lo visto, no dejarán de liderar y otros que deben decidir en qué liga jugar.

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Diego Soro es socio ejecutivo de SOROS GABINETE, trabajando en la búsqueda de financiación para proyectos de carácter tecnológico e innovador. Asimismo es emprendedor y tutor de empresas de base tecnológica en el Venture Lab del Instituto de Empresa Business School

Una de las actividades a las que se dedica mi empresa es la búsqueda de financiación pública para proyectos de innovación, a lo que muchos de mis amigos liberales con los que hablo me hablan de la ineficiencia del sistema y los argumentos típicos (y en muchas ocasiones lógicos) de los sectores donde interviene el Estado. Siempre respondo lo mismo, y es que no me cuestiono si es necesaria la inversión pública en I+D+i, sino que juego con las reglas que hay impuestas, con sus virtudes y con sus defectos.

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